LA CASA DEL CABLE DE CARÚPANO
LA CASA DEL CABLE–CARÚPANO
El nombre de “La Casa del Cable”, fue el último nombre como se conoció esta casa, inicialmente esta edificación de arquitectura clásica colonial española fue conocida como “La Casa Francesa” ubicada frente a la plaza de la iglesia Santa Rosa de Lima de Carúpano. Su historia se remonta al año 1821, posterior a las guerras por la independencia, cuando las autoridades de la “República de los Estados Unidos de Venezuela” le otorgan la licencia comercial al francés Juan María Olleta y su hermano, Antonio Olleta, quienes desde los años 1816 estuvieron colaborando con los patriotas en las guerras de la independencia. Durante estos años las principales ciudades de país estaban viviendo las consecuencias de una guerra desbastadora, había confusión, escases, falta de alimentos, inestabilidad social y económica.
El 25 de Noviembre de 1821 cuando las tropas españoles abandonaron a Carúpano, que era para ese entonces una villa portuaria, empezó a crecer de manera acelerada y así de esta manera los hermanos Olleta comenzaron su actividad comercial apoyando las autoridades patrióticas a través de sus barcos comercializando alimentos y artículos de primera necesidad, estableciendo como sede principal “La Casa Francesa”.
En él años 1926 el Señor Antonio Olleta asume el cargo público de acalde de Carúpano, y es cuando decide remodelar la casa y construye el balcón de madera que posteriormente sería llamado “El Balcón de los Olletas”, de donde el Alcalde se dirigía y daba discursos a los ciudadanos de su comunidad.
En el año 1830 ingresan por el puerto un matrimonio que huía por razones políticas de la isla de Martinica, el joven Luis Víctor Geoffroy Oliver de profesión naturista y botánico, con su esposa su esposa María Antonia Sapiz Rousel. Durante 10 años Luis Geoffroy estuvo dedicado al cultivo de caña de azúcar y producción de papelón y ron añejo, fue entonces cuando en el año 1840 aproximadamente adquiere La Casa del Balcón de los Olletas, con el objeto de montar una botica y durante 16 años atendió a los ciudadanos con sus servicios de farmaceuta, convirtiéndose en un ciudadano y compatriota ejemplar ayudando a muchos enfermos a curar y atender sus dolencias, actividad que en 1856 lo llevó a tener un contagió de cólera causándole la muerte el 6 de Septiembre de ese año.
Con el aumento de la comercialización del cacao, caña de azúcar, café y azufre desde la península de paria, Carúpano fue el auge de mucho comercio y llegada de extranjeros, llevando a países extranjeros abrir consulados en la ciudad. Para finales del siglo XIX, existían consulados importantes en representación Estados Unidos, España, Italia, Holanda, Francia, Brasil, Costa Rica, México, Panamá, Dinamarca y Chile, colocando a Carúpano la segunda más importante del país después de puerto cabello.
En el año de 1876 el Ministerio de Relaciones Interiores concede al Sr. Gabon Naphegyi, Director General de la compañía “Franco Venezolana de París”, la conexión del Cable Submarino desde la isla inglesa de Trinidad y Tobago hasta Carúpano, atravesando la bahía de Dragos, adicionalmente se aprueba el traspasar de la concesión a la compañía “The West Indian and Panamá Telegraph Cable Company de Londres” ampliándose la concesión de 15 a 25 años.
En año de 1877 fue instalada la oficina en el balcón de los Olleta, convirtiéndose en la primera sede de la oficina que operó el primer cable sub-marino entre Europa (Marsella) y Sudamérica (Venezuela), es de aquí que se le asigna su último nombre como “La Casa del Cable”. La compañía del Cable Francés mantuvo su concesión sin contratiempos y prestó sus servicios de telecomunicaciones hasta que en tiempos del gobierno de Cipriano Castro, a comienzos del siglo XX (1902).
En el año 1935 con la llegada de la era del petróleo, la compañía del telégrafo perdió su concesión y su vigencia, quedando abandonada hasta que el Sr Mays la adquirió y convirtió en un comercio y almacén de mercancías. Durante más de cuarenta años El Balcón de los Olletas tuvo múltiples usos públicos y privados, desde ser oficinas de identificación nacional, colegio de monjas hasta lugar de apuestas en carreras de caballos, deteriorándose cada día, por la falta de mantenimientos y diversidad de usos.
A Finales de los años ochenta el Sr. Wilfried Merle, proveniente de Alemania adquiere el balcón de los Olletas, en muy malas condiciones restaurándola con ayuda de historiadores y arquitectos durante años hasta 1994, cuando se reabre como la sede de la Fundación Thomas Merle, que fomenta la educación ambientalista, la protección y cuidados de la fauna y flora, el estudio de la botánica de las especies nativas en honor a su hijo que murió en accidente aéreo en la península de paria.
Con la instalación de esta fundación en 1994, La Casa del Cable, una vez más, vuelve a ser un centro de conexiones, esta vez con nuevas tecnologías convirtiéndose en la primera estación de comunicación con internet en Carúpano.
Podemos ver unas fotos de su interior posterior a la restauración:
Fuente de la Foto:
Fuente de la Foto:
Estimados amigos espero que haya sido de su agrado y ayuden a divulgar este trabajo, así mostrarle a las nuevas generaciones los orígenes de nuestra historia y culturas de esta ciudad tan hermosa. Así mimo; el apoyo la Fundación Thomas Merle y la Fundación Prosperi que unen esfuerzo en la divulgación, reconstrucción y desarrollo de nuestra cultura y conservación ambiental.
Saludos
Fedor Bottini
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