La Leyenda de la Madre Tierra - Capitulo IV: Retorno ║Poesía-Cuento ilustrado
La Leyenda de la Madre Tierra - Capitulo IV: Retorno
22 de abril del 2818, en la viva selva verde de lo que una vez fue El Salvador.
El sol se posa sobre el mar despertando a las gaviotas, acompañado por una llovizna que refresca el aire y recubre las hojas de la jungla costera con rocío, agua pura, condensada en las nubes de un cielo que volvió a ser azul.
A metros de la playa, un sendero que está marcado por el paso de los animales, empezando donde las tortugas dejan sus huellas, y adentrándose en la profundidad de la selva, guía hasta el santuario. Bajo un árbol con rostro crece una rosa rosada: Pangea.
Pétalos que no marchitaron en quinientos años, son perfectamente asimétricos, perfectamente naturales. Tallo corto y sin hojas la alza sobre un montículo de tierra y plumas verdes caídas de las aves que la resguardan.
Generación tras generación los quetzales han sido los reconocidos guardianes del legado de Gaia, por entregarse fielmente, de esta especie quedan solo dos. Ellos deleitan a la flor con exquisito polen ajeno, advierten a los herbívoros incautos y entonan la epopeya de la creación y estirpe de la diosa.
Para el mediodía nubes negras provienen de la costa, la llovizna se transforma en lluvia torrencial inundando la selva rápidamente, superando el nivel del agua inclusive al elevado de rocas que construyeron los elefantes.
Preocupadas las aves se preguntaban con angustia si la rosa se ahogaría, si el agua al océano la arrastraría, si el tallo no resistiría. Voló el macho de inmediato a pedir ayuda y la hembra se quedó para no abandonar al nido ni a la flor.
Rezó apretando los parpados rogando que nada pasara y al abrir nuevamente sus ojos el agua se había esfumado en un instante y las nubes se disipaban para darle al sol la oportunidad de pintar un arcoíris.
—¡¿Dónde está la rosada mística!?—se pregunta la quetzal mirando hacia donde estaba el montículo en que se erguía el tallo de la rosa. Había quedado solo un gran agujero en el suelo. Aterriza sobre el barro abandonando sin dudar sus huevos, grita repetidas veces con desespero correteando de un lado a otro —¡¿Dónde está?!
Y justo cuando en llanto iba a romper por desespero, un dedo índice acaricio su espalda entre las alas.
—¿Estás bien amiguita?—mostraba su sonrisa una niña de piel verdosa desnuda y cabellera dorada enlodada, cejas de helecho, lunares verdes por toda la cara, de ojos enormes en los que se refleja el mundo entero, un collar de pétalos que florecía en su cuello y la rosa rosada en el pecho.
Se vistió de verdes hojas el cuerpo, se peinó con flores de colores el cabello, hizo crecer una falda de pétalos en su cintura y se coronó con un nido abandonado en el cual los quetzales se anidaron.
Pasaron menos de cuatro días para que la noticia le diese la vuelta al mundo, volando los quetzales a todos los continentes que ya no tenían nombre, enunciando sin barrera de idiomas en todas las tierras que:
¡Ha vuelto!
disfruta explorando los bosques y mares,
trepa mesetas, salta entre manglares
¡Qué enérgica inquietud!
se acuesta a reposar sobre una colina,
la hierba silvestre le hace cosquillas.
baila bajo los diluvios
y nada en los monzones anuales.
pinta los corales con colores vibrantes,
alegra siempre a quien los reside.
se esconde siempre en el naufragio metálico
pues en los de madera se le clavan astillas.
El viaje es largo y agotador,
sin embargo, con ella no cesan el cántico.
la osa polar y sus oseznos la acompañan,
en un abrazo familiar encuentra abrigo.
pereza en la costa con las morsas,
pues se agota pescando con los pingüinos.
al verla cansada la suben a sus lomos,
se ganó sus corazones gigantes.
estornuda, desprendiendo sus pétalos,
el polen se le coló por las fosas nasales.
duerme sobre la melena de un león
y no despierta si el gallo no entona,
que chiquilla tan dormilona.
bajo la oscuridad no hay que temer,
sus amigas las hienas la acompañan,
los ululares del búho la calma hacen mantener.
es que ahí decidió sería su patio de juegos.
Si hay nevada en verano es para con el oso la nieve disfrutar
antes de que le llegue la hora de hibernar.
a su especie quiere encontrar,
“déjalo así” le susurran en el mar las olas.
Las aves dicen que es la única flor que puede caminar.
Pangea, la reencarnación de la diosa que nunca se fue.
Pasan los años y aún no recuerda quién es…
Un día la joven exploraba las ruinas de un edificio alfombrado por musgo y enredadera, con las ventanas irrompibles amarillosas y puertas de madera podrida. Engañada por el quetzal que la acompaña siempre creía que las ciudades eran formaciones rocosas llenas de tesoros extraños.
Cruza una puerta, lo mismo de siempre y las mismas preguntas: ¿De qué árbol saldrán las gaseosas? ¿Sus hojas serán billetes? ¿Qué es esto?
Encontró entre los restos inorgánicos de la humanidad un cacharro con luces aun titilantes, botones transparentes y grabados por laser el nombre de una compañía U.T.P.W. inc. (“UpvoteThisPostWhales inc.”).
—Debe ser un mineral muy extraño ¿Ónix con diamantes y rubíes incrustados? ¡Qué lindo!
Se sentó a juguetear con las “joyas” de colores presionándolas sin darse cuenta, empieza el mecanismo de descriogenización de dos capsulas que se camuflaban entre los grises de la oficina, los ejemplares 2003 y 2005, masculino y femenino, jóvenes y fértiles ¿Una oportunidad nueva para la especie humana?
Unos seres desconocidos para la pequeña, se parecían a ella pero con piel blanca y sangre roja, un montón de cables y aparatos incrustados en sus cuerpos congelados que rápidamente empezaban el deshielo.
Aterraban a Pangea los rostros sonrientes y fríos de los sujetos Stultus-2003 y Meretricis-2005, le hacían revivir pesadillas agónicas de una vida pasada que no recordaba, sin embargo estaba ansiosa por conocer un nuevo animal, sentimiento compartido de una manera más científica por los humanos que al analizarla con sus visores encontraron su cuerpo compuesto de células animales y vegetales a la vez.
—¡Mira ese eslabón perdido de todas las formas de vida terrestre! Stultus, es nuestro deber recomenzar con la sociedad llevando como primer acto en este nuevo mundo la investigación de esta criatura—Sugería Meretricis saliendo desnuda de su prisión de nitrógeno y vistiéndose con una bata blanca que ocultaba un compartimiento de la capsula—¡Apúrate imbécil que “la cosa” se está asustando!
—¿Puedes relajarte amada mía? Sobreviví al fin del mundo y estuve congelado quinientos años con una irritación en la dermis de mi trasero y no me dejas tiempo ni para realizar un estiramiento corporal—Respondía el científico echándose la bata a los hombros antes de proceder con la orden.
Abalanzándose los dos sobre Pangea con las más insensatas y poco inteligentes intenciones de diseccionarla aun con vida. La aterrada pequeña, ágil como felino y versátil como lémur en ramas de árbol escapaba de las garras humanas deseosas de ciencia inmoral.
—¡Te tengo!—exclamó Stultus atrapándola del tobillo haciéndola tropezar. Tropiezo que hizo a uno de los huevos del nido de su sombrero caer y estrellarse contra el suelo.
Entre los fragmentos de un azul cascaron, entre el revoltijo de vitelo y sangre del embrión,los ojos de la pequeña recordaron la historia entera de la humanidad reviviendo a la diosa Gaia en su cuerpo, no tendría piedad.
Sus brazos se convirtieron en largas cuerdas de lianas verdes que tomaron del cuello a su opresor y apretando hasta partirle la tráquea cartilaginosa, acabando la vida misma con su vida, luego, de un solo latigazo en las pantorrilla de la mujer la dejo en el suelo para luego enlazarse a su cuello. Levantando los dos cuerpos con rapidez estampándolos contra un tragaluz de cristal antibalas hasta romperlo.
Con la cara cortada, vidriosa y golpeada, siendo estrangulada y alzada metros sobre un suelo de concreto consiguió el aliento para gritar—¡¿Qué mierda eres!?
Los labios de pétalo de la diosa pronunciaron nuevamente un idioma que casi olvidaba, respondiendo con la ira del mar—Yo soy Gaia, la madre naturaleza… ¡Todo mal que me hagas, te lo devolveré!
Soltándolos a metros de altura, se desplomó la última esperanza para la humanidad estrellándose en el suelo de lo que ya sabía Pangea no eran simplemente rocas si no fósiles de las obras demoníacas de un mundo que destruyó.
Saludos, hoy les traigo el cuarto y ultimo capitulo de la serie de poemas ilustrados llamada "La Leyenda de la Madre Tierra", podría algún día realizarse algún epilogo o historias secundarias pero por ahora estoy satisfecho con la serie, quiero agradecer a todos los que se que siguieron el proyecto y apoyaron con sus comentarios e interacciones por el chat de discord. Espero haya sido del agrado de ustedes mis lectores.
Anteriores capítulos:
Otros poemas ilustrados:
- Enamorarse de una artista, ser solo un intento de escritor
- Semana Santa sin ti
- Valquiria de alas rojas
Fuentes:
El poema y los dibujos son de mi autoria fotografiados con un celular BLU Studio G y editados con Microsoft.
Agradecimientos:
A la música que me enseñó lo poco que sé de escribir.
A los amigos que me apoyan en el desarrollo de cada poema.
A los usuarios de los grupos de discord y a los participantes de "la noche de poesía".
¡Votado por Engránate!
Extraño lo ordinario de Ricardo jajajaja, el cuento se nota que cambio de sintonia @fariasteem y ya lo pelirrojo no se divisa en ningún lugar.
shhh no me sapees, tengo que plantear bien lo de la pelirroja jajaja, desde el capitulo 3 la sintonia es renovada hermano, un placer haberte tenido en todos los comentarios de los capítulos de esta serie, muchas gracias también por protagonizar los primeros JAJAJA.
Como tus anteriores publicaciones excelentes, buena creatividad y excelente ilustraciones eres grande mi hermano, Abrazos
hermano que bueno tenerte en los comentarios de el final de la serie, fiel amigo y malayo hermano en el chat, muchas gracias por todo.
Me enamoré de esta publicación, sencillamente hermoso, los dibujos espectaculares! Felicidades @fariasteem
muchas gracias por comentar, eres bienvenida a disfrutar de los capítulos anteriores, un saludo y éxitos
Que buen post fariasteem.
Nuestro TRAIL te ha apoyado con 0.10
FELICIDADES!!!!
muchas gracias al trail, un saludo.
Este post fue elegido para ser votado por theunion.
Toda una historia poética muy bien decorada con tus ilustraciones, me gustó este final.
Los dibujos están geniales.
gracias man.
Un hermoso trabajo, me encanta te felicito. Saludos.
saludos elemarg muchas gracias.
Hola amigo @fariasteem, definitivamente excelente hermano, muy bueno el poema, tiene bastante profundidad, y los dibujos de calidad, tienes mucha creatividad, te felicito.
muchas gracias amigo cesarmvm, tu contenido también es excelente, espero vernos pronto en alguna curación.