La Neurociencia de la Conciencia
Varias mentes brillantes consideran que la conciencia es un tema que no puede explicarse sólo con neurociencia, pero no existe otra rama de investigación que provea de tanta información y desarrollo sobre el tema.
Paul King es un neurocientífico computacional, y él opina que la comprensión del fenómeno de la conciencia indudablemente vendrá de la mano de la neurociencia, aunque descifrar tal misterio definitivamente necesita del conocimiento y hallazgos de otras áreas de la ciencia.
La investigación sobre la conciencia puede enfocarse en el fenómeno global, o en su disección detallada. Ésta última está muy bien representada por el trabajo de Francis Crick y Christof Koch. Ellos han creado el concepto de Correlatos Neuronales de la Conciencia, los cuales se definen como diminutos mecanismos neuronales que portan una mínima porción de información de cualquier percepción conciente. Por ejemplo, la vía de transmisión y procesamiento del color rojo cuando observamos un globo de ese color, el color es sólo una parte del todo y se procesa como tal para luego ser integrado en la corteza cerebral.
Las ideas más interesantes -en mi opinión- vienen cuando se intenta explicar el fenómeno por completo. Por lo tanto los siguientes párrafos explican 3 de las teorías neurocientíficas más astutas y reveladoras que intentan explicar el misterio de la conciencia.
LA CONCIENCIA SÓLO PERCIBE LO QUE LE RESULTA ÚTIL EN TÉRMINOS EVOLUTIVOS
Donald Hoffman es un investigador de nivel top que aboga por la necesidad de reformular los modelos actuales de percepción de objetos. Él mismo menciona: “la función de onda es un compendio de probabilidades subjetivas” (ésto significa que el sujeto u observador es el que determina el espectro de posibilidades según su realidad).
La Teoría de la Interfaz de la Percepción es una teoría muy interesante que indica que nuestra experiencia de la realidad es incompleta, ya que lo contrario sería inútil en términos evolutivos. Los seres concientes están adapatados para detectar lo que es benéfico o perjudicial, y ésto se resumen en símbolos. Una araña o una serpiente significaban la muerte en el hombre prehistórico, razón por la cual todavía sentimos miedo irracional hacia estos animales. Hoffman sostiene que necesitamos estos artificios y amaños para poder progresar y prosperar. Ésta es la razón por la cual el color que los humanos podemos diferenciar más es el verde, ya que era cuestión de vida o muerte poder detectar una amenaza entre la hierba y la maleza. Para Hoffman la realidad es simplemente una interfaz de computadora tridimensional que muestra íconos (símbolos) que representan nuestro entorno, lo cual no es más que nuestra interpretación de las cosas. Justo como las pantallas de nuestros dispositivos, pero tridimensional.
LA CONCIENCIA ES ALTAMENTE DINÁMICA E INFORMATIVA
El trabajo de Giulio Tononi es uno de los más interesantes y respetados en el área. Construyó la Teoría de la Integración de Información de la Conciencia. Ésta postula que un sistema físico puede generar un estado conciente siempre y cuando pueda integrar información. Y la mente es altamente informativa, lo que significa que, en dado momento con dada información, puede descartar la mayoría de escenarios posibles en un futuro inmediato de ese momento, manteniendo el rango de atención en un enfoque coherente. A través de la investigación continua y constante, esta teoría entonces puede llegar a descifrar casi todos los problemas fáciles, pero es casi seguro que sea incapaz de explicar la Gran Perspectiva o incluso el Problema Difícil de la Conciencia. La teoría de Tononi tiene otro punto bastante atractivo, una unidad de la conciencia, llamada phi, que permite medir la misma.
LA CONCIENCIA CREA SENTIDO EN EL MOMENTO
Michael Gazzaniga es un experto en pacientes con cerebro dividido (cuando los dos hemisferios sufren interferencia o aislamiento entre ellos), y sus experimentos le han permitido descubrir una entidad muy engañosa y persuasiva: El Intérprete.
Explicaré brevemente uno de sus experimentos: al participante se le muestran diferentes objetos a cada ojo, el papel del participante es el de escoger los objetos que sean de la misma temática, el diseño del estudio lograba engañar a los hemisferios cerebrales del participante y éste escogía una imagen que no tenía sentido con la temática. Lo interesante viene ahora: después de la elección, cuando al participante se le preguntaba la relación que tiene la imagen errónea con la temática, éste siempre argumentaba una situación donde la elección errónea fuera necesaria y por lo tanto tenga sentido común. Este aspecto de nosotros es el Intérprete y su función es la de analizar la reacción e interacción con el entorno. Utilizamos su enorme imaginación para mantener una narrativa continua de nuestras acciones, emociones, pensamientos y sueños. El Intérprete es el pegamento que sostiene nuestra historia unificada y crea un sentido de pertenecer a algo coherente y racional. Este mecanismo es claramente sutil y furtivo, nos hace pensar cuántas veces somos víctimas emocionales y congnitivas de interpretaciones falsas. La capacidad del hemisferio izquierdo para la interpretación continua significa que siempre está buscando el orden y la razón, incluso cuando no haya ni uno ni otra.