Escapando de la realidad

Hola amigos!, El día de ayer tuve la oportunidad de visitar un lindo lugar llamado "Loma del Viento", un punto en el cual puedes visualizar gran parte de la ciudad.

Creo que hay momentos en donde las situaciones que vives a diario te pueden abrumar tanto que, por momentos quieres escapar sin mirar atrás, detenerte y respirar para poder reencontrarte. A veces hallar un lugar en el cual puedas sentirte en paz en éste país resulta una tarea difícil, pero luego de tantos días de ahogo, lo encontré.

Para nadie es un secreto que las circunstancias en mi país son cada día más difíciles desde cualquier ángulo en que las mires, pero ¡vaya!, cuando todo eso se une en tu cabeza es un cúmulo de cosas que golpea el corazón y el alma a tal punto, que dudas hasta de tu forma de caminar, te sientes estancado porque por más esfuerzos que hagas, la situación país se encarga de sumirte en la tristeza de nuevo. Ser joven tal vez es sinónimo de comerte al mundo y tener el corazón y el entusiasmo día a día para hacer lo que quieras, pero en un país que te cuartea los sueños, resulta una tarea muy complicada.

Hoy mi dilema es irme o quedarme, y es el dilema de muchos aquí. Algunos pueden cuestionarse el porqué, y les doy mi razón personal: No se justifica que día a día trabajes fuertemente y que al final de tu mes, lo que ganes no te alcance ni para comerte un helado sin culpa, solo para complacer un simple antojo, porque si te lo comes no sabes qué hacer el resto de los días mientras llega el otro pago.

Conscientemente y sin mirar sentimientos sabes que irte probablemente es la mejor opción, pero emocionalmente es una paliza que abruma tu mente cada vez que te levantas. Todos sabemos que debemos dejar el nido, por decirlo de alguna manera, el problema radica en que ahora dejas ese nido bajo la incertidumbre de cuándo será la próxima vez que vuelvas a sentir un abrazo y una caricia real de tus seres amados.

Hoy mi camino sigue con un poco de niebla... pero ese escape al contacto con la naturaleza ciertamente sirvió para sanar un poco mi espíritu.