LA GLORIA DE DIOS.
La gloria de Dios no tiene nada que ver con su poder, es algo que mana de su carácter de todo lo que Él es, es el conjunto de sus atributos, el hombre fue creado para la gloria de Dios, en el hombre la gloria de Dios puede ser vista en todo lo que ha creado y expresado, el amor, el ser capaz de sacrificarse por otros, las grandes construcciones, aviones, barcos, cantidad de cosas creadas por el hombre glorificando a Dios, porque Él nos creó. Una persona puede quedar cautivada por la vista de las montañas, y otra persona puede amar la belleza del mar. Pero quién está detrás de ambos (la gloria de Dios) le habla a ambas personas y las conecta con El.
Juan: 11:39
“dijo Jesús: quitad la piedra Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de 4 días. 40 Jesús le dijo ¿no te he dicho que si crees veras la gloria de Dios?
Como cristianos a veces tenemos esa piedra (incredulidad) en nuestras vidas; para sentir la gloria de Dios debemos adorar en espíritu y en verdad, andar rectamente en sus caminos, siendo obedientes a su palabra.
Para ver la gloria de Dios debemos primeramente creer, quitar la piedra (incredulidad) de nuestras vidas, obedecer a Dios en sus estatutos.
Isaías 6: 1-3
1“en el año que murió el rey usías vi yo al señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
2 por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3 y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
La gloria, la majestad y la santidad de Dios exigen que quienes le sirven también deben ser santos,
los serafines son seres vivientes que reflejan la gloria de Dios de tal manera que parecían estar ardiendo.
La principal característica de Dios revelada a Isaías es su santidad que significa su pureza de carácter, su separación del pecado y su oposición a todo lo que sea malo.
Juan 5:44
¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibiréis gloria los unos de los otros y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
Aquellos los que tienen la genuina fe salvadora no serán motivados por el amor del reconocimiento o la estima de los demás, tienen como objeto agradar al padre; los que se acostumbran a recibir gloria de los demás hacen ídolos de sí mismos y se sitúan fuera del reino de Dios. Por tanto amar más el reconocimiento de los demás que darle la gloria a Dios es ser incrédulo al evangelio de cristo.
Puesto que la gloria procede de Dios, Él no permitirá establecer la afirmación de que la gloria proviene del hombre, o de los ídolos del hombre, o de la naturaleza. En Isaías 42:8, vemos un ejemplo del celo de Dios por Su gloria. Este celo por Su propia gloria es de lo que Pablo está hablando en Romanos 1:21 cuando habla sobre las maneras en las que la gente adora a la criatura en vez de al Creador. En otras palabras, ellos miran al objeto a través del cual procede la gloria de Dios, y en vez de dar a Dios el crédito por ello, ellos adoran a ese animal, o árbol u hombre como si la belleza que poseyeran se hubiera originado dentro de ellos. Este es el corazón mismo de la idolatría y es un hecho muy común. Todo aquel que haya vivido, ha cometido este error en uno u otro momento. Todos nosotros hemos “cambiado” la gloria de Dios a favor de la “gloria del hombre.”
Juan 7 17 “ el que haya por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en el injusticia.
Por esto hermanos míos, debemos ser cuidadosos Dios es celoso, toda la tierra está llena de su gloria, nada hacemos por nosotros mismos, los dones, talentos, sabiduría, ciencia, todo proviene de Dios a su imagen y semejanza fuimos creados, Toda la Gloria sea para nuestro Padre Celestial.
Para Dios siempre será la gloria. Gracias por compartir. Dios te bendiga.
Amen!! gracias por leer,