Una de las patologías que más preocupa al adulto de hoy es la demencia llamada Enfermedad de Alzheimer, ya que su frecuencia parece haberse multiplicado en los últimos años.

Además que es de terror pensar que vamos a ir perdiendo la capacidad de resolver problemas tan simples como saber comer, hablar e incluso, poder retener los nombres de aquellos que nos han amado toda la vida o de la dirección donde vivimos.

Lo cierto es que esta enfermedad que llega al final de la vida para muchos adultos mayores, implica una serie de síntomas que prácticamente destruyen la calidad de vida del que la sufre y de los familiares responsables o de los cuidadores a cargo de la seguridad de una persona que llega a estas etapas.

Si de algo me he estado preocupando en los últimos artículos que he realizado es de dar a la gente una guía que aclare que la patología tiene estudios, que hay investigaciones; que aunque no tenga actualmente una cura, existen tratamientos que mejoran y mucho, la calidad de vida del que la padece; y que además, es importante hacer un diagnóstico temprano.

Cuando existen trastornos que nos dicen que esta patología puede estar presente, hay que acudir inmediatamente al médico e iniciar el tratamiento adecuado, pues mientras más temprano es mejor; y los síntomas pueden lograrse hacer más lentos en cuanto a su aparición e intensidad.

Me gustaría hacer un breve recorrido por la medicación que hasta los momentos se tiene a nivel médico, incluyendo aquellos recursos naturales que están estudiándose y que han mostrado efectos beneficiosos; con la finalidad de que sepamos que existen posibilidades de ayudar al paciente y que inclusive, las podamos buscar por nuestra cuenta para sugerirlas al equipo médico tratante.

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La muerte progresiva de las células cerebrales hace que vayamos perdiendo las funciones cognoscitivas, entre ellas la memoria, que es la alteración más intensa en este caso.

Esta muerte de las células que nos ayudan a concentrarnos, a memorizar, a recordar y a resolver problemas, no solo ocurre debido al deterioro normal de nuestro cuerpo por vejez.

En el Alzheimer, la aparición de proteínas, específicamente dos, una proteína beta-amiloide que se deposita entre las células nerviosas y que va formando las placas características de la enfermedad, va matando por compresión las células cerebrales.

Y una proteína llamada proteína Tau, que se forma en el interior de las células nerviosas y forma los llamados ovillos del Alzheimer, que mata la célula debido a que le impide introducir alimentos y excretar los tóxicos o desechos.

Evitar la aparición de estas proteínas asesinas es imposible actualmente, aunque se dice que mediante una adecuada alimentación y oxigenación de los tejidos, entre ellos los cerebrales, gracias a una vida sana, con una dieta saludable, ejercicios, activación de nuestras habilidades cognoscitivas; se habla de que podemos prevenir la enfermedad.

Pero lo cierto es que sí se puede hacer algo para detener en lo posible el desarrollo de estas proteínas y la muerte progresiva de células nerviosas que al final de la enfermedad dejan al cerebro con bajo peso y pocas cantidades de células, y por supuesto, la pérdida de las habilidades propias de nuestra inteligencia.

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Son destinados a dos acciones para mejorar la calidad de vida; por una parte tratar de detener la progresión de la enfermedad, de enlentecer el crecimiento de las proteínas dañinas y evitar la muerte celular rápida.

Por otro lado, están los tratamientos destinados a atacar los síntomas, que en estos casos, son la ansiedad, depresión, insomnio, la agresividad y las alucinaciones, entre otros.

Inhibidores de la colinesterasa:

Entre ellos están el Donepezilo, la Rivastigmina, la Galantamina, que funcionan impidiendo que la acetilcolinesterasa destruya la acetilcolina, que es el neurotransmisor encargado de los procesos de la cognición como la memoria y el aprendizaje.

Se ha visto como mejoran la independencia del paciente y las funciones cognitivas del que las toma.

Memantina:

En el Alzheimer ocurre un aumento del glutamato que daña las neuronas; así pues, la Memantina impide la recepción celular del glutamato y su absorción celular, impidiendo el efecto tóxico de éste.

Donepezilo y Memantina:

Esta combinación es una opción para el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer y es muy indicado; y con ella unimos la acción de impedir la degradación de la acetilcolina y a la vez impedir la acción tóxica del glutamato.

Son los indicados para el control del miedo, la angustia, la depresión, las reacciones de impulsividad, agresividad e intranquilidad; así como las alucinaciones y las ideas delirantes como las de persecución.

Antidepresivos:

Los más utilizados son la Fluoxetina, la Paroxetina, la Mirtazapina, la Sertralina y el Citalopram, y son indicados para los estados de depresión que muchas veces comienzan tan pronto se han detectado los primeros síntomas y se ha realizado el diagnóstico.

Ansiolíticos:

Usados para tranquilizar al paciente y reducir los síntomas de ansiedad y el insomnio, es decir, para inducir al sueño. De los más utilizados son el Alprazolam, el Clonazepam, el Bromazepam y el Lorazepam.

Antipsicóticos:

Indicados para reducir las ideas delirantes y las alucinaciones; y deben ser evaluados en cuanto a sus riesgos y dependiendo de la intensidad de los síntomas. Los más utilizados son la Risperidiona, la Olanzapina y la Quetiapina.

Hay que insistir en que estos medicamentos deben ser estrictamente indicados por el médico ya que pueden ocasionar desorientación, perdida del equilibrio y mayor daño cognitivo posteriormente.

Gingko Biloba:

Muy documentada, es una planta que aumenta la oxigenación cerebral ya que eleva el riego sanguíneo y es muy efectiva en las etapas iniciales de la enfermedad.

Vinca Minor:

Planta de la cual se obtiene el alcaloide Vinpocetina que aumenta el riego sanguíneo y que forma parte de muchas drogas farmacéuticas para mejorar la circulación arterial.

Bacopa Monnieri:

Es la llamada planta de la memoria y ha sido utilizada para aumentar la concentración y el resto de las funciones cognitivas en estudiantes y en pacientes adultos mayores.

Raíz de Ashwagandha:

Forma parte de innumerables fórmulas medicinales naturales para mejorar la memoria y se está utilizando para el tratamiento de las demencias. Es el llamado Ginseng Hindú que es usado desde hace cientos de años en la medicina oriental.

Aceite Omega 3:

Del cual, un tipo de este aceite que se encuentra en el pescado y en los frutos secos como las nueces, es el DHA, el ácido docosahexaenoico, con efectos antiinflamatorios en el tejido cerebral y que mejora la actividad cognitiva.

N-Acetil-L-Carnitina:

Un precursor de la L-Carnitina que generalmente se produce en el hígado y los riñones y que se acumula en el corazón, en el cerebro y en los espermatozoides.

Es el precursor de la acetilcolina para las funciones cognitivas cerebrales.

Coenzima Q10:

Se sabe que la coenzima Q10 es una de las que disminuye notablemente con la edad y está asociada con la degeneración de los tejidos, por lo que es necesaria para mejorar la apariencia de la piel evitando su envejecimiento, las funciones hormonales y por supuesto, las funciones nerviosas; es por eso que generalmente se suplementa la dieta de una persona con ella y es necesaria en la dieta del que padece de Alzheimer.

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Como hemos visto, el mito de que la Enfermedad de Alzheimer es difícil o imposible de tratar no es cierto.

Actualmente la ciencia médica posee alternativas terapéuticas con las que el médico o el equipo médico trabajaran dependiendo del estado en que el paciente se encuentre y de lo avanzada que esté la enfermedad.

Lo importante es derribar las imposibilidades e ir contribuyendo a que la población conozca más sobre esta patología y lo que se maneja hasta los momentos.

La premisa de que lo que es bueno para el corazón es excelente para el cerebro, en este caso debe ser tomada muy textualmente; por lo que una dieta balanceada, natural, a base de vegetales y frutas; un estilo de vida activo con deportes o ejercicios aeróbicos; una adecuada acción de control de emociones negativas; y por supuesto, el aprender a disfrutar cada momento con sus altas y sus bajas, nos llevará a mantener el fantasma de esta patología que asusta tanto hoy en día, lejos de nuestra existencia.

Así que aprendamos más sobre estas patologías y ayudemos a difundir esperanza y soluciones.