Muy claro el mensaje de perseverancia, buscar las armas cada día para enfrentar los retos; ver el trabajo para la consecución de los objetivos como una meta en sí.
Muchas veces la lucha por nuestros objetivos consiste en una serie de procesos aleccionadores que pueden ser disfrutados hasta lograr los objetivos, lo que hace que tendamos a no abandonar el camino, esa lucha.
Me refiero a que si la meta es tener una casa, el proceso de construcción es una vivencia cargada de experiencias que igualmente puede disfrutarse tanto o más de lo que se disfrutaría la lograda casa en sí, al final.
Pero lo que me llama la atención es lo relativo al inicio del camino, cuando comenzamos la lucha para alcanzar el objetivo; la idea primaria que nos mueve a centrar un objetivo al que queremos llegar.
De dónde nace la idea, la motivación para ponernos una meta específica.
¿De qué valores nacen las ganas y los deseos de luchar por una meta? ¿Del bienestar? ¿De los valores morales? ¿De el deseo de superarnos y aprender?
Esto tiene que ver mucho con uno de sus escritos sobre la alegoría de la cueva de Platón: fuente, según el cual como humanos aún no tenemos claro el sentido y la descripción que percibimos de la realidad.
Aquí las sombras proyectadas son la guía que nos indican qué queremos conseguir y el porqué.
Tantas veces las metas que nos ponemos nacen de falacias, de verdades ad verecundiam establecidas por autoridades porque sí, o de falacias ad consequentiam porque preferimos la explicación de las sombras que la que da la luz.
Las luchas que nacen de aquí tienden a debilitar en la medida en que el camino se hace largo y llevan hasta perder la fe en conseguir el objetivo pues la realidad siempre tenderá a poner nuestros pies en la tierra.
A nosotros los que escribimos en tantas áreas cada día y por plataformas sociales de vasto alcance poblacional como ésta, nos toca ser las luces reales que desplacen las sombras proyectadas en la pared de la cueva que metafóricamente expone Platón.
Así, tratando de corregir las visiones imperfectas o erróneas de la realidad, generando luz, de cómo es el mundo, de como funciona; en mi caso, en el área de bienestar o salud, en el área del funcionamiento orgánico; en el caso de otros en las áreas emocionales y filosóficas; lograr que la gente genere motivos correctos con los que ponerse objetivos y comenzar un camino de lucha por obtenerlo.
Creo firmemente que los objetivos o metas que nacen de los valores correctos que tengamos, serán una fuerza para que nunca abandonemos la lucha por muy larga o ardua que sea.
Siempre es excelente recordarnos a todos que el camino termina cuando llegamos, nunca a mitad del recorrido; pero también es importante señalar que la llegada puede ser el inicio de un nuevo caminar hacia otros espacios.
Gracias por este hermoso artículo. Felicitaciones.