MECANISMOS DE DEFENSA DEL CUERPO QUE IMPRESIONAN Algo para pensar

Reacciones del organismo que muestran que actuamos como una totalidad individuo-medio ambiente

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¿Que existen mecanismos de defensa del cuerpo humano que ni te imaginabas?
¡Pues es verdad!
Muchas situaciones o reacciones corporales que normalmente nos suceden ante determinados eventos o simplemente de manera involuntaria, son perfectamente unos mecanismos del organismo para defenderse… De algo.
Te sorprenderás de la cantidad de situaciones que has vivido y que tal vez nunca te preguntaste porqué ocurren o para qué son beneficiosas.
¿Has puesto atención al bostezo?
¿Te has detenido a observar el porqué se te erizan los pelos de la piel?
Esos son los mecanismos de defensa que nos protegen de daños que ni pensábamos que estaban allí…

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El bostezo es un acto involuntario que nos ayuda a tomar oxígeno en forma sostenida para refrescar la base del cráneo y así nuestro cerebro.
Es una manera que tiene el cuerpo de tomar un stop, un reset, cuando estamos cansados y necesitamos despejar nuestro pensamiento.
¿Se puede ver así?
Pues no solo bostezamos en la mañana al despertar, para preparar nuestro cerebro para el bombardeo de estímulos en la mañana; también bostezamos en la noche como una manera de advertir que necesitamos dormir.
Pero igual nos sucede cuando una conversación, una charla, una película nos fastidia y nos cansa… Un reset, un stop, un basta, un se acabó.
Estudios en universidades como la de Maryland o la de Princeton, de los Estados Unidos de América, corroboraron que los senos paranasales se expanden y se contraen enviando aire a la cavidad oral para refrescar la base del cerebro; todo un mecanismo bien logrado.

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Estirarnos en la mañana nos prepara los músculos para la acción, es inevitable que el cuerpo haga esto pues necesitamos devolver la circulación máxima a los grupos musculares para comenzar a movernos luego de dormir.
Sin esto ocurrirían lesiones y desgarros.
Es lo mismo que un calentamiento previo antes de realizar algún deporte.

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Estornudar es la retirada brusca de agentes patógenos o alérgenos alojados en la nariz y en la garganta; es tan definitivo y elocuente el acto involuntario de expulsión que el aire se ha registrado que sale a velocidades increíbles de 160 kilómetros por hora.
No lo digo yo, así ha sido corroborado.
¿Ves la importancia de tapar la boca, o al menos hacer el intento, ya que mucha veces ocurre tan rápido que no podemos?
Lo sentimos mucho por ese alguien que esté frente a nosotros si esto ocurre.

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¿Sabías además que al igual que los gatos tenemos un mecanismo de defensa que igual nos pone los pelos de punta?
Pues así es, se llama piloerección…
Ante emociones fuertes como el miedo, algún ataque, el golpe de un viento frío o un cambio de temperatura de alta a baja.
Pero también cuando escuchamos una canción que nos gusta, una voz que nos alegra, una razón que nos toca el alma…
Se nos paran los pelos, literalmente.
Tal vez nos defendamos de quedar desnudos emocionalmente.
Pero es verdad que se ha descrito este proceso como un acto biológico para desplegar calor y hacer una especie de coraza protectora con los vellos, manteniendo una clase de atmósfera alrededor de la piel.
Pero, eso funcionaria en los homínidos antepasados nuestros, el hombre de hoy no posee tanto pelambre como para protegerse de nada.
¿Ves? Resulta que puede ser un vestigio evolutivo, una prueba de que hemos evolucionado y nos hemos diferenciado más de los animales.
Aún se discute esto.

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Y así otros muchos actos que nosotros experimentamos en forma involuntaria obedecen a respuestas que nos defienden de algo, simples reflejos, importantes reflejos.
Como las manos, pies, los dedos, arrugados al contacto con la humedad, que después de cinco minutos de tocar o permanecer constantemente en superficies húmedas se transforma la piel en una especie de superficie de llanta o neumático para que tengamos mejor poder de agarre y no nos resbalemos, nos podamos mover con cierta seguridad y no nos hagamos daño.

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O el olvido provocado por desconección del cerebro para no vivir un evento traumático de nuevo en el recuerdo.
Sí, la memoria también es selectiva según el cerebro lo decida; si hay algo que duele inmensamente no permitirá que lo recordemos.
Estudiosos sostienen que la imposibilidad de recordar cuando se está bajo efectos del alcohol obedece a esto, ya que el organismo al detectar una pérdida del equilibrio se dispone a recibir el golpe, la caída, el daño; y desconecta la memoria para no guardar el hecho.
Mañana si te caíste, no lo recordarás, esa vivencia dolorosa no estará presente.

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La importancia tal vez no es que existan estos mecanismos con estas finalidades, la importancia radica en que aún viéndolos a diario en nosotros y en nuestro semejantes, no sabemos a ciencia cierta para qué ocurren.
Pero la verdad es que detrás de cada gesto, de cada movimiento, de cada acto instintivo o reflejo, se esconde un porqué, la consecución de alguna meta.
Nuestro cuerpo no se desconecta del medio ambiente ni durmiendo; y reacciona ante cualquier cosa que se relacione con nosotros sea material o emocionalmente.
De lo que deriva la premisa de que jamás estamos aislados del entorno, de que somos parte activa, de que recíprocamente incidimos el uno en el otro; que somos interdependientes.

El cuidado del medio en que vivimos rebota en el cuidado a nuestro cuerpo pues lo condiciona.

Así, cuando logramos entender de qué forma o formas, reacciona y funciona esta máquina hermosa y llena de detalles que tenemos como organismo, de alguna manera nos vamos haciendo conscientes de que somos parte del todo.

Que planeta y residentes son engranajes del mismo misterio que es la vida.

¡Un abrazo intelectual a todos en Steemit!
Y recuerda que somos entorno, somos planeta...

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