Despertar feliz en mi querida VENEZUELA

Otro nuevo día comienza, un día lleno de muchas esperanzas y de ganas de seguir luchando por mi hermoso país. Un nueva oportunidad de respirar, de agradecer por la vida que Dios nos da.

Una vez más puedo abrir mis ojos y ver lo hermosa que es la naturaleza, escuchar los pájarillos que con sus dulces cantares nos demuestran los felices que son con el solo hecho de volar y vivir en libertad. Que rico asomarme por el balcón de mi sala y ver lo despejado que se encuentra el cielo, a lo lejos veo lo hermoso que es el Cerro Ávila (para lo que no lo conocen es la gran montaña emblemática de Caracas), y de cerca ver a la gente pasar y que a pesar de las adversidades salen a buscar "el pan" de sus hogares.

Y como siempre, la hermandad del venezolano que aún está presente, el que te saluda ya sea con el "buenos días" o con tan solo una simple sonrisa, el que es capaz de dejar de comer por ayudar a su hermano, el que sin necesidad de que se lo pidas te brinda su mano amiga, el que lucha por seguir manteniendo en pie nuestros valores. Y si, es verdad, tenemos mucha crisis, muchos conflictos, muchas adversidades, mucha carencia, pero a pesar de ello somos la mayoría lo que aún estamos esforzándonos para que podamos recuperar a nuestra amada Venezuela.

He allí cuando agradezco a Dios por mi vida, por la vida de mi familia, por la vida de mis amigos y hasta de aquellos que no conozco porque sé que también están colocando su semilla para nuestro renacer. Justo por ello, me tomo un momento de olvidarme de lo negativo y poder sentir lo que es Despertar feliz en mi querida VENEZUELA.