Mi experiencia en Japón, el animé
Hola muy buenas…
Se viene otra entrega de la secuencia de posts sobre japón, hoy me toca hablar de un fenómeno japonés que trasciende edades y fronteras, los animé.
En la gran mayoría de las culturas todo aquello relacionado a animaciones (dibujitos animados) se vinculan mayoritariamente a un público de niños y adolescentes.
Es verdad que cada vez son más las personas de mayor edad las que consumen productos de este estilo, pero en Japón esto es moneda corriente, parte de su acervo cultural hace que la adicción al animé sea de igual magnitud entre un niño de 5 años y un adulto de 90.
Los animé significan mucho más que un “dibujito”, son historias complejas, donde en ellas se pueden expresar temáticas políticas, culturales, sexuales, etc.
Esta pasión se ve constantemente en la mayoría de los barrios de la capital, pero hay algunos que se destacan en su fervor.
Quizás el lugar insignia es el famoso barrio de Akihabara, el paraíso de la cultura Otaku (fanáticos de las animé) y gammers.
En mi caso no soy un amante de este género pero sin dudas que al pasear por la zona me ponía a pensar en algunos amigos “Otakus” y me imaginaba que en ese momento estarían con su piel de gallina y con la adrenalina a mil si estuviesen en mi lugar, jeje.
Son miles de tiendas de varios pisos, cada una de ellas cuenta con cientos de miles de “macaquitos” u otros objetos relacionados al tema.
Buscando a Oliver...
Como les decía no soy un fans de todo esto pero queriendo cumplir con el deseo de un amigo que desde hace años estaba en búsqueda de un “muñeco” en particular el cual no había podido conseguir en ningun sitio online me llevó a adentrarme en lo más profundo de estas tiendas.
Con mi señora entrabamos a una y a otra, subimos y bajamos ascensores y escaleras pero la figura de algún personaje de “Super Campeones” o también conocido como “Captain Tsubasa” no aparecía.
Siendo tan popular “al menos en mi país” está animé de fútbol hace unos 25 años atrás, me costaba entender cómo dentro de todas esas variedades no había ninguno relacionado a Oliver Atom y sus amigos los hermanos Korioto.
¿Se acuerdan de Super Campeones? Animé de fútbol infantil lideradas por la estrella del Niupi Oliver Atom, que habitualmente tardaba 3 capítulos en cruzar toda la cancha para llegar al arco contrario e intentar convertir un gol a un super golero (Benji Price) que contaba con la extraña habilidad de que picaba con sus pies en los palos para impedir que le conviertan un tanto…
Bueno, generado el contexto de que “muñequitos” tenía que encontrar, les comento rapidamente que la busqueda la llegué a dar por finalizada luego de 4 horas de investigación entre los recovecos de Akihabara.
Pero ya cuando estaba por sonar la campana y nos dirigimos a la estación de trenes pasamos por un último lugar y de repente a quienes vemos en una vitrina entre decenas de otros superhéroes... a los pequeños “Super Campeones”…
La alegría de haberlos encontrado nos duró hasta que vimos los precios, entre 70 y 80 dólares por cada miniatura de unos 4 centímetros de alto… ufff.
Me comunico con mi amigo sin importar la diferencia de 12 horas existentes entre Tokio y Montevideo, igual tal hallazgo ameritaba despertarlo. Pero lo cierto es que entre su sueño y mi cansancio de horas de búsqueda concordamos que era muy elevado el valor como para adquirirlos, así culmina el periplo en busca de Oliver y Benji que finalmente no fueron pasajeros de mi valija de vuelta.
Takeshita Dori el zoo de lo friki...
Pasada la historia de la búsqueda y retomando el animé como parte de la cultura japonesa les cuento que las impresiones que uno puede observar de su pasión es constante, son miles los que caminan por las calles, sobretodo los fines de semanas disfrazados de personajes de anime, se trasladan con sus atuendos como si fuera ropa casual y portandola con pleno orgullo.
El epicentro de este desfile de personajes “friki” se encuentra en el barrio de Harajuku y más precisamente en la calle Takeshita Dori, esta tiene una extensión de no más de 800 metros y plagada de negocios que venden todo tipo de productos a un buen precio, pero allí se congrega un mundo de gente donde su mayoría aprovecha para realizar un desfile de moda animé.
Todo Japón está sobrecargado del diseño animé, el 90 por ciento de las publicidades y carteles tienen a un personaje de alguna historia como si fuera una estrella de Hollywood.
Los kioscos de revistas están tupidos de Mangas (historia en papel desde donde se basan las animé televisivas) de todo tipo a la venta.
También una visita habitual de los amantes del género es trasladarse hasta la isla artificial de Odaiba a las afuera de Tokio la cual cuenta con un Robot de 20 metros de altura, un Gundman (robot guardián de la bahía) promocionado por la cadena Fuji de TV.
No quiero extenderme mucho más ya que podría seguir contando más sobre esto, la idea con lo hasta acá mencionado era ejemplificar algunos casos como para tratar de trasladar mínimamente lo que significa la cultura animé para los nipones.
Ellos viven, sienten, disfrutan y se emocionan en base al animé, se puede entender o no, pero es parte de su acervo cultural y hay que respetarlo como tal.
Muchas gracias como siempre por leer estas líneas, ante cualquier consulta que les interese saber sobre Japón quedo a las órdenes.
Y recuerden que pueden ingresar a mi perfíl para poder ver más post relacionados a Japón.
Gran abrazo…
Textos y Fotos by @elbuzonnaranja
Muchas gracias @ramonycajal @cervantes por la valoración.
Saludo grande
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Lindas fotografías, gracias por compartir tu experiencia, abrazos.
Muchas gracias @odalysrivero
Un gran Saludo