Las Ninfas Del Pantano (Capítulo I)
Este es el mundo que yo ignoraba, este es el mundo que nadie te dice que existe, este es el mundo que te quita las ilusiones y hunde para que no veas su realidad, que también es nuestra realidad; es un mundo de dolor para el que vive, ha vivido y se encuentra inmerso en sus propias reglas, unas reglas en el que el poderío de unos cuantos decide por ti, por mi y por todos; un poderío que se transforma en la peor pesadilla de quienes son elegidos para torturar hasta dejarlos sin rastro de su existencia; un poderío mezclado entre las tres vertientes de la delincuencia: los cuellos blancos manchados de sangre, los que en el nombre de Dios cometen toda clase de sanguinarios atropellos utilizando la sotana para atraer a sus víctimas y los empapados de sangre que son protegidos por los cuellos blancos, al tiempo que reciben el perdón y la bendición de los de sotana.
¿Por qué a mí?
Cuando pequeña mi vida era de lo más común, igual que la mayoría de cualquier niña de mi edad. Ahora sé que no todo era como yo creía, ahora sé que nadie imagina lo que se vive en realidad, una realidad que afecta a millones de infantes, en el que cada minuto una persona está siendo privada de su libertad, es asesinada, es atacada sexualmente, pornografía infantil, pederastia, trata de personas y algo que cimbra hasta el más valiente, gente descuartizando gente.
De una manera u otra nadie está a salvo de esas bestias, de quienes hipócritamente saquean nuestro país, inmiscuyéndose más y más cada día para engrosar más sus cuentas, sus bolsillos y su podrida vida, de la que cada día su hedor contagia a su alrededor involucrándolos en su incurable enfermedad de hambre de más poder y más dinero, y en ese tenor, se llevan millones de vidas a su paso, destruyendo familias, sepultando hogares, y riéndose de las lágrimas maternales que enloquecen al encontrar una respuesta nula y en muy pocas ocasiones la “oportunidad” de reconocer el cadáver de su ser querido. Esto es lo que vivimos, en esto nos hemos convertido, en solapadores de delincuentes que ostentan humildad y en realidad mueven hilos para infringir el miedo de una sociedad que cada día está más cansada y les cuestiona.
He aquí mi historia: Mi infancia se desenvolvía en un ambiente cálido, feliz, lleno de amor, para mí, todos los días eran especiales, claro, recuerdo las navidades llenas de ilusión, cada fin de año como un ciclo que cerraba para dar la bienvenida al nuevo llena de emoción, cada día de colegio era una nueva aventura, entrañables atardeceres, frondosos árboles, que llenaban de un viento fresco con aroma a hierba mojada, ¡Oh Dios, que aroma! La llovizna diaria acariciando el paisaje dando luminosidad y vida a las diferentes flores que soltaban su exquisito perfume impregnando todo el ambiente, la frescura que lejos de sentir frío era un confort trasmitiendo paz, relajamiento y armonía, las cadenas de los columpios escuchándose en respuesta al viento, mientras el silbido del aire entre las ramas se convertía en una melódica tonadilla arrullante.
Todo ese espectáculo era suficiente para escaparme a rodar en el pasto mientras mis padres dormían, donde las horas pasaban sin darme cuenta disfrutando con el vaivén ondeándome y sintiendo el húmedo viento rozando mi pequeño rostro, hasta quedarme dormida en ocasiones.
Mis dos hermanos se entretenían tanto con los vídeo juegos que tampoco se percataba de mi ausencia dentro de la casa. La claridad del amanecer fungía como despertador para mí, ya que me obligaba abrir los ojos, a lo que reaccionaba y corría rumbo a mi habitación para no ser descubierta, ese era mi gran secreto.
Llegaba la hora de ir al colegio y un nuevo día comenzaba. Mis hermanos solían reunirse con nuestros amigos que pertenecían al grupo de viviendas cercanas a la nuestra, distrayéndose con diferentes juegos relacionados con sus respectivas edades, como baloncesto, natación, entre otras, ¡Ah! No podían faltar las divertidas rondas en bicicleta sobre el área circundante a la zona, una zona boscosa, con arboledas, arbustos, un riachuelo, y el
clásico escondite que frecuentaban para sus reuniones con los amigos con quienes se había creado un vínculo de hermandad muy fuerte.
Por mi lado siempre retraída, aunque a veces alocada, con mis amigas que eran como las hermanas que no tenía, soñando con distintos caminos, a pesar de mi corta edad tenía siempre presente que no podrían existir límites cuando de mis sueños se trataba, pues yo crecí creyendo en lo que quería y con un ejemplo de fortaleza y desarrollo aprendido de mi familia.
En esa época, me es imposible no recordar el cariño y la protección por parte de mis dos hermanos, claro siendo el mayor sobre protector conmigo, quien me trataba como una princesa. Esto no quiere decir que no amara a mi segundo hermano, pero Santiago era especial, era único.
Mi madre, Mi hermosa madre siempre cariñosa, comprensiva y nos dotaba de seguridad, la veía siempre alegre, jamás recuerdo haberle visto un día molesta o enojada, se le veía tan enamorada de mi padre, atenta a las necesidades de todos y se daba el tiempo para reunirse con sus amigas, de las que en ocasiones celebraba en casa, entretenida recibiendo a las visitas, entre ellas las madres de nuestros amigos.
Mi padre un hombre afortunado en todos los aspectos de su vida, gozaba de la familia perfecta, un excelente trabajo muy bien remunerado que le permitía cubrir perfectamente las necesidades de la casa y de la familia. Recuerdo el jardín lateral, el preferido por mis padres para sentarse a degustar un buen vino, que jardín por dios, todo un paraíso de amor y espacio romántico para mis padres, aún recuerdo el aroma de esas bellas flores blancas, de las rosas, los jazmines y limonarias, sin contar el colorido que agregaban majestuosidad a nuestro hogar, porque es eso lo que teníamos, un hogar.
Ya una vez trascurrido el tiempo llegó el momento de mudarnos a la gran ciudad, mi padre con grandes habilidades para los negocios logró asociarse con grandes corporaciones, lo que provocó una economía aún más estable de la que ya apacentábamos, resultado de todo esto, fuimos inscritos en uno de los mejores colegios, mientras tanto mis padres cada vez eran más absorbidos por compromisos de los que se veía que placían, los negocios seguían brindando satisfacciones y jugosas ganancias.
Yo comencé hacer nuevas amigas y me volví una niña de las que llaman populares y eso me hacía sentir erróneamente grande, pues la mayoría querían estar cerca de mí, así que a mi muy corta edad comencé a colarme en fiestas de niños y niñas más grandes que yo, por lo que optaba salirme de casa a escondidas de mis padres, algo que molestaba de gran manera a Santiago mi querido hermano, siempre amenazándome con acusarme con nuestros padres, pero en realidad nunca lo hacía, yo me daba cuenta que siempre cuidaba de mí, fomento para sentirme más que segura pues él siempre se aparecía y eso también era motivo de emoción para mis amigas, pues enloquecían queriendo llamar su atención.
Hasta que el momento de despedida llegó, pues ya era tiempo de entrar a la universidad. Jamás lo olvidaré, jamás olvidaré ese día pues fue la última vez que mis ojos disfrutaron de verlo y mi diminuto cuerpo sentir sus brazos.
Para aliviar mi tristeza, tan consentidora como siempre, esta ocasión no fue la excepción, esa tarde mi madre me invitó a salir de compras, a lo que yo me negué, y de tanto llorar por la tristeza de la partida de mi hermano me quedé dormida, mi madre me despertó al tocar la puerta de mi habitación, por lo que ya molesta abrí, mi madre con su insistencia y en tono autoritario hizo que me apresurara para irnos a un centro comercial.
En el trayecto mientras mi madre conducía el auto hablaba tanto como para lograr sacar una sonrisa de mi rostro y por supuesto que lo logró, al llegar al estacionamiento busco un lugar de lo más cerca de la entrada ya que odiaba caminar en los estacionamientos pues tenía la idea que era muy peligroso, lo solitario, como la oscuridad se prestaban para ser víctima de asalto o el miedo de un secuestro del que se hablaba mucho en las redes sociales y nada en los periódicos y televisoras locales, tanto para ellos como para mi vivíamos en lugar seguro, tranquilo y feliz.
Después de dar vueltas en el auto recorriendo dicho estacionamiento por fin encontró un lugar de su agrado, por cierto, muy cerca de la entrada, al dirigirnos a una de las tiendas favoritas de mi madre pregunté del boleto de la entrada, y mi madre comenzó a buscarlo y entre más buscaba más desesperaba, el ticket no apareció, por lo que nos devolvimos al auto, desafortunadamente tampoco se encontró ahí, ya mi madre a punto de perder la cordura porque se comenzó a estresar cada vez más, me miró y me hizo una seña como diciendo busca en tu bolso y es cuando reaccioné y en efecto yo traía el maldito ticket, como era de esperarse me llevé un regaño.
Nuevamente volvimos y nos dirigimos a la tienda predilecta de mi madre, pues buscaba un atuendo apropiado para esa noche pues tenía una cena con mi padre, y yo sin ánimos de ver absolutamente nada, aproveché su distracción haciéndole creer que entraría al probador con una buena cantidad de trapos.
Fue entonces que vi la oportunidad para salir de la tienda y sentarme en las bancas que comúnmente tienen todos esos tipos de lugares, por lo que me puse a enviar mensajes con mis amigos, mis carcajadas hacían voltear a las personas que por ahí pasaban, pues mis amigos eran expertos en hacerme reír con sus tonterías y vídeos que circulaban en la red.
Todo lo que antes veía color de rosa desde ese instante se convirtió completamente negro para mí.
Algo que jamás había pasado por mi mente, algo que jamás imaginé que a mí me podría suceder, algo que me hizo temblar y conocer el miedo más cruel e inhumano que nunca creí experimentar, algo que no deseo a nadie, algo que cambió mi vida drásticamente y de rápido pase de ser una niña "bien" a una niña secuestrada, pronto mi nombre se quedaría en el anonimato, en el olvido y todos mis sueños de adolescente jamás los realizaría y menos mis tan anhelados deseos de vida.
Sin saber dónde me encontraba, sin saber de quienes eran las voces gruesas, aguardentosas, insultantes que me gritaban y atosigaban, sin entender esas voces en tono femenino que al igual que las otras me lastimaban y hasta peor, sin ver los rostros de quienes me mantenían enclavada, usando palabras altisonantes, ofensivas, hirientes, frases gritadas y risas que cada momento infundía más pánico en mí.
En mi desesperación cuestioné el porqué de mi atraco, por qué a mí, y que harían conmigo, la única respuesta que obtuve fue más que aterradora.
Narrador
Mientras la madre se encuentra en completa desesperación buscando a su hija pues la hora de cerrar el centro comercial ha llegado se ve obligada a llamar al padre de esa para informarle la desaparición de su hija.
Este se preocupa y pide a su esposa que le espere ahí, que seguramente entró al cine con amigos, pues ya conocen que su hija le gustaba escaparse y se había convertido en una niña un poco rebelde, por lo que este en el trayecto de casa al dichoso centro comercial hace una llamada para cancelar la reunión de esa noche.
Al llegar, ve a su esposa a lo lejos con uno de los vigilantes, se dirige corriendo hacia ella y la encuentra totalmente destrozada hecha un mar de llanto, esta abraza a su esposo diciendo que tiene un mal presentimiento, pues el vigilante le comentó que en sus rondas siempre vio a una chica sentada en una de las bancas y se notaba muy feliz, pues veía que se encontraba entretenida con el teléfono, muy divertida, hasta que después ya no la vio y creyó que ya se había marchado, sino hasta que la madre se dirigió a este y le mostró fotografías de ella que trae en el teléfono se dio cuenta que era la misma chica y que simplemente había desaparecido.
De inmediato dieron aviso a las autoridades, pero todo esfuerzo era nulo pues la respuesta fue que no habían transcurrido las veinticuatro horas, por lo que no se le podía dar el carácter de desaparecida.
Los padres comienzan hacer llamadas a casa de los amigos y amigas de su hija, todas las respuestas coinciden que estuvieron platicando por mensajes y que de momento dejó de contestar.
El segundo hermano es enterado por sus padres de lo que está sucediendo por lo que avisa a sus amigos y se reúnen para salir a buscarla por las calles, uno de ellos se le ocurre la brillante idea de imprimir la imagen de la chica para pegarla por los diferentes sitios de la ciudad, como también recurren a los sitios de taxis para pedir permitan pegar la imagen de la niña, en algunos de los casos de inmediato aceptaron, mientras que otros se comportaron renuentes y se negaron rotundamente a hacerlo. Todos unidos en la búsqueda mientras que las autoridades con gran y total desparpajo hacen caso omiso de la situación.
Entre todo el sufrimiento y desesperación los padres acuerdan en no comunicar lo sucedido a Santiago pues acaba de irse a la universidad y apenas está llegando y conociendo las instalaciones tanto del campus como los dormitorios y por supuesto el dormitorio designado para él. Tal situación, aunque muy difícil para la familia deciden no provocar angustia en él, así como hacerle preso de semejante distracción en ese momento tan importante en la vida de Santiago. Además, sabían que era capaz de regresarse inmediatamente sin pensar en nada y dejar todo con tal de encontrar a su hermana y estar con su familia en tan difícil momento.
Ya pasado día y medio los padres vuelven a las instalaciones de la policía para hablar con las autoridades, mientras esperan para ser recibidos por el director, se percatan que en la pared se encuentra gran cantidad de fotografías de personas desaparecidas, a lo que ambos padres se voltean a ver uno al otro y palidecen al ver la gran cantidad de gentes y no solo niñas, niños, recién nacidos, sino que también jóvenes de ambos sexos y de edades más maduras, al ver esa escena sienten perder tiempo y se meten a la oficina del dichoso director, al que la madre arremete en su contra por tan deficiente servicio, exigiendo una explicación del por qué hay tantas personas desaparecidas y sabiendo dicho suceso ni así les hizo caso desde el primer momento que recurrieron a ellos.
El descarado tipejo al frente de las autoridades y responsable de víctimas desaparecidas, le contesta con gran desfachatez en el que deja notar su nulo sentimiento, y dice, es responsabilidad de las familias por no cuidar a sus hijos y después llegan llorando y exigiendo, a lo que la madre le suelta tremenda bofetada. Y el padre le amenaza con acusar su actitud ante instancias mayores y si es necesario se irá hasta los más altos mandos.
Toma del brazo a su tan desesperada esposa y se retiran.
Los días pasan y no es recibida ninguna llamada de rescate, por lo que se descarta la posibilidad que tengan intención de regresarla. Sin ninguna pista y las autoridades ya involucradas en el caso comienzan a pensar que esta haya sido asesinada les hacen ver eso a sus padres que contemplen esa posibilidad, a lo que ellos se niegan rotundamente y aseguran que sienten que su hija se encuentra con vida.
Por la tarde, la madre es visitada por sus amigas que se solidarizan con la familia y ofrecen cualquier tipo de apoyo que ayude a dar con el paradero de su hija. Mientras una de ellas les comenta que a ella la buscó una mujer por medio de su cuenta de Internet y le ofreció una buena cantidad de dinero a cambio de dar sexo por esa misma vía, a lo que de inmediato otra de ellas dijo que también le habían ofrecido lo mismo y que sabía de algunas amigas que también y unas definitivamente lo rechazaron, otras bloquearon definitivamente a la mujer y la mamá de la desaparecida muy atenta a la plática se le ocurre una estupenda idea.
Va en busca de su laptop y se conecta para que sus amigas le muestren quien es esa mujer que engancha damas y juega con la necesidad de las mujeres y ve la posibilidad que pueda descubrir algo que le pueda llevar con la respuesta de la desaparición de su hija.
ESTO QUE CITO A CONTINUACIÓN ES COMPLETAMENTE REAL, YA QUE UNA SERVIDORA SE DIO A LA TAREA DE INVESTIGAR LOS CASOS DE EXPLOTACIÓN SEXUAL EN LAS REDES SOCIALES.
Continuará.....
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Buen aporte, un post muy completo, tienes mi voto y un nuevo seguidor, te espero por mi pagina, saludos y bendiciones.
Muchas gracias!! Saludos y bendiciones.