Uno de los lugares más exóticos, de espectaculares paisajes e inigualable experiencia no solo en Venezuela sino en el mundo es el fantástico Salto Ángel ubicado en el Parque Nacional Canaima. Una impresionante caída de agua de 979 metros, siendo considerada la más alta del mundo y originada de las gargantas del Auyantepuy.

La historia oficial relata que fue en 1937 cuando el norteamericano Jimmie Angel sobrevoló por primera vez este salto de agua que se dio a conocer su ubicación exacta por primera vez. De ahí que desde entonces se conociera como Salto Angel a lo que los aborígenes ya conocían como Kerepakupai Vená. Tal vez incluso muchos lo hayan escuchado como el Churun Merú pero en realidad este es el nombre que se da a una catarata muy cercana que se origina en el mismo Tepuy pero de 400 metros de altura.

En fin, mi viaje empezó desde la ciudad de La Guaira (para los que vivan en la zona central), donde luego de tomar un vuelo nacional hasta el aeropuerto de Puerto Ordaz en el Estado Bolívar, tuve que cambiar de un avión comercial a un aeroplano. Sinceramente fue la primera vez que me monte en un aeroplano; y sentir la turbulencia tan fuerte hasta llegar al campamento de Canaima fue bastante abrumador. Por un momento sentí que se iba a partir un ala del avión mientras los demás pasajeros hablaban y reían como si nada.

Una vez llegamos al campamento Canaima nos recibieron, a todos los que estábamos en la avioneta. La verdad fui el único que había ido solo y el único venezolano en calidad de turista, ya que los demás eran brasileños, alemanes, franceses, españoles e incluso japoneses. Me hice muy amigo de los españoles quienes disfrutaban de unas vacaciones de la empresa donde trabajaban y hasta aprendí que gracias en japonés se dice “arigato” … aunque nunca supe cómo se escribe.

Ese primer día de la llegada nos conocimos todos durante la cena de bienvenida y pernoctamos en cabañas muy cómodas para la ubicación del sitio. Muy cerca de ahí se encontraba una playa de agua dulce formada por los movimientos continuos del rio cerca de un gran lago rojizo. Un gran lugar para tomar fotos.

Al día siguiente nuestro recorrido empezó primero conociendo pequeñas pero hermosas cascadas denominadas “saltos”. Entre ellas Salto el Hacha y El Sapito, algunas tan increíbles que podías pasar incluso por debajo y observar túneles y formaciones rocosas asombrosas.

Una vez terminamos pudimos empezar nuestro viaje no en carro ni en avioneta. Nuestro transporte fue a través de un río en Curiara (una especie de canoa autóctona indígena con motor) desde puerto Ucaima. Un viaje de no menos de tres horas a través del rio Carrao y luego del Churún. Durante los últimos minutos empiezas a ver desde lo lejos el impresionante Salto Angel que se abre paso entre la vegetación y te sientes como en la película de Jurassic Park, en ese instante jamás te hubieses imaginado estar frente a tanta maravilla.

Una vez que termina el viaje en la curiara desempacamos parte de nuestras cosas en el campamento más cercano del Salto Angel: Isla Ratón (una pequeña comunidad indígena en los alrededores del Río). Desde ahí empieza un largo trayecto caminando entre la densa selva donde cada vez te sientes más pequeño y los mosquitos son desde infinitamente minúsculos hasta del tamaño de la palma de tu mano (llevarse un buen repelente es una increíble buena idea).

La idea del viaje es llegar hasta un mirador donde puedes ver como las aguas del Salto Ángel te bañan por completo. Sientes una gran satisfacción cuando llegas al campamento y duermes en hamacas a la luz de la luna en la chozas de palma que te unes a los cantos y hasta bebes el licor de yuca de los indígenas. Les comentó que es tan fuerte que yo sentí alucinaciones durante toda esa noche. Pero nada que mis amigos Españoles no hayan notado como para reírnos durante todo el camino de regreso.

Al momento de irnos nos invadió un sentimiento fuerte y a partir de entonces permanecemos en contacto y con ánimos de algún día poder volver a ir.

Por cierto… No… No vi ninguna tarántula como la de la película, aunque quise verla… Pero será seguro la próxima jejeje.