El aplauso va por dentro.

Una de las situaciones mas difíciles que podemos vivir es tener que depender de otros para sentirnos satisfechos.

Llega el momento en que sentimos que estamos en una carrera contra el viento. Corremos y corremos y no alcanzamos nada.

Todas las decisiones que tomamos en nuestra vida son pequeñas batallas. Batallas que solo nosotros podemos pelear y ganar.

Imagina que anhelas conocer Roma pero te sientas a esperar que alguien te regale una boleto de avión. Creo que te pondrás viejo antes de que pase. Tú tienes que levantarte y hacer lo que nadie puede hacer por ti. Luchar por tus sueños.

Debemos ser nuestro propio salvador.

Aprender a sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

Escuchar ese aplauso interno.

Hacernos el amor.

El trabajo es solo nuestro. Nadie puede hacerlo por nosotros.

Piensa en la ultima película que te encantó. Piensa quién fue su director fotografía o iluminación. Seguro que no lo sabes, pero sin ese inmenso grano de arena que ellos utilizaron la película no podría existir. Un trabajo casi anónimo pero indispensable.

No esperes el agradecimiento de otros, solo siéntate a disfrutar los beneficios o resultados de tu acción.

Recuerda que todo lo que haces es inversión. Una inversión en un proyecto que en ocaciones eres el único que puede ver la ganancias.

Porque el mejor aplauso es el que va por dentro.