Mi bella paloma blanca

Cada vez que te veo pasar por mi ventana, me pregunto: ¿a dónde vas mi paloma blanca?

Siempre que te miro llevas algo en tu hermoso y largo pico que despiertas en mí, una sublime curiosidad por saber: ¿de dónde vienes y a dónde vas?

Al pasar en vuelo, tu plumaje blanco vas luciendo tus bellas alas que agitas sin parar.

Desde lo más alto, vas sin perder el rumbo cada mañana.

A primera hora te veo, vas cargando algo en tu bello y largo pico, sin soltar lo llevas con delicadeza.

Dejas en mí mucha curiosidad al verte pasar y posar por un instante, observar tu labor de mensajera y al mirarte de nuevo, me vuelvo a preguntar: ¿adónde se dirige esta vez mi bella paloma blanca, quién será su dueño o dueña?

Cada vez que armas tu vuelo, mi paloma blanca, dejas la impresión de que no pierdes tu elegancia, cada vez que sales de tu nido hacia el destino diario: ¿a dónde vas?