Personas fugaces.
Un día cualquiera en el año 2014 salí de clases una tarde y tome un bus con dirección a cualquier lugar, en mis manos sujetaba un libro de antología poética, me senté junto a la ventana y a mi lado se encontraba un asiento vacio de pronto en la quinta estación subió al transporte un señor mayor, tomo sin dudar el asiento que estaba desocupado a mi lado, era un hombre alto, cabello blanco, de piel rosada, ojos grises y un poco gordo, vestía de traje negro, y llevaba con el un bastón, al momento de tomar el asiento tuvo un suspiro profundo como cuando te sientes muy cansado pero no físicamente si no emocionalmente. Yo iba distraída viendo las calles por la ventana y de pronto un presentimiento, el señor me observaba así que gire la cabeza para verle y él no dejaba de verme, después al pasar unos cortos minutos se disculpo conmigo diciendo: "Disculpe si la hago sentir incomoda y también disculpe si suena esto muy atrevido pero usted es una señorita muy bonita, tiene algo que me llama la atención pero no es su belleza exterior si no algo más allá de eso, es belleza interior de la que la mayoría de las personas carecen en tener, y eso lo refleja en sus ojos, su mirada me tiene con curiosidad de conocerla se ve que aguarda algo muy interesante, e incluso me hace recordar a mi esposa que desafortunadamente ya no esta conmigo"
Me dio algo de pena y le respondí con una sonrisa amable, le agradecí por su cumplido y lamente lo de su esposa por como estaba vestido y la expresión de sus ojos cristalinos supuse que venia de estar en un sitio muy triste, de esos sitios donde parte de nuestras almas se pierden y no vuelven a nosotros nunca mas.
Enseguida el señor me pregunto a que me dedicaba, y con emoción le respondí “ estudio en la escuela de artes Armando Reverón”, enseguida se sorprendió y me dijo “siempre me ha encantado las obras de Reverón, pero mi artista favorito siempre sera Vincent Van Gogh porque cada obra me hace tener esa sensación cuando uno se siente enamorado pero a la vez una sensación de tristeza.Yo vengo de despedir a mi esposa y todas esas sensaciones las sentí hoy, fue como tomar algo muy hermoso y después caer con el en un abismo, te aconsejo que jamas abandones el arte en todos sus aspecto porque es la única cosa en el mundo que nos hace sentir vivos, soñadores y libres" Me conmovió mucho hasta mis ojos volverse lluvia.
Llego a su parada y se despidió de mi con un abrazo y me dijo "espero y podamos encontrarnos nuevamente para que me preste ese libro que llevas en tus manos" Sonrió y bajo.
Después de años me lo encontré, él estaba en sillas de ruedas y una señora lo acompañaba, creo que era su hija. Le salude, me miro muy extrañado, sonrió pero se notaba que no se acordaba de mí le hable de como nos conocimos pero no recordaba nada y se disculpo conmigo, entonces me entristecí miré a su hija y dijo: " entiendo lo que sientes, hay veces que a mi no me reconoce" me regalo una leve sonrisa así que abrace al señor, le agradecí por aquellas hermosas palabras que me dijo esa vez y le di un beso en la frente, el me dio un apretón de mano y me fui. No tuve más que hacer así que fui por un café y un cigarrillo y solo me quede nefelibato y taciturno.
Esta muy buena tu historia