Hoy solo quiero desahogarme con ustedes.  La verdad es que desde la semana pasada he estado MUY emocionada por el hecho de estar tan cerca de la meta, y esa meta es graduarme de Psicóloga.  Mi primer día de clases fue exhausto, y no porque haya hecho mucho, sino porque tanta emoción que tenía me dejó agotada. Fue un día bonito en todos  los sentidos. AUNQUE... debo confesar que no tenía ni la más mínima idea de qué y con quién haría mi proyecto de grado, eso me tenía en partes muy tensa, hasta que apareció ese compañero/ amigo que desde inicios de la carrera no fuimos para nada unidos y JAMÁS imaginaríamos que nos complementaríamos casi a la perfección. Pasaron los días y seguía muy feliz. A pesar de que en estos momentos el ambiente en mi casa no es para nada favorable, seguía animada.

Pero... llegó ese día, ese amigo a quien tanto aprecio le tengo, abrió mis ojos referente a una situación que particularmente me incomoda y me hizo tomar la decisión de hacer las cosas mejor por esa persona que se quiere tanto. Se que al principio me costará, no lo niego. Pero estoy dispuesta a poner de mi parte para hacer de esos momentos incómodos, algo bonito. Y aunque tenga que salir de mi zona de confort y me haga sentir emocionalmente mal, como ahorita, cuando se quiere se hacen sacrificios y se lucha.