Talleres literarios | Día 3 | Los niveles de realidad
TALLER ROJO
Cómo conocí la caza de conejos
Sesión 1: Caza de conejos.
Papá se volvió adicto a la caza de conejos, enloqueció, seguramente fue después que mamá se fuera. Patrick, mi hermano mayor, dice que eso fue lo que lo desquició. En paz descanse el bueno de Patrick. No merecía aquella muerte.
Por aquel entonces vivíamos en el campo, en una empolvada casa grande y blanca. Yo era muy pequeño cuando mamá se fue, pero por las noches llorando y asustado, Patrick me inducía a imaginarla. Con voz inocente, me decía que ella siempre tenía los ojos seguros y claros y que cuando hablaba se podía saber si te amaba o no. “De seguro a ti te habría amado” decía para calmarme los sollozos. ¡Qué bueno eras Patrick! quizás eso fue lo que verdaderamente te mató. Tu tampoco conocías a mamá más de lo que la conocía yo – eso lo supe al rememorar lo que pasó después – sólo la imaginabas para después describirla para mí.
Mann, mi psiquiatra, dice que debo relatar todo lo que pasó para desahogar mi alma. Bien, aquí voy: en ese tiempo mi papá, el Gran Cazador, era una figura negra, dominante. Con su metro setenta y sus noventa kilos de musculatura daba la impresión de una fuerza inmensa. Patrick y yo vivíamos aterrados en la casa del campo, bajo su sombra. El Gran Cazador no siempre era serio; sonreía amablemente en muchas ocasiones, una gran sonrisa que sobresalía de su barba poblada; pero no te dejes engañar, esa era su peor sonrisa, la que te indicaba la tormenta y el golpe que como forma de rayo te cruzaba la cara hasta escupir sangre.
Pero lo peor eran los fines de semana; los domingos. Allí desataba todo su potencial, toda su locura, en sesiones de caza de las que volvía empapado de sudor, a veces con arañazos y cortes, y los ojos inyectados en espesa sangre. Llegaba a casa gritando:
— Esos hijoputas conejos corren. Son veloces Fran Fran. Me cuesta alcanzarlos muchas veces. Pero no, nunca se escapan. Conmigo, no.
El Gran Cazador, sin embargo, no siempre mostraba esa imagen intimidante. A veces, mientras hablaba a sus mastines, casi se podría pensar que pertenecía al género humano. Llorando en silencio mientras los bañaba podía despertar compasión. Además, ante la sociedad él era Irving, un respetado hombre de negocios. Pero eso era sólo un personaje, un teatro para su público; su verdadero ser era un depredador por naturaleza.
A Patrick le gustaba en ocasiones imitar a papá, digo, al Gran Cazador. Sostenía una escopeta de cartón y jugaba a disparar a conejos imaginarios. Los dos perros de caza del Cazador se excitaban en sus jaulas y ladraban de un modo taladrante. Valga decir que estos perros eran los verdaderos hijos del Cazador, a nosotros rara vez nos dirigía la palabra, y cuando era así, nos hablaba con una extraña voz que no era propia, era fingida, como si fuera un payaso de fiestas. Fingía su voz a sus propios hijos, pero a los perros les hablaba con normalidad. Bueno como dije, un día el Cazador entró y nos vio a Patrick y a mí jugar con las estropeadas escopetas de cartón y sonrió. Esta sonrisa era genuina, sus dientes amarillos se abrieron tomando a Patrick y haciéndole girar alegremente.
— Te enseñare todo sobre la caza de conejos. Sois unos buenos muchachos. Mis hijos. Mañana os llevaré a escoger a sus conejos.
Había algo en su voz, acariciadora y orgullosa, que me aterraba y me erizaba la piel. La ranchera del Cazador se detuvo en un bosque.
— Vengan. Escogeremos sus conejos.
— ¿En el bosque?— pregunté, porque en ese tiempo brincaba de la emoción. Nos dirigió con la excitación de los perros por una arboleda, era un camino conocido, se notaba en el desgaste del suelo. Al fin, llegamos a un claro frente a un lago; subiendo una cuesta había una pequeña cabaña.
— Allí. Suban. Yo mismo los crio. Los libero y comienza la cacería. Algunos son veloces otros no tanto. Intento ejercitarlos una vez por semana.
Patrick y yo subimos a la cabaña agarrados de mano, nerviosos. El Gran Cazador abrió la vieja puerta de madera de una patada. Dentro, no había nada. La cabaña era redonda y de madera. Ningún mobiliario. Solo una pequeña trampilla. Mientras Patrick la halaba tuve un pensamiento fugaz. “¿Si tanto caza conejos, por qué no los trae a casa?” La respuesta nos llegó en forma de imágenes. “Porque no eran conejos” Del fondo de la trampilla, en un sótano, nos miraban niños. Niños de unos cinco años gimoteando y abrazados entre sí, en calzoncillos, llorando.
— ¿Ustedes son cazadores?— preguntó uno con voz débil. Mi hermano y yo estábamos en shock. No nos salían las palabras entre los ladridos de los perros sobre excitados y la voz del Cazador diciendo que escogiéramos los más grandes, que esos corrían más.
— Los liberaré — susurró Patrick. ¡Pobre Patrick! no sabías que el Cazador, con su voz de payaso de feria y su sonrisa de amabilidad que se asomaba entre su barba poblada, no distinguía nada. Todos éramos conejos para él.
Se terminó la sesión. Tranquilos, pronto les contaré de la gran cacería.
ANÁLISIS
TALLER AMARILLO
Los vecinos de al lado
Al caer la tarde después de clases, nos reunimos en el patio trasero de nuestra casa una cuadrilla de niños, y comenzamos a decirlas, pero no las entendemos. Por ejemplo que significa coño y porque las personas se ofenden cuando le mentan la madre.
Un día en que las pelean se tornaron violentas, con golpes y voladura de platos, sus hijos se meten en nuestra casa y muy ufanos nos comentan que ya saben lo que significa coño. Coño, nos dice uno de ellos inflado de orgullo como un catedrático que está a punto de revelar un descubrimiento que cambiara el curso de la historia. Coño, repite, es culo y queda en suspenso esperando que un cataclismo se trague todo.
Nos miramos unos a otros sin entender. ¿Culo? Le preguntamos ¿y qué es eso? Culo, dice ofendido, es esto y se toca el trasero. ¡Ah culo!, repetimos todos y nos echamos a reír. Ahora hay que dilucidar que significa puta, cabrón, carajo y todas aquellas palabrotas que casi a diario se dicen nuestros vecinos de al lado.
TALLER AZUL
Relato de una Lesión Musical
Por fin llega el metro. Se abre el telón de metal y vidrio. ! Que comience la función! Hago mi aparición en las tablas inorgánicas y nada pasa, nadie aplaude nadie me recibe de pie. Por ahora sigo siendo un pez más en tan vasto mar de gente. Aún no saco el arma que me identifica. Está guardada en el bolso que llevo con celo en mi pecho.
Me dispongo de pie y en el inicio del vagón. Miro a todos mientras desenvaino el arma sonora. La gente hace su gráfica y me quedo con el 50% del público presente. El resto de las personas siguen en la sala, pero su interés se ha ido junto con sus almas.
Me ahorro discursos innecesarios. Ellos ya saben el por qué y el para qué. No soy el primero ni, lamentablemente, seré el último.
Apunto mi cuerpo, preparo mis pulmones, y salen disparadas mis notas sin cansancio a pesar de que vienen de muy lejos. El aire se rompe con facilidad gracias a la inmensa tensión que sólo puede ser creada por una caja con ruedas que apresa a decenas de seres silentes y recomendablemente ignorables. El vacío que deja la grieta se llena de música, música de hambre, música de miedo, música de fe y esperanza. Todo junto. Música venezolana. Valses, joropos, pasajes, aguinaldos y uno que otro merengue buscan entrar en el corazón de los usuarios y ablandar sus bolsillos.
Mientras mis dedos se mueven y mis labios funcionan, mis ojos escrutan el espacio en busca de dos personajes -malintencionados y oyentes. En ese preciso y necesario orden-. Cuando estoy seguro de que el peligro no aguarda hasta el próximo vagón, me dedico a mirar rostros y, en especial pupilas.
No pasa mucho tiempo cuando mi mirada choca vorazmente con la de otro ser y, produciéndose una de luces, estrellas y fuegos artificiales, la humanidad misma se contenta tras la realización medianamente consciente del inconsciente colectivo. Es la conexión divina con la que todo músico sueña por la noches; la añoranza que prela el deseo a la amada. Recibo de las miradas vida que me permite seguir tocando, pues cada aliento que expulso es una ofrenda a la muerte y cada mirada que observa resuella para darme el vivir. Con la simbiosis perfecta ya instaurada a mitad de canción, se crea un círculo autosuficiente, un mandala eterno que les da vida a ellos y a mí; dejando marcas en el alma cual tinta en la piel.
Cuando la música acaba, el vacío se vuelca sobre nosotros trayéndonos de nuevo a la realidad; más fuertes, más sensibles, más humanos. A algunos les da por aplaudir, uno que otro por llorar, pero la mayoría de las veces extienden sus billetes hacia mí y cantamos al unísono un “gracias” fraternal.
En algunas ocasiones son ellos los protagonistas.
Una madre sin techo y sin marido, con dos niños a los costados y uno alimentándose en su regazo me ofrece mil excusas por lo poco, mientras que me ofrece el billete de más alta denominación que le dieron ese día.
Unos niños huérfanos de padre que de por madre interpretan al árbol sin hojas que los acoje por las noches, corretean hacia mí, entrompándose unos con otros para ser uno de ellos, el primero en entregarme el preciado billete. Más tardo yo explicándoles que ellos lo necesitan más que yo, de lo que tardaron ellos en recibir el maldito papel que por horas esperaron bajo el sol de mediodía en un semáforo popular. Ellos deshacen su carrera con pasos rasos y caras largas; yo recojo los pedazos de mi corazón deshecho en el suelo de mi ser.
Profundas impresiones nos dejamos mutuamente el público y yo. Nos hemos cambiado el día, llegaremos a casa menos hambrientos de esperanza y más abiertos a soñar.
Este milagro en el hades donde se supone que la presencia de Dios es prohibida, se repite una y otra vez a lo largo de cada vagón. Colmando los minutos y las horas de menos apuro entre parada y parada.
De Palo Verde a Propatria. De este a oeste acuna el tren la tonada subterránea, arrullando a quien la escucha y azuzando a quien la toca...
DINÁMICA
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Cordialmente,
Daniel Camacho.
#Taller Amarillo
Buenas tardes a todos. Me toca comentar el cuento "Los vecinos de al lado", de @mariqyes. Luego, comentaré los otros cuentos por separado.
"Los vecinos de al lado" es un brevísimo texto con intención humorística, o al menos eso me ha parecido. Su humor deriva de la ignorancia que tienen los niños del cuento sobre ciertas palabras; palabras de significado preciso para los lectores adultos. Aquí apunto lo que me parece una inconsistencia del texto: es poco verosímil que los niños desconozcan la palabra "culo" y conozcan "trasero", que se usa mucho menos en el lenguaje coloquial.
Aparte de eso, puedo decir que es un cuento bien escrito, aunque me da la impresión de que la autora no se esforzó demasiado en construir una historia. El suceso contado se agota en sí mismo: los niños escuchan algunas vulgaridades y van dilucidando su significado; a veces se confunden (igualan "coño" y "culo"), pero no sucede nada más. Es un cuento sin desarrollo, los personajes carecen de características propias (pueden ser enmarcados en la categoría "niños", y no sabemos si tienen cinco u ocho años, si son varones o hembras, etc.), no hay clímax, conflicto ni tensión, cosas todas necesarias para la construcción de un buen cuento.
Estas cosas que menciono no son teóricas. Insisto: un cuento se construye con personajes más o menos definidos, y cuenta con una tensión creciente hasta el clímax que se debe resolver al final. Al lector le debe quedar una imagen de esos personajes, de sus conflictos. Un cuento siempre es más redondo que la realidad porque es una historia con sentido; no una simple historia.
Ahora bien, le pediría a @mariqyes que pensara en el tema de su cuento. ¿De qué trata tu cuento? Si respondes eso, no necesariamente en este momento ni aquí, encontrarás cómo continuarlo, cómo desarrollar la voz de su narrador. Como sé que este es un tema complejo, estoy a la orden para aclaratorias.
Saludos.
Interesante y muy buena tu observación. Fue un pequeño relato que hice al azar con la intensión de mejorarlo, pero tuve el craso error de mandarlo sin haberlo corregido lo suficiente. Pido disculpas por la lijeresa que me tome al mandarlo de esta manera, en otra ocasión enviaré otro mas elaborado y tendré mas cuidado. Gracias por tus consejos que tendré pendiente.
Gracias, @mariqyes.
Justo la idea de los talleres es trabajar textos que se quieran pulir para un concurso, o textos que se consideren "terminados". Así nos beneficiamos todos de ayudarte a mejorarlo.
Saludos,
D.
Gracias por tu claridad, Rubí. Excelente propuesta.
D.
Completamente de acuerdo con el comentario exhaustivo hecho por el moderador del Taller Amarillo, @rjguerra, al cuento "Los vecinos de al lado" de @mariqyes.
De Ivonne Cruz desde Youtube:
#TallerRojo @poesiaempirica: por primera vez a lo largo de esta semana, estoy en desacuerdo con Daniel jajajajaaja
A mí me parece que sí queda muy claro cuál es el nivel de realidad del narrador y además me parece fantástico el trato que le diste. Para mí el narrador está loco, consecuencia de la situación traumática vivida al ver a su padre matar a su hermano.
De hecho, voy a dar mi interpretación completa del relato:
Este narrador vivía una realidad como la nuestra; una experiencia traumática que involucra a su padre y la muerte de su hermano, lo dejó completamente loco y es por eso que está en sesiones con un psiquiatra (ojo que no dice psicólogo, sino PSIQUIATRA. Muy bien, ahí). Él ha creado toda esta fantasía de los conejos y el cazador, como una manera de explicarse a sí mismo lo que sucedió, como para asimilarlo. Esto explicaría el porqué el tono irónico, la desconexión emocional con su hermano. Al estar demente es incapaz de generar un puente emocional con lo que pasó. De más está decir que me parece brillante, no solo la historia sino la forma de contar.
Describís muy bien y sos una gran narradora, me fascina el trato que le diste al Gran Cazador y el final deja clarísimo que las sesiones no son de cacería sino con el psiquiatra ¡VENUSTO!
#TallerAmarillo @mariqyes: ¡Terminá ese relato, por Zeus! Jajajajajajajaja Me dejaste con ganas de saber más; me emocioné mucho con la línea de darle significantes a las palabras desconocidas, pero que los niños tampoco le encontraban malicia, por ejemplo a "culo". Tenés una idea fantástica aquí, creo firmemente que deberías darle un giro o un cierre. Tal vez sea solo mi percepción, pero la necesito. Hacelo por y para mí, vaya jajajaajja.
Me encantan las historias breves, pero sustanciales. Esta es una de ellas.
Muy real, muy cotidiana, es claro el nivel de realidad aquí y no creo que necesités de ningún elemento fantástico que agregarle.
#TallerAzul @miguelvargas: narrás muy bien, Miguel. Es como si con mucha diplomacia me contaras algo muy triste o feo, así que no lográs incomodarme y me quedo leyendo.
Sin embargo me costó mucho trabajo conectar la primera parte con esa segunda después de ese título al medio.
Como decía alguno por aquí y voy a parafrasear "la realidad nos regala historias fantásticas" y vos estuviste lo suficientemente atento como para encontrar una.
Saludos @decomoescribir, aquí va mi respuesta en agradecimiendo a Ivonne Cruz:
Gracias por leerme Ivonne, una de mis preocupaciones era que el texto no llegara a personas alejadas de la realidad caraqueña. Tu comentario me contenta y me reafirma una duda tipográfica que tenía.
Esa especie de subtítulo considero que fue un error de mi parte, mi intención no fue separar el texto en dos, sino más bien darle más peso a aquella oración. Editaré el texto disminuyéndole el < hx> o simplemente poniéndolo en negritas.
Ah, bien, entonces lo releeré asumiendo que no es un título. Gracias por la aclaración :)
Taller amarillo: Muy jocoso tu comentario. ¡Por Zeus!! me reí tanto con tus ocurrencias. si, lo voy a pulir, tu sugerencia es muy buena.
De Silvio Hernández de Youtube:
Taller rojo. @poesíaempirica. "como conocí la caza de conejos"
Puedo decir que me encantó este relato, como manejas los niveles temporales, es algo que mi particularmente me gusta y entiendo que el hermano de Patrick es el narrador y esta en ese momento en una sesión psicologica contando todos los hechos que sucedieron en su vida despues de quedar huerfanos de madre, como fueron maltratados por un padre "loco", pero lo interesante es ese juego donde la sesión parece desaparecer para presentarnos la realidad de como ocurren los hechos y presentarlos como si estuvieran ocurriendo en ese momento, y como fue marcado por las cosas que hacia su padre el gran cazador, cuando asesinaba niños como si fueran conejos. Puedo decir que este cuento no termina con este texto porque deja abierta la puerta a otras sesiones, muy buen trabajo, me encantaría leer las sesiones por venir.
Taller Rojo
El cuento Cómo Conocí la Caza de Conejos, me atrapó desde el comienzo y me fue presentando distintos escenarios, en un primer momento pensé que quien narra estaba en alguna institución y contaría como había matado a Patrick, llegué a pensar que intencionalmente, porque no sentí sentimiento alguno cuando dice “en paz descanse el bueno de Patrick”, eso lo fui corroborando porque sentí que había una relación adversa entre los hermanos que tenía que ver con la ausencia de la madre y lo que uno a otro se decían de ella y leí con esa idea precisa, estaba esperando el tiro accidental cuando de repente surge un final totalmente inesperado. Nunca me imaginé que sería eso, y me surgen dudas porque al parecer es una práctica que suele hacer los domingos ¿de dónde salen tantos niños?, ¿no los echan de menos en el pueblo?, supongo que esa era la idea, dejar al lector con múltiples preguntas. El cuento tiene fuerza en la descripción y muy buen manejo de los aspectos básicos del lenguaje. Felicitaciones.
@poesiaempirica
Taller Amarillo
Este cuento trajo a mi memoria a Beatriz, La Polución, de
Mario Benedetti, por la duda que tienen los niños con respecto al lenguaje soez de los vecinos. @mariqyes nos muestra la preocupación de los adultos por el aprendizaje de las malas palabras de parte de los niños. Pero se intuye al mismo tiempo que los niños juegan con los hijos de las personas de lenguaje soez, me habría gustado sentir más la manera de hablar de los niños porque siento que el lenguaje está siendo utilizado como si se tratara de un adulto y no de uno de los muchachitos.
Taller Azul
Felicitaciones @miguelvargas, tu cuento me ha dejado envuelta en una atmósfera indescriptible. Ya escribí por allí que suelo valorar la literatura por lo que esta provoca en mí, no sé si sea válida esa manera de análisis, pero es un permiso que me doy para poder estar aquí con todos ustedes disfrutando de sus análisis.
He entrado a ese metro, gracias al poder de tu narración, he escuchado la música y he salido lesionada de allí, he sentido la conexión de la que hablas, he percibido el reconocimiento de los dolores ajenos, me he sentido agradecida de una música que no he escuchado sino en mi imaginación gracias a tu cuento, yo no le cambiaría nada. El cuento está hecho ya. Leí dos veces al comienzo parece que es un atracador quien entra al mismo y luego se dibuja como alguien que se gana el día a día haciendo música, como esas genialidades que se ven en las plazas o sitios concurridos y arropan con sus sonidos logrando hacer olvidar por momentos las propias carencias. ¡Gracias!
"#TallerAmarillo
Gracias por tus observaciones, me enriquecen y alientan a mejorar. El cuento lo escribe recordando mi niñez donde unos vecinos tenían unos hijos acostumbrados a escuchar grocerías a diario. El lenguaje que utilizo es el de un adulto rememorando un hecho de su niñez. De nuevo gracias.
Eso es muy bueno, cuántas anécdotas no atesoramos de la niñez que se pueden volver historias. Sigue adelante, para continuar leyéndote.
@charjaim,
Siempre un inmenso gusto leerte. Gracias por ser gran parte de este taller.
D.
agradezco mucho tu comentario @charjaim. Ciertamente, uno de los objetivos primorosos de cualquier expresión artística, es mover, y mover mucho.
Tus palabras me generan sonrisas, gracias por leerme.
Taller Rojo
@poesiaempirica: desde el primer párrafo ya tienes un microrrelato montado,y toda una trama,sencillamente estupendo, y me encuentro en un gran predicamento al tener que comentar una obra de alguien que lo hace mejor que yo y con mucha mas experiencia, pero lo intentare.Cuentas y nutres estupendamente a todos los personajes, en especial al principal.Usas todos los símiles y adjetivos adecuados, muy brillante en verdad.Incitas a la imaginación en varias partes, a mi me puso a volar cuando hablaste de "la escopeta que disparaba a conejos imaginarios", en mi mente logre recrear la escena, es un detalle que considero muy importante en todo escritor.Logras diferenciar a los personajes en sus diálogos, que buen uso de recursos realmente.Y como no podía esperar menos de usted, un inesperado final que da un vuelco total a la historia.Todos los ingredientes para dejar enganchados a tus lectores, maravillosa y divertida lectura.Yo no le mejoraría nada, así como esta, me parece estupendo.Taller Amarillo
@mariqyes: creo que la intención del relato es ser cómico, lo logras, pero me parece que divagas mucho en los primeros párrafos, es decir, lo encuentro un poco insípido, como que le faltase algo mas de sabor, que ya al final, logras ponérselo.Yo agregaría mas acción al principio como para captar mas la atención del lector, recuerda que las primeras palabras son las que hacen que nuestros lectores quieran seguir leyendo, en mi opinión, el desenlace esta bien, un relato corto y entretenido, salvando las observaciones que a mi parecer debes modificar al principio.
Taller Azul
@miguelvargas: empieza el relato con una intriga, allí ya enganchas.Das un giro inesperado usando símiles, creía que era un arma y resulto ser un instrumento.Tienes buen manejo de la palabra escrito, yo encuentro que te enfocaste un poco de mas al describir el ambiente, mejoraría eso y hablaría mas de las intenciones del protagonista.En general me ha parecido bien, hay cosas que pulir como lo que te digo acerca de que no sobrecargues demasiado el relato con descripciones, porque me dio esa impresión, de resto, tienes un estilo muy personal para relatar el día a día en el metro de caracas.Un placer compartir contigo pana.
#TallerAzul
Cordiales saludos, @reinaldoverdu. Gracias por compartir tus impresiones. Me llama la atención tu comentario por lo paradójico que puede resultar. Fíjate: la descripción es una de las modalidades discursivas que tiene mayor predominio en los cuentos y las narraciones en general, luego de la narración, por supuesto. En el caso del cuento de @miguelvargas pienso que las descripciones son parte fundamental en la evocación de atmósferas y para dibujar las emociones y las sensaciones del músico y de sus espectadores. Sin esas descripciones el cuento pierde densidad, quedaría sin nada.
Gracias por compartir. Un abrazo.
Estoy de acuerdo,pero mi sugerencia va con la intención de impulsar a mis colegas a que exploren nuevas posibilidades,siempre me ha parecido que estancarse en una sola cosa no rompe el ciclo y aunque soy enemigo de salir de mi zona de confort,se que es muy necesario hacerlo.Por cierto en mi publicación de hoy,que haré dentro de un rato,converso sobre eso.Próximamente haré un relato que no este basado en descripciones para demostrar que si se puede lograr un material bueno, ta te estaré invitando para que me critiques,que para mi eso es importante colega.
Descripciones en la música: paradójico y sin embargo, no hay otra forma de abordarlas. Escribir sonidos; escuchar colores; oler un tacto.
Gracias por compartirnos, Reinaldo.
D.
Hola @reycard! Será posible que puedas leer las correcciones de mi relato? Es que hice algunos cambios y me gustaría que me dieras tú opinión. Saludos!
Sería un gusto; envíalo al correo [email protected]
" #TallerAmarillo"
Gracias por comentar y darme valiosos consejos. En el futuro me acordaré de tus palabras y mejoraré.
Buenísima aportación, mi estimado.
D.
Gracias por tus palabras amigo. Me llenan de placer y me hacen seguir adelante en lo que tanto me gusta hacer. Un abrazo
Muchas gracias por tu opinión @reinaldoverdu. Fíjate que llegué a cuestionarme la falta de acción en el relato.
El problema es que esta es una historia que aún no acaba. Es un proyecto en el cual deseo plasmar toda mi historia del cómo y el por qué me lesioné (tengo una lesión en los músculos de los labios que me impide tocar al 100%). Tomé la decisión de introducir en los primeros capítulos al lector dentro de mi psique, que entendiera lo que siento, para luego dar rienda suelta a la acción, haciendo cierta aceleración en el tempo literario.
Me quedó la duda si fue la decisión correcta, pero comentarios como el tuyo y por supuesto de @reycard, esclarecen mi camino para poder contar mi vida - y la de muchos- mejor.
#TallerAzul. Hace falta ser Venezolano y experimentar el día a día en la selva de cemento, en el metro, en el transporte publico para sentir en carne propia la carga de emociones que transmite tu relato. A modo de corrección, por mi parte solo cuidaría algunos signos de puntuación, de resto me pareció fantástico!
Esa selva me suena muy conocida.
D.
TALLER ROJO
Wow @poesiaempirica me gustó mucho tu cuento, a excepción de alguna u otra oración que podrías suprimir para hacerla más fluida, creo que haz hecho un gran trabajo.
TALLER AMARILLO
Muy bueno el relato, me hizo recordar a unos vecinos que tuve hace un tiempo, menos mal que sólo estuvieron un par de meses. Volviendo al cuento, el único dilema que tengo es con esta frase : " sus hijos se meten en nuestra casa...", y no sé a que hijos te refieres, ¿a los de los vecinos?. En cuanto a lo demás, se nota que tienes talento literario, te felicito.
2 #TallerAmarillo Buenas y muchas gracias por tu comentario. Si, los hijos son de los vecinos. Debo corregir ciertos detalles que en ocaciones se nos pasan, sin notarlo.
Gracias, @biviang.
Me gusta muchísimo tu entusiasmo como observadora. En los siguientes talleres tendremos el gusto de leerte.
D.
@bivianlg Muchas gracias por su aporte y, al igual que usted, en una segunda revisión también note oraciones muy largas que podrían ser suprimidas. Gracias de nuevo, y aun abrazo.
"#Taller Rojo" ¡Qué historia esta @poesiaempirica ! Queda uno en vilo durante la trama y con esa sensación de tristeza y paradoja al final. Parecen cosas de Alfred Hitchcock. Gracias Daniel por tu análisis, interesante lo del narrador y lo narrado.
Un gusto :)
D.
" #Tallerazul: @miguelvargas
Por un momento, como una ráfaga, pensé en un arma de fuego, pero magistralmente nos aclaras que es un arma sonora. Sentimental y triste relato de una realidad que sabes plasmar de una manera tan conmovedora. La parte que mas me toco fue la de los niños, donde escribes " yo recojo los pedazos de mi corazón deshecho en el suelo de mi ser". Extraordinario relato cargado de una realidad que nos asombra y enloquece.
Gracias por tus comentarios, María. Concuerdo y siento esas palabras.
D.
"una realidad que nos asombra y enloquece".
Te robo esas ñultimas palabras @mariqyes, y es que fue precisamente el deseo de no enloquecer lo que me llevo a escribir esta serie de relatos que cuentan una parte de mi historia, y la de muchos.
Son las letras las que le dan sentido a lo que vemos, me alegra que te haya gustado. Gracias por leerme.
#TallerRojo "Cómo conocí la caza de conejos" @poesiaempirica
Es un cuento sumamente interesante y terrorífico. Solo daré tres consejos sobre este cuento:
#TallerAmarillo "Los vecinos de al lado" @mariqyes
Es un relato muy breve del cual diré un par de cosas: Una de ella es que este texto carece de una cierta lógica. Y es que se supone que el relato está siendo contado por niños y tiene un lenguaje un tanto maduro para ser un relato contado por niños. Palabras como "marasmo", que no yo que estoy en una etapa universitaria la desconozco, es muy probable que un niño la desconozca. Entonces, me queda la duda, ¿Quién es realmente quien está contando la historia? Un niño o un adulto. Creo que hacerse esta pregunta es necesaria para corregir este inconveniente.
Lo otro que puedo decir, es que el relato no tiene ni un principio ni un final. O tiene un principio pero no tiene un final... Para no plantearlo de la misma manera de @rjguerra, lo planteo así: ¿Por qué desean aprender lo niós que significan estas palabras? ¿Cuál es el problema que las aprendan o no? ¿Qué conflicto conlleva eso? ¿Cómo resuelven ese conflicto?... Son preguntas que se deben examinar minuciosamente frente al relato.
#TallerAzul "Relato de una Lesión Musical" @miguelvargas
Amigo, @miguelvargas. Tu relato me pareció un poema más que un cuento, para serte sincero. Y, al mismo tiempo, un relato con una finalidad de autoayuda. Por eso noto que el texto está más enfocado en contar los sentimientos y de la percepción que tenemos de las personas y que fuera de esa percepción hay una realidad mayor. Y esto haces que el relato pierda fuerza en el suceso. Al igual que pierde fuerza el personaje.
Si llegas a hacer algunas correcciones me gustaría volverlo a leer. Por favor, avísame si las haces.
Saludos.