Novela de ciencia ficción - El artista de los sueños - Parte 1

Me fui a la cama temprano para levantarme a la mañana, pero no podía dormir. Me encontré pensando en lo que iba a decirle a Nur cuando estaba persiguiendo al hada dormida. Así que mi emoción aumentó más, y mi sueño se había ido. Mi mayor temor era no estar con Nur tan pronto como se abriera el cementerio. No he llegado tarde durante cuatro años en ningún aniversario de mi muerte, y esta vez no pretendía llegar tarde.

Cuando me di cuenta de que me era imposible dormir, me levanté y crucé la pantalla de la pared en el pasillo. He comprado las flores para Nur con anticipación y las puse en el agua, determiné la ropa que iba a usar y las guardé. Pensé que todos los preparativos que tenía que hacer estaban completos.

Me gustó la primera parte de la serie de ciencia ficción recomendada por la pantalla mural. Así que vi los cinco episodios restantes uno tras otro. Cuando la serie terminó, el reloj llegó tan tarde que no tenía sentido dormir. Cuando estaba recostado en el sofá de la sala de estar medio adormecido, el sonido de las explosiones salió del cielo. Miré por la ventana, y misiles fueron enviados al cielo desde las torres meteorológicas esparcidas por todo Estambul para evitar que se acerque un huracán. Después de pasar un tiempo en casa, salí de mi apartamento hacia el ascensor y salí a la pista en la terraza. El clima no ha comenzado a iluminarse todavía. Me subí a mi quadcopter y le dije que me llevara al cementerio de Alibeykoy.

Cuando me acercaba al cementerio, los recuerdos de los hermosos días que pasamos con Nur me atacaron la mente. La imagen más clara en mi mente estaba caminando en una playa en Antalya cuando la luz del sol golpeó su cabello desde atrás. Recordé lo feliz que estaba en aquella hermosa tarde de julio cuando vi brillar a la luz el cabello de Nur. Toda esa belleza quedó atrás. Las gotas de lluvia se concentraron y dispersaron en el vidrio del quadcopter, y las bombas climáticas en el cielo continuaron estallando una tras otra.

Después de aterrizar en la pista municipal cerca del cementerio de Alibeyköy, esperé en silencio a que entrara el guardia y abriera la puerta del cementerio. El guardia era un hombre disciplinado, no tuve que esperar demasiado. Cuando la puerta se abrió, caminé con un ramo de flores en la mano y fui a la tumba de Nur. A pesar de todos los misiles lanzados, estaba lloviendo sobre el cementerio. Tuve el agua de lluvia que fluía a través de mi cabello, fluyendo por mi cuello, empapándome hasta los huesos. Dejé las flores que traje junto a la tumba de Nur, y ninguna de las palabras que pensé que le diría a ella vino a mi mente. Ella estaba bajo tierra, y yo estaba vivo. Fue una gran injusticia porque Nur era mejor que yo. Me quedé ahí parado y no sabía qué hacer. Desafortunadamente, no había otra mujer como Nur en la Tierra. Después de unos minutos de lágrimas en su tumba, me fui sin despedirme de ella.

Me fui a casa, me puse el pijama y me fui a la cama. Mi cuerpo estaba adormecido debido al insomnio y la tristeza, y cuando estaba dormido, un mensaje llegó a mi computadora móvil con el código de "emergencia". Mi ex jefe, Tunç, quería que estuviera en la dirección que dio en el traje oficial en una hora. Me levanté leyendo maldiciones de mi fortuna negra; Le dije a mi servicio de android Asima que me preparara algo para comer, me cambié, desayuné, y salí de casa. Con la ayuda de las bombas climáticas, las nubes se dispersaron en el cielo y el sol de la mañana comenzó a iluminarse.

Unos diez minutos después, aterricé en la pista del edificio histórico en la costa del Estrecho de Estambul con mi quadcopter. El sonido de las cuatro hélices que zumbaban sobre mí se detuvo, se abrió la puerta de mi quadcopter y aterricé. Mi cuerpo no se sentía cómodo con trajes que no había usado en mucho tiempo. Creo que he llegado al final de unas largas vacaciones. Tanto la actitud que tomaron al llamar como la naturaleza del lugar de reunión mostraron que el trabajo era serio. Quedé atrapado en la sombra móvil del árbol del avión al lado de la pista. En lugar de caminar por la colina, me senté en una de las orillas de los árboles. Bajo el cielo que fue bañado por la lluvia, la imagen del plátano era admirable. Bajo la luz especial del sol de la mañana, las grandes hojas del árbol se soltaban en dulce armonía. Además del árbol plano, observé pinos, tilos con ramas desnudas encima, y ​​álamos con hojas bailando en el viento. Un paquete de cuervos vino y fue puesto en las ramas del árbol. Por un rato, miraron a su alrededor. Uno de los cuervos gritó como si estuviera enojado con los demás. Los otros cuervos, que escucharon este sonido haciendo eco en el silencio de la mañana, se quedaron quietos, mirando al cuervo negro, como los Derviches encantados por una melodía. El gran cuervo volvió a gritar con su fuerte voz durante el silencio de los otros cuervos. Luego todos se fueron y desaparecieron detrás de los árboles como si nada hubiera pasado. Mi madre habría interpretado esto como un signo de mala suerte para mí.