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Momentos Turbios, Momentos de Paz

Hay momentos turbios donde todo lo que te rodea es una tormenta de estrés y regaños. Donde para salir adelante debes cumplir expectativas que ni siquiera sabes si puedes alcanzar. Una monotonía abrumadora entre el cumplimiento hacia personas que no harían lo mismo por ti, y la necesidad imperante de ser aceptado en una sociedad laboriosa donde cada error pesa demasiado.

Así vivimos, así me siento a veces. Estando atrapados en un vórtice de responsabilidades y exigencias que limitan tu potencial, pues te obligan a cumplir sueños y metas de otras personas, y no desarrollas tus verdaderos sueños. Suele repetirse la frase "si no cumples tus sueños, alguien más te contratará para cumplir los suyos". Es una devastadora realidad, y una motivación si lo piensas bien.

Suelo escribir de muchas cosas, suelo soñar de miles de cosas más. Es mi pasión, mi hobbie y mi desahogo en muchos casos. También es parte de mi trabajo redactar contenido que alguien más leerá y deberá convencerse de comprar el producto en cuestión que estoy ofreciendo. Algo no tan bonito desde mi liberal sentido de la escritura amateur.

Esta vez hago una introspección hacia mí mismo, buscando caminos e inspiración para llenar mi blog no sólo de mis pensamientos, sino también de un compartir con personas que adoran escribir y que lo hacen mejor que yo. En el camino me encontré con los mismos viejos temores, sobre si mi vida ha tenido un propósito, si lo que escribo vale la pena, si mi trabajo me llenará de felicidad o debo buscar mi propio camino.

Indudablemente la respuesta no puede venir de forma rápida y contundente. Es un proceso que debo explorar y meditar, e invito lo mismo a quienes me leen. Muchas veces las cosas no resultan bien, atrapados en el vórtice de la monotonía que ya describí al principio del post, y que salir del mismo resultaría una catástrofe aún peor. O quizás una mejor vida.

Hay que atreverse, me suelo decir. Hay que intentar cosas nuevas, vivir la vida mientras estás vivo. Escribir, comer, besar, amar y luego reflexionar. Al final del día hay que satisfacer nuestras propias ambiciones, sueños y esperanzas. No todo se trata de estar en una oficina ganando dinero y gastándolo. Siempre hay algo más.

Y justamente al buscar una imagen referencial, encuentro ese bosque que evoca muy bien lo que quiero expresar. Un momento de paz para vivir, para estar alejados de la tecnología y las responsabilidades. Ser un hombre simple viviendo simple, descubriendo y explorando. Para mí, ese bosque representa una interesante aventura que deseo compartir con mi amada. En ese simple sueño, vuelan las letras en mi mente y las atrapa el teclado.

Hay momentos turbios, y también los hay llenos de paz.

Escribí esto improvisado, simplemente me tomé un momento al final de mi jornada laboral para escribir lo primero que se me vino a la mente. Un poco como terapia para desahogar las presiones que cargo encima.

Si te gustó agradecería tu comentario y tu propia reflexión.

¡Hasta la próxima!