Un nuevo Waterloo ¿en Moscú?

"Aun en esta semana post mundial, hay muchas cosas por resaltar"

Bien es cierto, que la cordialidad y el amor repartido por la presidenta croata en medio de la lluvia se llevo todo el protagonismo de las noticias junto con el hecho en sí, mas aun por la incompetencia del protocolo al servicio de Putin, incapaz de protegerla del tormentoso aguacero que caía, fueron estos los hechos más resaltantes de la celebración. Mi mente, de alguna manera sin saberlo como, se traslado al aguacero de la Batalla de Waterloo.

Hablamos entonces del año 1815, fecha en la cual se da esta batalla que a la postre significo el acabose final para el emperador Napoleón Bonaparte y para las fuerzas Francesas, quienes dominaban Europa para aquel entonces. Esta derrota para Francia, se produciría en medio de una feroz lluvia que azotaría los terrenos de Waterloo en medio de la refriega.

Pues sí, y es que según la célebre novela “Los Miserables” escrita por el famoso escritor Víctor Hugo, fue el hecho meteorológico lo que implicaría en la derrota de Napoleón, ya que como el mismo escribe en su obra: “Si no hubiera llovido el 17 de Junio de 1815 el porvenir de Europa hubiera cambiando”

Para hacerles una breve y resumida historia de lo que se trato esta batalla, comenzare diciéndoles que la batalla de Waterloo, como bien las fuentes bibliográficas lo dicen, se trataba de un combate entre las fuerzas francesas comandadas por Napoleón Bonaparte contra los ejércitos holandeses, británicos y alemanes dirigidos por el duque de Wellington y el ejercito prusiano del mariscal de campo Gebhard von Blücher.

Este conflicto tuvo lugar en Waterloo, un sitio ubicado a 20 kilómetros del sur de Bruselas, hoy día ciudad de Bélgica. Napoleón al regresar de su exilio de la Isla Elba y regresar a Paris, inicia una contienda, históricamente denominada los “Cien Días” en la que la séptima coalición (encabezada por el Reino Unido, Rusia, Prusia, Suecia, Austria y Alemania) protagonizaría las ultimas de las guerras Napoleónicas tanto como el imperio francés de Napoleón Bonaparte.

EL objetivo primordial de Napoleón era derrocar a los aliados, en una maniobra echa por separado, primero con los ingleses y luego con los prusianos. En las primeras horas del combate Francia pudo cumplir con el guion escrito por Napoleón y parecía que las cosas le favorecían, pero las cosas cambiaron cuando en horas de la noches un torrencial aguacero complicaría las cosas, haciendo retrasar las maniobras planeadas por el emperador francés y que además, iría poco a poco diezmando y debilitando los soldados franceses, mientras Napoleón esperaba que la tormenta pasara y las condiciones del terreno mejoraran.

Pero esto, no sucedió, el terreno empeoro y para complicar más las cosas, muchos soldados franceses murieron de hipotermia y es ahí cuando el ejercito prusiano ataca con mayor fuerza aprovechando la debilidad del ejército francés. En consecuencia, Napoleón daría la retirada y la batalla finalmente estaría totalmente perdida así como también, significaba el fin del impero Napoleónico en toda Europa.

Una lluvia parecida era lo que caia en el estadio Luzhniki de Moscú, al momento en que el equipo francés levantaba la copa Mundial de la FIFA. Con la gran diferencia que esta lluvia, haciendo una analogía entre futbol e historia, parecía bendecir a los jugadores franceses por la victoria obtenida. Quizás de alguna forma Napoleón desde donde se encuentre, celebraba de igual manera y parte de esa lluvia era para condecorar el orgullo francés, que se había vuelto liquidado por la naturaleza. Hoy la naturaleza premiaba a los franceses en tierras rusas…

Quizás, todo esto pudiera sonar exagerado, pudiera parecer una retorica utópica en la mente de un soñador, pero si algo es seguro, es que el mundo debería construirse y hacer historia por hazañas deportivas y que de lado queden las guerras y los conflictos bélicos como parte fundamental de nuestra historia como sociedad. ¿Sera?…

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