El día de hoy estoy bastante triste pensando en un amigo que jamas podre olvidar, el 28 de Junio del 2017 me tuve que separar de Odin

El no era El Rey de Asgard, si no un pequeño y alargado perro pinchicha (como cariñosamente le decíamos a la mezcla racial de la cual provenía, una Dachshund o perro salchicha, y un Pinscher).

Estaba próximo a cumplir 3 años el 20 de Agosto, era un perro con mucha energía, hacia muy poco ruido, eras bastante cariñoso y muy singular, y no por sus genes, si no por que se crio rodeado de gatos, y frecuentemente luego de tomar agua procedía a darse un baño de lengua algo bastante gracioso cuando lo hacia.

Ese día me toco irme de viaje hacia Colombia, me mudaría con unos familiares, trabajaría y luego volvería por mi mascota y mis pertenencias. El veterinario que lo revisaba frecuentemente acepto cuidarlo durante el tiempo que estaría de viaje. Estaba a buen recaudo, jamas pensé que algo malo le fuese a ocurrir mientras no estaba.

Paso un mes y el veterinario me llamo diciendo que Odin tenia el animo por el suelo, aun a pesar de las atenciones que le brindaba. Estaba un poco preocupado, por que no tenia mucho tiempo trabajando y aun no podía volver.

El segundo mes, me informo que había dejado de comer y se le estaba empezando a crear una ulcera en el estomago, por lo cual inicia un tratamiento. Le envié dinero, junto con todas mis esperanza de que mejorara, quería ir a buscarlo y traerlo conmigo.

Empezando a transcurrir el tercer mes, el veterinario me avisa que su malestar se había transformado en una infección intestinal, que no toleraba la vía de administración oral y que habían procedido a hospitalizarlo. Si nada mas que hacer que aguantarme la angustia y desear que todo tuviera un buen desenlace, fueron pasando algunos días.

El 19 de Septiembre a la 1:02 p.m recibo un mensaje del Veterinario, el mensaje decía lo siguiente:

"Hola Daniel, como estas? Lamento informarte que Odin falleció hace 1 hora, me siento muy mal, por todo esto, se puso muy malito y el tratamiento no le estaba prestando."

El dolor de su perdida, y la responsabilidad que yo tenia en ella, fue algo que golpeo mi realidad.

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Ese día comprendí que la depresión no solo afecta a los seres humanos, y que puede acabar con una vida.

Ese día mi madre lloro al cachorro que siempre salia a darle la bienvenida cuando regresaba del trabajo.

Ese día mi hermano bajo la mirada por que ya no habría nadie sentado en sus piernas.

Ese día, no perdí una mascota, perdí al amigo que iba conmigo a todas partes, el que siempre sabia darme la bienvenida, el que escuchaba mis canciones, el que soportaba mi mal humor, y aun así, ahí estaba el, dormido a un lado de mi cama esperando la mañana para brincar sobre mi y darme los buenos días.

Cuando tu vida transcurre dentro de en un nucleo familiar bastante pequeño o sin familia en algunos caso, puedes comprender que a veces la familia no es de sangre. Que familia, pueden ser esos seres que contribuyen de manera positiva con tu vida, y que siempre de una u otra forma te animan a que sigas hacia adelante en pro de alcanzar tus metas y tu felicidad.

Gracias por leerme, te invito a visualizar mis otros aportes:

Concurso de Microrrelatos de Terror #MicroTerror256 - Semana 2 - Vampiros

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