El poder de las palabras.

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Muy pocos saben el gran poder que tienen las palabras. A través de las palabras podemos transmitir odio, alegrías, provocar dolor y enfados y hasta podemos decepcionar a muchos con solo expresarnos.
Hay veces que podemos ser muy hirientes y no medimos lo que decimos, y hay veces que con nuestras palabras enamoramos.
Recuerdo que de pequeña prefería que me pegaran a que me regañaran y me dieran un sermón pues sentía más dolor con las palabras.
Siempre hay que pensar las cosas antes de decirlas, no sabemos cuál sea la reacción de la otra persona al escucharnos decir esas cosas.
Elegir sabiamente nuestras palabras para tener una mejor comunicación es la clave para no herir a nadie.