Por favor... esto no es ser "feminazi"

Salí de la casa al trabajo y en tanto me preparo psicológicamente para los silbidos, comentarios, gritos, sustos, no tarda el vigilante en hacerme "psst pssst" -como todos los días que ve mi culo pasar por ahí-. Se me hace un nudo en la garganta, se acelera mi corazón y mi expresión se vuelve algo tensa. Como la sensación de que alguien te va a atacar o perseguir. Como si fuera una especie de amenaza sexual.

Porque solo te han enseñado que eres débil, frágil y que hay un montón de depredadores sexuales por ahí esperando alguien como tú.

Pero me decidí al otro día.

Pasé por allí otra vez y estaba furiosa. Iba a enfrentarme con cualquiera. Y no tardó en hacerlo, como siempre, como si yo fuera una cosa: "psst psst" y me devolví. Le dije: "¿QUE TE CREES TÚ? NO ME GUSTA. YA NO TE AGUANTO OTRA. ESO ES UNA FALTA DE RESPETO".

Me fui saciada, pero con ira.

El se quedó sin palabras. No se lo esperaba. De todas formas, yo sabía que no sería tan sencillo hacer que pare. Se trataba de un ser tan indecente que además de tratar a una chica como una prepago, se ofendió y de vuelta a mi casa volvió a hacerlo. Con ánimo desafiante y rebeldito.

Empecé a caminar del otro lado de la calle y aún así se esforzaba en chiflar más duro para molestarme. Yo actué como si nada. Ya no iba a dejar que me moleste. Así fue los primeros días luego de eso.

Le conté a mi mamá muy frustrada. Me decía que simplemente es un pobre hombre que consiguió que yo le volteara la cara.

Así que más tarde salimos mi mamá y yo. A lo muy cerrero ella hizo señas de cortarle el cuello, mirándolo de reojo cuando pasó delante de él. Entendió el mensaje, y si mis oídos no fallan, lo hizo una que otra vez al mes para "no perder la costumbre", supongo.

Jaj... ¿De verdad alguien puede ser así?

No es aceptable que un hombre desconocido y mucho menos uno que -se supone- debe velar por la seguridad de todos, se rebaje a ese nivel y haga pasar mal rato.

Algunos piensan que es gracioso, que es coqueto, para lucirse con los amigos, o que pueden hacerlo simplemente porque son hombres y nosotras mujeres caminando solas en la calle. Eso es creerse con un poder que ya no tienen, y es increíble saber que aún existe gente así.

Yo no puedo ser pasiva y no reaccionar. Porque pienso que la gente debe atenerse a que tú te defiendas, o que alguien más lo haga de ser necesario. Al reaccionar hacemos ver que no es algo aceptado, ni respetable por nosotras y crearemos, siendo nuestro deber, una memoria colectiva sobre ello.

Sin ánimos de asesinar hombres ni nada parecido.

Por si las dudas...