Me propuse escribir sobre este tema, ya que he sido testigo de cómo este síndrome ha afectado a muchas personas, por ejemplo en una oportunidad, la cliente me llamó porque su computador se apagaba de repente y sin previo aviso –algo por supuesto muy inusual- me dijo que era preocupante y que necesitaba remediar el asunto de inmediato.

Pues acudí al urgente llamado de auxilio, y llegué al domicilio donde esperaba la angustiada cliente -preguntándose si su computador tendría salvación- pues para resumir, estuve sentado frente al aparato por espacio de unos 45 min aproximadamente y pues… no se apagó “pero él se apaga a cada rato” -exclamó la sra con cara de vergüenza- “no se preocupe, a veces ocurre” -le dije demostrando profesionalismo y serenidad jeje-.

Pero no era más que el síndrome de Michigan J. Frog que atacaba de nuevo, por supuesto este SINDROME FICTICIO está inspirado en la popular caricatura de One Froggy Evening de 1955, donde una persona consigue una rana que canta, pero solo delante de él, ya que al tratar de enseñale el talento de este pequeño anfibio a las demás personas, esta no hace nada.

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