Sumergido en las memorias de Dorian Gray

De regreso en la gloria de la literatura, enmarcado en el terror gótico de la obra de Oscar Wilde, el cual fue publicado en 1890, ya es bastante tiempo pero se mantiene su esencia en nuestra actualidad, ya que este escritor aglomera su esencia de llenar sus personajes muy característico de belleza y su estilo de vida.

En la novela del retrato de Dorian Gray en mi opinión, nos muestra la rebeldía de la esencia de la juventud ejercida por un joven entusiasta egocéntrico, mostrando en carne viva su narcisismo de su yo propio, muy emblemático, como si la tierra gira alrededor de el con símbolo excéntrico de vanguardia de suciedad, dando así una corriente ejercida en este personaje de hedonismo en los mares del libertinaje, pero tenemos siguiente postura según en la Filosofía Educativa por Alejandro Tejeda Carpio, pagina 11, 2003:

El hedonismo considera que el placer es el fin de toda acción humana. El hombre se rige constantemente por acciones que le proporcionen placer o satisfacción.

Anteriormente en la antigüedad existieron dos escuelas clásicas del hedonismo, formuladas en la Antigua Grecia, bajo el enfoque de cirenaica y el epicureísmo, su corriente filosófica se centraba en una postura que ve al placer como fin que al ser del yo del individuo o persona ha alcanzado en todo lo posible llegar a la felicidad. Continuando en el contexto de la novela el personaje Dorian Gray, sin importar el alma de su vida y el daño a seres mar cercano con sus afectos los perjudicaba, en ofrecer su alma por la inmortalidad y belleza externa, donde todo conlleva un retrato del mimo Dorian Gray donde su alma esta atrapa en el envejeciendo, escondido en los confines del olvido de su casa aislado de toda vista del ser humano.

Si eres amante de esta literatura espero que lo disfrutes aquí les dejo un fragmento muy emotivo tomado del Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, edición especial del nacional 2002, pagina 221:

Al entrar, encontraron, colgado en la pared un espléndido retrato de su amo, tal como le había visto últimamente, en toda la maravilla de su exquisita juventud y de su belleza. Tendido sobre el suelo había un hombre muerto, en traje de etiqueta, con un cuchillo en el corazón, estaba ajado, lleno de arrugas y su cara era repugnante, hasta que examinaron la sortija que llevaba no reconocieron quien era.

Debemos tener claro que el valor de nuestra vida no tiene precio, el orgullo de ser uno es ser amado por lo que es tan simple como eso.

Bibliografia usada para este post:

Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, edición especial del nacional 2002, pagina 221.

Filosofía Educativa por Alejandro Tejeda Carpio, pagina 11, 2003.