¿HABRÁ MANAÑA?
¿En qué tiempo se perdió el amor y la sonrisa? De alegres, amigables, cariñosos, solidarios, honestos, comprometidos, los venezolanos pasamos a ser deshonestos, intolerantes, amargados, indolentes, sumisos y resignados.
Dios permita que pronto despertemos del letargo: este camino que estamos transitando no es propio de nuestra cultura.
Nos han impuesto un patrón de conducta despreciable. Es duro ver a diario cómo te atropellan. Es una lucha de pueblo contra pueblo. Todos quieren imponer su verdad, y nadie es dueño de la verdad absoluta.
Estamos en presencia de una neurosis colectiva. Hemos surcado lo que yo denomino PPE (Personas Perturbadas Emocionalmente) producto de una situación de indefensión con unas "autoridades" que no son solución, sino al contrario: piezas del problema; que viven en otro mundo, donde todo es bonito y felicidad. No asumen que realmente la crisis nos devora con un silencioso ruido.
Es triste y causa impotencia ver salir a un ser humano llorando de una farmacia, donde el despachador le dice: "Ese medicamento vale cien mil bolívares, yo no le tengo, pero allá en la otra esquina está un señor camisita blanca. Tiene una mesita y vende esa medicina, claro el precio es 3 millones. Anda que yo le hago el favor de pasarle el punto por aquí". Tanta amabilidad sorprende, cuando ha sido el mismo dueño de la farmacia quien ha puesto esa medicina allá.
Lo mismo hacen los supermercados y grandes establecimientos. Y la pregunta es: ¿Dónde está el "Gobierno" o las "autoridades"? Haciendo lo mismo: tienen sus mesitas bachaqueando.
Tristemente es así.
Es detestable en lo que nos hemos convertido. El comerciante te dice: "ese es el precio que pongo yo, si no te gusta vaya para otro lado... ¡Ah y mañana te cuesta el doble!". Y no falta un boca floja en la cola que lo justifica: "tiene que ser así porque se descapitaliza". ¿Cómo avanzamos? ¿Si somos tan sumisos y entreguistas?
Y poco a poco nos vamos acostumbrando y como reza el dicho: la costumbre se hace ley. Y seguiremos en esta agobiante tragedia si no recapacitamos. Y no esperemos que alguien haga algo por nosotros.
Hace varios días me embarqué en un carrito del tráfico, le cancelé el pasaje que eran tres mil bolívares y el chofer me dijo: "son cinco mil". Le pregunto: "¿desde cuándo? Que yo sepa la alcaldía no ha autorizado el aumento". Me respondió muy groseramente: "desde ahoritaaaaaa… lo acabo de subir porque yo compro cebolla y tomate caro todos los días, y si no le gusta bájese que este carro es mío". Me bajé. ¿Cómo ponerme en el terreno de alguien así? Más aún cuando no existe en realidad quien nos defienda.
A pesar de todo considero que no estamos acabados. Es tiempo de arrear banderas, con criterio propio y con conciencia en lo que hacemos sin dejarnos manipular. Todos unidos como hermanos que somos para solventar este dificilísimo trance que enfrentamos.
Marchemos insoslayables al compromiso por nuestros hijos y nietos. La Patria nos quiere UNIDOS.
¿En qué momento se perdió?
Recuperemos la sonrisa
Vamos que el clarín sonó
Al son de la suave brisa
Siento que el amor atiza
Es la patria quien nos llama
Y el tiempo que nos reclama
Recuperarnos aprisa
Despertemos del letargo
Un buen destino se divisa
Si nos adosamos al compromiso
De vencer los días amargos
Si esto pasa es porque Dios quiso
Probar de qué estamos hechos
La familia nos aclama
Luchemos codo a codo, pecho a pecho
Sólo así HABRÁ MAÑANA
Cocodite los aguarda en la próxima entrega, siempre con la bendición de Dios.
Saludos, solo el pueblo salva al pueblo...
Mientras haya vida, esperanza y fe siempre habrá un mañana. En el nombre de Dios volveremos a reencontrarnos y ser el gran país que nos merecemos. Y tener en cuenta que NO EXISTE VERDAD ABSOLUTA... SON RELATIVAS.
asi es saludos nancy
Muy cierto amigo saludos
This post has received a 2.16 % upvote from @drotto thanks to: @cocodite.