Retro Análisis: The Legend of Zelda: Majora's Mask (N64).

Dos años tuvimos que esperar para poder jugar la secuela de The Legend of Zelda: Ocarina of Time. The Legend of Zelda: Majora's Mask fue lanzado en el año 2000 para la consola de Nintendo, la N64 y fue realmente un gran reto, ya que contó con solo 14 meses para terminar su desarrollo. Un juego que presentó mucha incertidumbre a los fans, ya que, a diferencia de los títulos pasados, había muy corto tiempo de lanzamiento entre ambos. Muchas personas pensaron que Majora's Mask sería un fracaso, aunque el producto final dicta todo lo contrario.

Gran cantidad de fans quedaron encantados con la historia que acá se nos entrega, donde vemos una trama un poco más oscura, tocando temas profundos. Aquí nos convertiremos en el "amigo de todos" para poder ayudar a muchas personas, incluyendo a la región entera, evitando así ser destruida por la luna. Majora's Mask nos muestra una perspectiva diferente a lo que ya estábamos acostumbrados; yendo desde sus habitantes hasta Termina (nombre de la región), aunque muchos de ellos ya los conocemos porque estuvieron presentes en la historia relatada en Ocarina of Time. Veremos a muchos de éstos personajes agobiados y preocupados, buscando solución a sus problemas, aunque su ánimo cambiará cuando encuentren solventarlos.

Al principio del juego veremos a un Link algo triste y preocupado por el paradero de su compañera Navi. Después de mucho andar, visita el Bosque Perdido (Lost Woods) para continuar su búsqueda, hasta encontrarse con dos hadas (de nombre Tael el hada negra y Tatl la hada blanca) que asustan a Epona y derriban a nuestro protagonista, quedando éste inconsciente durante un tiempo. En ése momento, un Skull Kid bastante peculiar hace acto de presencia, y se acerca a él para revisarlo, encontrando la Ocarina del Tiempo (la mostrada en el juego Ocarina of Time). Luego de haberla tomado, se dispone a tocarla, y en ése momento, Link despierta y ve al Skull Kid tocando la Ocarina. Nuestro Héroe del Tiempo se dispone a arrebatarle el instrumento pero el pequeño villano se monta en el caballo para huir, aunque Link logra agarrarse del corcel para no perderle pista.

Después de un rato, Epona junto a Skull Kid entran en un árbol hueco, y Link se dispone a entrar también, sin embargo, cae a las profundidades del hoyo que había dentro, quedando al frente del pequeño travieso, que lo embruja, cambiándole el aspecto físico, convirtiéndolo en un Deku. Skull Kid se marcha, llevando consigo al hada Tael, pero abandonando con el Deku al hada Tatl. Ésta última, asustada por estar separada de su hermano, le pide a Link ayuda para encontrarlo.

Tatl se quedará junto a nosotros el resto de la aventura, ayudando a Link en todo momento. Mientras ambos atraviesan el árbol hueco, se encuentra con el Happy Mask Salesman, quién le dice que si encuentra su preciado objeto (la máscara que posee Skull Kid, de nombre Máscara de Majoras o Majora's Mask) lo devolverá a la normalidad, quitandole el embrujo que lo mantiene convertido en Deku. A su vez, le comenta que tiene 72 hrs para traer de vuelta la máscara.

Nuestro héroe logra encontrar a el villano portador de la Ocarina y de la Máscara, aunque sólo logra quitarle el instrumento musical, ya que no posee el poder suficiente para hacerle frente a Skull Kid y el poder de la Majora's Mask . Link entona la Canción del Tiempo (notas que ya tocamos anteriormente en Ocarina del Tiempo) para volver 72hrs atrás y así encontrarse nuevamente con el vendedor de máscaras. A pesar de que no cumplimos con nuestra parte del trato, el vendedor, molesto, nos quita la maldición, entregándonos una máscara Deku que al usarla, nos hará tomar nuevamente ésa forma.

A su vez, nos comenta el terrible poder demoníaco/apocalíptico que encierra la máscara, y el peligro que supone estar en malas manos. Como ya le habíamos prometido, nuestra misión será devolverle la Máscara de Majoras para así evitar la catástrofe que le espera a Termina si la Luna logra estrellarse contra ella.

Aquí es donde realmente comienza nuestra aventura, ya que nos tocará viajar por las cuatro zonas de Termina (suponiendo que la Ciudad Reloj se encuentra en medio de ellas cuatro, al oeste tendremos a la Gran Bahía. Al norte se encuentran las montañas del Pico Nevado, al sur se encuentra el Pantano del Sur, y al este las antiguas ruinas del Reino de Ikana) para encontrar ayuda de los Cuatro Gigantes (cada uno se encuentra en una zona diferente) y detener a Skull Kid.

Ciudad Reloj
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Ikana
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Pantano del Sur

Igual que sucede en Ocarina del Tiempo, éste juego posee gran diversidad de razas, que viven en sitios diferentes pero en la misma región. Como ya es costumbre, los Zoras estarán en regiones donde haya agua, mientras que los Gorons habitan en lugares más rocosos. Aunque quizás lo que más llame la atención es que podremos conocer un poco más a la raza de los Deku, cosa que en Ocarina del Tiempo sólo los veíamos como enemigos.

Además, conoceremos a muchos personajes nuevos, cada uno con sus personalidades particulares que se ven agobiadas por alguna situación en específico. Podemos decir que éste Zelda es un juego con tonalidad más adulta y triste, en comparación a los demás. Éste juego toca temas como la desilusión amorosa entre dos personas, conflicto entre los espíritus de las máscaras en que nos podemos transformar y algún otro personaje en particular (los cuales, en cierta forma, ocultan su sufrimiento dentro de sus corazones), además de ocupar su lugar en la sociedad.

Gran parte del juego se basa en la recolección de máscaras, existe un total de 24. Ellas están regadas por toda la región de Termina y muchas de ellas serán esenciales para poder avanzar en la trama del juego. Ésto le da un toque diferente al juego, dándole características únicas y propias. Además, dichas máscaras nos aportan habilidades diferentes, como explotar igual que una bomba (máscara de bomba) o correr rápido (máscara de conejo). Hay que destacar también que, si recolectamos las máscaras, al final, podremos desbloquear una en especial que nos dará una fuerza brutal y descomunal.

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Como ya es costumbre, visitar los Templos para poder avanzar es crucial. La dificultad de los mismos ha aumentado notablemente, haciendo el juego más difícil de terminar. De igual manera, dentro de ellos obtendremos objetos que nos permitirán completar los desafíos que se nos presenten. Muchos de ésos objetos serán reconocidos por los que hayamos jugado Ocarina del Tiempo, y otros serán propios de Máscara de Majoras. Por toda la región también se encuentran notas de músicas y cuartos de corazón, muy útiles para poder avanzar en la trama con mayor facilidad.

     
     
     
     
     
     
     
     
     
     

Los controles son bastante sencillos y cómodos. Cada botón cumple una función diferente y están bien ubicados. Los botones C siguen siendo para equipar objetos, mientras que el botón Z para hacer objetivo a las personas o enemigos. Atacar con el botón B se vuelve intuitivo, y podremos seguir mezclandolo con el botón R para cubrirnos. El botón A sigue siendo para interactuar con nuestro entorno. De verdad que jugar se vuelve muy ameno y práctico, logrando que el juego se disfrute de una mejor manera. La cámara se sigue moviendo a buen ritmo, ya que no perdemos de vista a nuestro pequeño héroe en ningún momento.

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Si bien es cierto que Máscara de Majoras toma material gráfico usado en Ocarina del Tiempo también hay que decir que los mejoran. A diferencia de su predecesor, Máscara de Majoras trabaja mucho más en el acabado de personajes y sus matices. Visualmente vemos mejoras notables inclusive en cómo podemos observar el entorno, ya que desaparece esa niebla que por momentos invadía en Ocarina del Tiempo, para de ésa forma deleitarnos con todo su esplendor. Las animaciones de los personajes también están trabajadas con detenimiento, ver rodar a Link Goron es el vivo ejemplo de ello. Podemos hacer comparaciones del Rancho Romani y del Lon Lon Ranch, o de la Gran Baia y el Lago Hylia y se ve realmente la diferencia.

Su apartado sonoro hace que jugar The Legend of Zelda: Majora's Mask sea bastante placentero. Sus melodías están bien elaboradas, ya que se adaptan bien a cada escenario del juego, y cada personaje o criatura tiene su sonido característico que lo diferencia entre los demás. El sonido de la noche o la brisa ambientan de manera completa todos los lugares por los cuales vayamos transitando. En el primer día la melodía será lenta y alegre, pero al tercer día se vuelve un poco más caótica, debido a los acontecimientos que se podrían desatar si no detenemos a tiempo a Skull Kid. Las canciones están bien distribuidas, fueron colocadas en el sitio donde deben estar, y son ésas cosas las que, de manera musical, podamos sentir lo que nos quieren transmitir cada uno de ésos lugares.

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Debo admitir que mi juego de Zelda favorito es Ocarina del Tiempo pero también debo reconocer todas las buenas cosas que aporta un título de éste calibre al mundo de los videojuegos y de la misma saga. No se trata de un Ocarina 2.0 ni nada de éso, sino de un juego que demuestra que las cosas cuando se quieren hacer bien, se logran resultados increíbles. Lo que más me ha llamado la atención es que Termina pareciera ser todo lo opuesto al Reino de Hyrule, parece estar en búsqueda de su salvador. Su trasfondo lo han vuelto el favorito de muchos amantes de la saga, y quizás sepa muy bien sus razones.

Espero que les haya gustado mi análisis. Pronto nos volveremos a ver con más contenido. ¡Saludos!