Un destello de mi infancia.
¡Hola!
Luego de varias horas de espera la función aún no comenzaba, estábamos en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, en lo particular Nicole a los 5 minutos de haber entrado a la sala me manifestó su aburrimiento por la larga espera, por otra parte Sofía aún conservaba el ánimo para ver la obra de teatro. Esperamos como 45 minutos y nada que empezaba, porque al principio le dieron la palabra a varios embajadores para que compartieran un mensaje de unión y esperanza puesto que el Sábado 27 de Enero se rinde homenaje a las víctimas del Holocausto Nazi. Me pareció bonito el evento pero no totalmente acertado para niños, tal acto protocolar demandaba un público de jóvenes y adultos.
En fin, las niñas estaban aburridas yo un poco frustrado porque el plan que tenía no había salido como lo esperaba y tome la decisión sin pensarlo mucho de salirnos del acto.
Al salir pensé rápidamente en las posibilidades que tenía para mejorar el día y darle un toque de recreación y esparcimiento a las pequeñas de la casa.
En eso recordé que cerca de la U.C.V. se encuentra aquel viejo parque de atracciones mécanicas que frecuentaba cuando era niño, no lo dude ni un segundo y me aventuré con las niñas a visitar tal lugar.
Para los que crecieron en Caracas o alguna vez vinieron siendo niños es casi un decreto ir al Parque Bimbolandia cuando eres niño. jajaja.
Bueno la pasamos genial, la niñas y hasta yo me divertí muchísimo. Quedamos con ganas de volver ya que ese día estábamos cortos de tiempo, me pareció un buen lugar que a pesar de los años aún conserva la magia de los juegos y atracciones mecánicas y referente a los costos, para los altos niveles de inflación en los que vivimos no lo vi exagerado, en lo particular super económico.
Todas las fotos de este post fueron tomadas desde mi teléfono celular Alcatel One.
Nos estamos leyendo, los invito a que me sigan aquí en Steemit, me consiguen como @chriscuasicuerdo.
¡Salud, muchas risas y prosperidad!
Jejeje ante el aburrimiento nada mas bueno que improvisar para salir del ajetreo.
Así es! y con los chamos hay que ingeniarselas jajajaja