Cuando leí Cien Años de Soledad, mi papá me mandaba a apagar la luz, y es que no quería soltar el libro, yo creo que así le pasó a mucha gente. Esa capacidad de tomar situaciones de la vida diaria y volverlas literatura, su manera de contar. Tienen ustedes un gran escritor del cual sentirse orgullosos. Primera vez que leo estos aspectos de su vida. Gracias por presentárnoslo.
Con mucho gusto. Gracias por tus palabras, es un orgullo que lo hayas leído. Un abrazo.