Cervantes Ciencia // ¨Ganador concurso¨ // Energía y últimos días vacacionales. Vol.15 pt 2/2

¡Ya comenzamos nuestra serie energía! y qué mejor que recordar la época de vacaciones, cuando nuestro cuerpo ya se encuentra al borde del estrés y necesita recargarse. Las vacaciones, según diversos estudios científicos, son sumamente necesarias, pues definitivamente logran repotenciar todo nuestro sistema fisiológico.

Y es que el cuerpo se beneficia de ellas grandemente: nuestro cerebro produce hormonas de placer y mejora su oxigenación, el sistema inmunitario se fortalece y, por ende, disminuye la incidencia de enfermedades virales, el corazón mejora su proceso circulatorio y los músculos y sistema óseo; realmente se benefician si acompañamos este tiempo con una rutina de ejercicios y relajación.

En esta oportunidad nuestro querido @khrisaeroth nos trae un artículo bastante interesante sobre el estrés, que, definitivamente, debes leer para comprender qué tanto nos puede afectar si no detenemos el ritmo de ciertas situaciones. En Ciencias puras, @joseleogon nos hablará del escarabajo bombardero, un potente coleóptero que de seguro te puedes encontrar en alguno de esos sitios donde vayas a vacacionar.

En Tecnología, @delpilar nos dará estrategias para que en este período vacacional logremos despegarnos del celular y el ordenador, gracias a la autorrespuesta, una útil herramienta que te va ayudar a descansar.

En Ingeniería, @xandra 78 nos invita a conocer los edificios más altos, y, si te emociona la temática, pues viaja y conócelos personalmente. Para los que se quedan en casa y están en algún curso de verano, nuestra amiga @ivymalifred enseña tips para diferenciar los paradigmas de investigación; anímate a leerlo, es un buen momento para relajarse y aprender. Para los amantes del cine, @lenonmc21 trae la película del ayer y hoy que seguramente nos encantará ver.

En la naturaleza se libra día tras día una encarnizada lucha por la supervivencia, de la cual sólo los individuos más fuertes o los que estén mejor preparados salen airosos. Los insectos representan uno de los eslabones más débiles en la cadena alimenticia por su fragilidad; debido a esto, muchas especies han desarrollado mecanismos de defensa y ataque para protegerse de los depredadores, conseguir alimento y reproducirse.

El uso de estos mecánicos ha significado el éxito evolutivo de estos invertebrados. Los insectos se encuentran diseminados por casi por todos los rincones del planeta, son guerreros incansables que han sabido superar las adversidades para asegurar su existencia y con ello contribuir a mantener el equilibrio biológico de la tierra.

La química se ha convertido en la gran aliada de muchos insectos y esto queda reflejado en la producción de toxinas en gusanos; la comunicación de las hormigas a través de señales químicas u hormonales y su defensa emitiendo ácido fórmico para potenciar sus picaduras; la polimerización interna, que permite a las arácnidos crear sus telarañas; la seda producida por las orugas en la formación de capullos, para iniciar su metamorfosis; en la producción de miel por la abejas, las cuales transforman los polisacáridos obtenidos del néctar de las flores a azúcares más simples, por mencionar algunos ejemplos.

En esta publicación se describiría el caso específico de un insecto que, haciendo uso de una reacción química, ha diseñado un valioso mecanismo para su defensa, se trata de un singular escarabajo que posee su propio arsenal químico.

Su nombre científico es Brachinus crepitans, es un coleópteros y pertenece a la familia de los carabidae, ya que no puede volar a pesar de poseer alas; mide de 8 a 10 mm y es de hábitos nocturnos. Su hábitat natural se ubica en la región Sur de Inglaterra.

Es de suponer que su pequeño tamaño lo haría presa fácil de anfibios, reptiles, roedores y otros predadores; sin embargo, este hábil insecto guarda un as bajo la manga que le ha permitido sobrevivir a sus enemigos: las armas químicas.

Al sentirse amenazado, este escarabajo se convierte en una especie de reactor químico, en la cual los productos de la reacción generados neutralizan y alejan a sus atacantes, quienes terminan huyendo confundidos.

El escarabajo bombardero libera chorros de hidroquinona y peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) a gran presión, desde dos membranas ubicadas en el interior de su abdomen. Estas sustancias, al mezclarse, originan benzoquinonas; tal como se muestra en la siguiente reacción.

La reacción que ocurre entre estas dos sustancias es sumamente exotérmica, lo que quiere decir que libera gran cantidad de calor. De esta forma, produce una mezcla hirviente de temperaturas muy elevadas, y con ello se generan una serie de explosiones y la consecuente liberación de gases irritantes. Los productos de esta reacción además de las benzoquinonas son calor y oxígeno.

Las benzoquinonas son de naturaleza cáustica, pueden producir irritación y ligeras quemaduras, motivos más que suficientes para ahuyentar a cualquier incautó atacante.

Si estudias en un sistema regular, ya sea secundaria, en la universidad o haciendo un postgrado, lo más probable es que necesites llevar a cabo un proyecto de investigación. Siempre hay dudas cuando inicias este tipo de estudio, y una de las más comunes es decidir la metodología. Esta va a definir no solo la manera como vas a recolectar los datos, sino cómo analizarlos y hasta el discurso que utilizarás durante todo el informe.

Lo curioso del caso es que a veces tú no decides la metodología, sino que la investigación toma su propio rumbo como si cobrara vida, pero si no determinas el paradigma del pensamiento que enrumba tu estudio, corres el riesgo de entrar en contradicciones. No permitas que esto ocurra, pues antes de que te des cuenta podrías estar escribiendo planteamientos cargados de incoherencias y carentes de validez científica.

En Cervantes Ciencia queremos ofrecerte información que podría serte útil para aclarar el camino al momento de iniciar un proyecto de investigación. Lo primero que consideramos necesario es distinguir metodología de paradigma de la investigación, así como la relación entre ambas.

El paradigma es la escuela del pensamiento que orienta tus preguntas de investigación, tu manera de observar el objeto de estudio y tus ideas para hallar las respuestas. El paradigma de la investigación está relacionado con tu manera de pensar, tu ideología y, por ende, con el tema que escogiste, puesto que durante tu formación académica recibiste mucha información, e inconscientemente elegiste un marco conceptual de preferencia que te llevó a seleccionar determinada temática.

Así que, sin darte de cuenta, ya estás encaminado por una escuela del pensamiento, es decir, por un paradigma que está en tu mente y que ahora solo necesitas descifrar.

Por su parte, la metodología se desprende del paradigma, pues una vez que defines la escuela del pensamiento que enmarca tu temática, puedes consultar las técnicas y métodos propios de ese paradigma, y escoger los más apropiados para responder tus preguntas de investigación. Es allí cuando la coherencia en todo el trabajo cumple un papel primordial, y la consulta de libros sobre metodología así como la orientación de tu tutor, son fundamentales para salir airoso del proceso. A continuación te presento los principales paradigmas de investigación que hoy en día son reconocidos por la comunidad científica a nivel internacional.

Aplica a investigaciones sociales en las que el investigador se identifica con el fenómeno que está estudiando y se propone comprender la interpretación que los actores sociales hacen de la realidad. El investigador se incorpora al acontecimiento para observarlo desde su interior y compartir las vivencias con los actores sociales; de esa manera se acerca lo mejor posible a la comprensión que las personas tienen de los hechos y a su interacción con ellos.

Su principal finalidad es cuestionar situaciones sociales donde se observan relaciones de poder, manipulación o cualquier forma de dominación. En este sentido, se estudian teorías ideológicas y se contrastan con la situación observada para denunciar injusticias y promover transformaciones sociales. Así como en el paradigma interpretativo, en estos trabajos el investigador se incorpora al fenómeno social, y, en algunas ocasiones, pretende generar un cambio desde su interior.

El investigador observa el objeto de estudio sin involucrarse con él, con el fin de garantizar la mayor objetividad posible y resultados exactos. Se aplican fórmulas para representar un universo o población, y así establecer teorías que permitan explicar y predecir fenómenos naturales. De acuerdo a este paradigma se genera un conocimiento verificable, a través de la aplicación de un proceso de estudio controlado y sistemático.