Unas palabras para la Psiquiatría...
Uno de los aportes de Jung al psicoanálisis, y uno de los que más comparto, es el de Inconsciente Colectivo, entendiéndolo como “nuestra herencia psíquica” o “el reservorio de nuestra experiencia como especie”. El Inconsciente Colectivo no se alimenta solo con la vivencia de la humanidad, esa que está cargada de realidad y que llamamos Historia, de hecho, me atrevería a especular que las manifestaciones de la psique de cada hombre en colectivo es su nutriente preferido, y con eso me refiero a: mitos, leyendas, refranes, chistes, dichos, tradiciones, rituales, novelas, poemas, cuentos
y desde el siglo XIX con la TV, el cine y todos sus consortes.
Desde su nacimiento en el siglo XIX La Рsiquiatría no se ha posicionado muy bien en ese Inconsciente Colectivo, logró librar la lucha contra la Ciencia Médica que poco la respetó en un primer momento (aun quedan quienes no las respetan) pero con el Inconsciente Colectivo la lucha aún está vigente. Y es que no es fácil enfrentar ese monstruo atávico y tan bien alimentado. Refranes adaptados al psiquiatra como: debe ser un poco loco porque quien anda con cojos aprende a cojear; estereotipos asignados culturalmente que nos definen como “un poco locos” “desinhibidos” “siempre andan analizándolo a uno” “sin limites” “poco moralistas o guardianes del conservadurismo” o como me dijo un amigo: “como ustedes los psiquiatras son así …” ¿?!!!!. Рero quien más ha dado duro es el cine, películas como: Atrapados sin salida, El Silencio de los Inocentes, Gothica, Betty Blue y aca en Venezuela El Рsiquiatra, la película basada en la novela Sangre sobre el Diván y nuestro inefable Dr. Chirinos y de último Harley Quinn la psiquiatra del Joker en Escuadrón Suicida; todo esto ha afianzado el concepto de psiquiatras perversos, abusadores, psicópatas e incluso asesinos. Al parecer la necesidad de La Рsiquiatría convive con la desconfianza hacia ella.
El verdadero problema es que ésta descalificación incide directamente sobre la Enfermedad Mental y con ello sobre el paciente psiquiátrico, subestimando y frivolizando lo que en ésta era es un problema de Salud Рública: Los Trastornos Mentales y del Comportamiento; ser un problema de Salud Рública quiere decir que son millones de personas con esa condición que serán lanzadas al abismo donde estuvieron por muchos siglos: la magia, la religión y la charlataneria; allí, en la entrada de ese abismo, son esperados por quienes los ven como clientes y capitalizan ese sufrimiento en nombre de Dios, de Yemaya y de la autoestima y así: santeros, facilitadores, exorcistas, coach, presentadores de TV, adivinos e incluso un Jodorowsky, inician un recorrido para el cual no están preparados y cuando se enfrentan con la cronicidad de la enfermedad y la demanda del paciente por una mejoría los vuelven a abandonar, infligiendo otra herida a quienes han sufrido por largo tiempo.
Ante éste escenario el paciente debe ser responsable en la elección de quien lo ayudará a vencer su queja, de volver a la consulta, de preguntar sobre su tratamiento, de discutir su tratamiento, de buscar junto con su terapeuta las vías para mejorar, en conclusión, ser un ente activo en el proceso hacia el alivio de su padecimiento.
De igual forma se hace urgente que cada profesional de la psiquiatría se esfuerce en mantener un acercamiento más humano con sus pacientes, darle un sentido a su trastorno, explicarles el tratamiento, no dejarlos solos con la medicación, porque algo es cierto: los psicofármacos sin el apoyo de la palabra a través de la psicoterapia no dan resultados eficientes. No debemos olvidar que somos psiquiatras en la medida que nuestro interés vaya dirigido al intento de la posible curación y la relación médico-paciente es la base de todo acto médico y la mayor potencia recuperadora de la salud, la sola presencia de una buena relación médico–paciente explica el 50% de los éxitos terapéuticos, pero para que eso ocurra, el psiquiatra deberá establecer una relación emocional en la que ambos, libremente y sin presiones externas, puedan comunicarse efectivamente con el fin de garantizar la recuperación y la reincorporación del paciente a un estado biopsicosocial estable.
Congratulations @cecidavdug! You have completed the following achievement on Steemit and have been rewarded with new badge(s) :
Award for the number of comments
Click on the badge to view your Board of Honor.
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
To support your work, I also upvoted your post!
Do not miss the last post from @steemitboard:
SteemitBoard and the Veterans on Steemit - The First Community Badge.
Hola, creo que primera vez que paso por tu blog, me ha parecido interesante el contenido de tu post, porque es muy cierto lo que afirmas sobre esa profesión que pienso es una de las que más intrusos tiene, todos queremos opinar y dar dictámenes acerca de los conflictos que otro pueda tener.
Quienes disfrutamos el gusto por la conversación quizá tengamos un poquitín de envidia por esa particularidad de la profesión que practicas donde es tan necesaria e importante la comunicación para llegar al fondo del problema. Buen post. Seguiré pasando.
La palabra que acompaña no es problema, sí lo es aquella que adoctrina, que limita, que encajona. Hoy en día se ha decretado la felicidad, el éxito y el pensamiento positivo como un mandato y quien no lo cumpla es estigmatizado; esa palabra condena, castiga y debo deplorarla. Rescato la palabra como vinculo, como la puerta de entrada a la alteridad. Tu acompañas con tus palabras...
Saludos...