La integridad como valor para todo creyente en Cristo.

Introducción
Tristemente algunos jóvenes piensan que Dios no los puede usar, el Señor solo pondrá hacerlos útiles una vez que hayan acabado el liceo o su carrera en la universidad, que primero deben conseguir una pareja o un equipo de trabajo que vaya acorde con lo que desean hacer dentro o fuera de la iglesia, ciertamente esto es importante pero no esencial, se sienten muy pequeños para lograr algo “asombroso”, ¡no hay nada más lejos de la realidad! La verdad es que no hay cosa más asombrosa que empezar a limpiar las sillas en tu iglesia para que la persona que llegue de visita se sienta a gusto en el lugar donde está, o sacarle una sonrisa a un niño más pequeño en una escuela dominical y ver como con tu ayuda ellos pueden sacar a sus amigos de la oscuridad, no hay nada más lindo que empezar este camino desde pequeño, querer levantarse una y otra vez a pesar del que dirán o de que dejara atrás porque hay metas adelante y caminos que ni te imaginas que los puedes lograr, así es, tu joven lo puedes lograr.
Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que tu palabra, tu conducta, tu amor, tu fe y tu limpio proceder te conviertan en modelo para los creyentes. (1 Timoteo 4:12)
La Biblia enseña una y otra vez que Dios es capaz de usar a cualquiera y hacerlo una mejor versión cada día, hoy todo lo que quiero hacer es nombrar a 6 jóvenes (aunque hay muchos más) usados por Dios en las Escrituras que pueden servirnos de ejemplo y respaldo para lo antes mencionado.

1. José --- Genesis 37-39-41 y 45
   Uno de los ejemplos más famosos de un joven usado por Dios es José, el hijo de Jacob. Después de ser rechazado y vendido por sus hermanos cuando tenía solo 17 años, José acabó cuidando la casa de uno de los hombres más poderosos en Egipto, Potifar. Se comportó de una forma magistral en todo, aun cuando la preciosa esposa de Potifar quiso seducirle. José se mantuvo recto en todo momento y el Señor le exaltó a la diestra del Faraón con el fin de preservar al pueblo de Israel. Aun cuando llego a las alturas hasta recibió y sirvió a sus hermanos de la mejor manera los cuales le habían vendido años antes. Dios fue glorificado en la vida de José.
2. Samuel ---1era Samuel 1-3 -7 -12
   Alguien aún más joven que José era el niño Samuel, el cual fue dedicado a la obra del Templo por su piadosa madre Ana. Como niño, Samuel oyó la voz audible del Señor y recibió una palabra profética denunciando a Elí y a su familia por sus múltiples pecados. Samuel llego a ser el profeta más respetado en el tiempo de transición entre los jueces y la monarquía. Pero todo empezó cuando era apenas un niño supuestamente insignificante.
3. David---1era de Samuel 16-17
   Hoy día tendemos a pensar en David como el rey más importante de toda la historia de Israel, fue un rey israelita, sucesor de Saúl y segundo monarca del Reino de Israel, que logró unificar su territorio e incluso expandirlo, hasta comprender las ciudades de Jerusalén y Samaria, Petra, Zabah y Damasco. Era fuerte, valiente y un hombre “conforme al corazón de Dios”. No obstante, David empezó su vida en el anonimato, pastoreando las ovejas de su padre mientras sus hermanos mayores iban a pelear contra los filisteos. Seguramente David pasó sus días alabando al Señor y vio cómo Dios le libraba de peligros en el campo (osos, leones y otros animales salvajes). Dios fortaleció al joven David en el lugar secreto con el fin de usarle poderosamente en la nación de Israel. Su fe en Dios le llevó a oponerse al gigante filisteo Goliat y a partir de su victoria, el joven David se convirtió en uno de los hombres más famosos y temidos del Medio Oriente.
4. La criada de la mujer de Naamán ---2 reyes 5
   La sanidad de Naamán, el capitán del ejército, es bien conocida. Después de meterse siete veces en el río Jordán, el Señor le curó totalmente de la lepra en obediencia a una palabra profética dada por Eliseo. Sin embargo, lo que tendemos a olvidar es que la historia no comenzó con Eliseo, sino con una muchacha hebrea “la cual servía a la mujer de Naamán” (2 Reyes 5:2). Fue ella la que dijo a su señora: “Si rogase mi señor Naamán al profeta Eliseo que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra”. Cuando el rey oyó las palabras de la niña judía, siguió su consejo. No sabemos nada más acerca de la chica ni cuántos años tenía; pero sí sabemos que poseía una gran fe en el poder sanador del Dios de Israel. ¡Ojalá todas las muchachas de nuestra generación tuviesen la misma clase de confianza en el Señor!
5. Timoteo
   El joven pastor de la Iglesia de Éfeso, Timoteo. Pensamos que tenía sus 25 años cuando empezó a pastorear., era el discípulo de Pablo uno de los discípulos de Jesús con más aventuras para llevar el evangelio y también uno de los más conocidos, Timoteo vio que Pablo vivía de acuerdo con la palabra, enseñando las buenas nuevas a otras personas a pesar de la oposición. Timoteo sabía que si seguía su ejemplo, tendría que enfrentarse a la persecución de sus vecinos. Quizás hasta su propio padre se opondría. Pero no iba a permitir que nada ni nadie lo desanimara de servir a ese gran Dios en el que había creido, por su obediencia Pablo lo termino estableciendo como una columna del evangelio en una ciudad bien necesitada animándole a ser también un ejemplo en todo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12). Timoteo era joven, pero Dios quería usarle para edificar a la Iglesia de Cristo.
6. Jeremías
   Si piensas que José y David eran jóvenes cuando fueron usados por el Señor, ¿qué dirías entonces de Jeremías? ¡No había nacido todavía y la mano del Señor estaba sobre él! fue un profeta que abandono a su familia y a la mujer que amaba por transmitir el mensaje de Dios en Jerusalén. Aunque es perseguido y señalado como traidor por advertir a los demás de la destrucción de la ciudad Santa, continúa su misión sin mostrar miedos y obediciendo a su buen Padre Dios. Dice el Señor textualmente, “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). Antes de levantar a Jeremías como el predicador más destacado de su generación, Dios le tenía preparado en el vientre de su madre, que increíble.

Conclusión
Es cierto que la mayoría de los jóvenes del mundo solo quieren vivir para sí mismos y entregarse a lo que mejor les parece; pero el Señor, en su soberana gracia, también decide levantarlos, cambiarlos y dedicarlos a la santidad y a las cosas de su Reino. Jóvenes como los descritos, Jóvenes como tú y jóvenes como yo, que quieran realmente tomar su cruz y seguirle por encima de cualquier cosa.
· (Filipenses 3:13-14) Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

· (Mateo 16:24) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.!!

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