Mamá en apuros
¡Socorro! Tengo hijos...
Es un hecho que no está en discusión.
La más majestuosa creación de nuestro redentor fue crear al hombre y la mujer y a traves de ellos surgió la bendición de un nuevo ser al que hoy llamamos hijo(a).
Estás personitas pedacitos de nuestro ser un amor chiquito que se hace gigante, algo tan real, que nos llena de sentimientos, dicha y felicidad que no termina hasta que de este mundo partamos y de ser cierto que hay vida más allá del Sol, esta pasión tan grande continuará.
Ternuritas que desde que llegan nos roban todo sin piedad y nuestra defensa es derretirnos por ellos cada día más, nos quitan el sueño, la paz, los ratos libres, las rumbas, hasta las conferencias (operación chismosa) en casa de tu veci-amiga y de cargar en tus manos una taza de café junto a una sonrisa, lo cambias por un biberón junto a un rostro que denota que no has dormido en días. Los cuidas, los bañas, los alimentas, les da medicina y loca vives que pase el tiempo para que vuelva tu rutina.
Más luego estos crecen y crees que será más fácil porque ya caminan solos, comen solos, duermen solos, se enferman menos y descansas más, pero que ilusas somos las MAMAS ya yo aprendí la lección y quisiera en estos momentos que mis niños aún estuvieran en pañales y de biberón. Vivo loca, desesperada la locura ha llegado a mi hogar, muerta de miedo e intranquila hoy suelo estar. Mi sueño es más ligero y liviano pienso como fue que crecieron tanto y aunque aún los sigo viendo pequeños e inocentes ellos me insisten que ya están grandes. No es así, a cada instante suelen equivocarse y de paso yo soy y la vieja fuera de onda que limito su diversión.
Mi hijo varón se hace sentir, ya está cerca de la adolescencia y cree que es el macho más macho de todos y sin aún tener bello púbico piensa que tiene el bigote de Don Quijote, realza su pecho al hablar, sus cejas culvas pone mientras rebuzna, como gallo camina y cacarea, su boca se hincha como la espuma.
Que susto me da y me pongo a pensar... Solo tiente 12 como será a los 14.
Un día oí que las niñas son más tranquilas, más fácil de manejar ahora tengo dos y puedo opinar. Si son más tiernas, ordenadas, sin muchos gestos, ni rodeos, pero tienen sus defectos. Una de ellas tiene 13, suele dejarme de hablar cuando le reprochó sus errores alega que son pocos siendo la que menos me da lidia, cuando pasa coleto se convierte en León, pretende que volemos si tenemos la necesidad. Es muy feminista y siempre dice estar aburrida, llora y grita de ira en algunos días, le gusta hacer bromas, pero sin devolución y al recordarle un deber expresa: 'Dios mío, dejame ser feliz." De repente se transforma en Doña Bárbara, no rie, mujer dura llena de amargura lo bueno es que no dura por mucho tiempo.
Mi otra hija es la pequeña de tres solo tiene 5 años lo que no estoy muy segura de sus defectos. Le gusta jugar hablando con sus dedos, los zapatos o cualquier objeto que se encuentre e imaginé, muy graciosa forma de entretenerse. Tiene muy en claro que es la pequeña de la casa y se hace sentir cuando se enfrenta a sus hermanos "yo soy chiquita verdad mami" son sus palabras cuando se siente acorralada y es que le agrada verlos enojados. Tuve que otorgarme el título de abogada y en ocasiones cambio a juez ahora sé qué tan duro es tener que dar un veredicto y más cuando son casos difíciles y complicados de saber quién tiene la razón. Así que finalizó mis días siendo la villana para uno de mis hijos y a veces para los tres, que mal me hace sentir esta situación.
Dicen que todo en la vida tiene solución menos la muerto y opino lo mismo aunque descubrí que una madre tampoco la tiene, resulta que sufrimos cuando los hijos llegan por temor que algo les pase y cuando crecen continua el sufrimiento por el mismo temor y aunque algunas mamas fingimos que no nos importa, que ya hicimos mucho por ellos, que están grandes es solo de la boca para afuera porque igual lloramos en silencio cuando están en problemas.
Traerlos al mundo parece tan sencillo y al empezar a jugar el papel te das cuenta que no es nada fácil, resulta que es un caso que no tiene marcha atrás, que no se lo puede llevar el viento, que no podrás borrar y hacer cuenta nueva porque después de dar vida solo hay algo que podemos hacer y es convertirse en la mejor mamá para un mejor hijo.
"Por más dolores de cabeza que nos den los hijos, ellos son y serán siempre lo mejor que nos ha pasado, el regalo deseado para toda la vida"
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