Cuba y la web.

Hace un par de meses viajé a Cuba, un lugar excelente y hermoso, pero con una falta de infraestructura notable en tema de telecomunicaciones. Es decir, acceso a internet más que limitado y de poca calidad. Una tierra de contrastes desde un particular punto de vista.

En general el tema de Cuba me parece muy interesante. Fuera del aspecto económico del país y los temas políticos con Estados Unidos, lo que he disfrutado es la inversión a la cultura y las artes en muchos aspectos: Canales dedicados a hablar de arte, impulso a la música como el jazz, la importancia de la curaduría, artistas saliendo al extranjero a expandir sus conocimientos… Además de ver en las calles el impulso para restaurar edificios ya descuidados, el Capitolio, etc. Paredes de edificios pintadas pero que dejan los rótulos pintados hace muchos años completamente intactos.

Capitolio de la Habana.

En contraste con estas cuestiones, nos encontramos en un lugar con acceso limitado a la web, y sin embargo, en las tiendas para los turistas promueven el pago en línea para obtener un descuento significativo.

Específicamente estando con mi pareja en esta situación, pude vivir este proceso:

1. Para realizar el pago en línea, existe una persona sentada en una computadora que realiza el proceso por ti.
2. La persona encargada anota los datos de tu tarjeta en una página web que no inspira mucha seguridad.
3. Si el proceso marca error, te muestra una página con una imagen que indica que hubo un error.
4. La persona regresa al proceso con el botón de “Atrás” del navegador.
5. El sistema parece tener problemas para aprobar la transacción en domingos (ese día era domingo).
   No había tenido un encuentro tan directo sobre la forma de navegar en la web con un acceso de este tipo. Está demás decir que hay un estancamiento de unos 15 años aproximadamente en cuestiones de diseño y funcionalidad.

Pero ese no es el punto, me interesó más la importancia del rendimiento y la eficiencia de un sitio para aportar un respiro entre las limitantes diarias.

No me imagino aún la posibilidad de trabajar como diseñador web en la Habana. Sin embargo, sigue siendo tierra virgen, y pronto podría dar cabida a un cambio importante al respecto. Si esto se llega a dar, significaría una introducción a que las ambiciones de una mejor web empapen los sitios cubanos.

Sería genial.

Lo que queda hacer por nuestra parte es pensar en rendimiento siempre, probablemente alguna persona con poco acceso a internet trate de visitar algún sitio y podemos ahorrarle un poco de frustración.

Creo que de esto se trata la labor del trabajo en web, analizar y encontrar áreas de oportunidad.

¿Qué opinan ustedes?