Desahogo
Trato de darles ánimos y esperanzas a los que me rodean, al menos nos mantenemos un poco más estables que otros, pero es un trabajo arduo procurar mantener la moral en alto y más aún en un lugar donde la necesidad es el impulso de muchos -para no decir todos-. Con el pasar del tiempo, los días suelen tornarse grises o al menos es lo que algunos comentarios dicen. La actividad económica suele paralizarse cada vez más y la estupidez crece con el pasar del tiempo. Los que solía llamar amigos ya no son más que conocidos. "La plata no tiene amigos" dicen unos, otros solo piensan qué harán para comer mañana.
Esto es una calamidad, nunca se ha vivido circunstancias de tal magnitud y en estas mismas ves a las personas sin caretas ni máscaras. "Maduro coño e' tu madre" es lo que se escucha en las calles, se normalizó la corrupción y la maldad. "Te falta calle" dicen los niños al terminar de hacer tremenduras que no hacen niños en países desarrollados. Ya no es el tercero, quizás es el quinto mundo en el que vivo en la actualidad; vivo en una sociedad retrógrada en donde hay una diferencia notoria entre las clases sociales.
A fin de cuentas, soy humano, estoy agotado de ver tanta inmundicia; procuro de mantener mi frente en alto y de hacer caso omiso a las injusticias pero está mal hacerse el de vista gorda ante tanta impunidad y falta de misericordia. No hay objetivo alguno con este escrito, solo soy yo liberando arrechera.
Fotografías de: lecroquersfilm
Redacción: Carlos Cedeño