¡Felicidad sin motivos!
Aún no entiendo por qué vivimos buscando un motivo para sonreír y ser felices; una motivación. A diario nos vemos expuestos a experimentar distintas emociones. Puede quizá ser por un día de trabajo muy agitado o por todos los quehaceres de el hogar, en fin, son tantas las cosas que nos ponen en un sube y baja de emociones, que el estar feliz, en algunas ocasiones no es la primera opción. Y es que no es cosa fácil, lleva tiempo y esfuerzo, no puedes simplemente decir seré feliz y automáticamente serlo, al principio nos costará. Un día, me encontraba yo despertando, estaba a centímetros de la puerta para salir del cuarto cuando escucho -¡Lolo no está respirandoooo! (Lolo era mi papá) Me puse fría, paralizada, sin saber qué hacer, salí del cuarto dando pasos lentos y con miedo, al salir a la parte trasera de mi casa, estaba allí mi papá, agonizando. Sin pensarlo lo sujete y sostuve su cabeza, no pasaron 5 segundos y ya él no respiraba, tenía a mi papá en mis brazos pero él ya no estaba, creía que aún estaba dormida y solo era un sueño. Me sentí destrozada, tenía un cuerpo en mis brazos que ya no tenía vida. Ese día levanté mi cabeza y sonreí al cielo, sabiendo que ya mi papá descansaba. ¿Podría a partir de ese día terminarse mi verdadera felicidad? ¡NO! Ese día entendí que desperté en momento justo, que lo abracé en el momento justo y que no debía sumergirme en un abismo de dolor, porque quien se fue había sido él, yo me quedaba aquí. ¿Qué sentido tendría vivir en sufrimiento? A partir de ese momento entendí que mientras haya vida, hay esperanza y que nosotros decidimos estar felices o no, lanzarnos a un abismo de dolor o no. Entendí que no debía estar triste, pues aún tenía la posibilidad de cambiar decisiones, de cambiar rumbos en mi vida, porque es ahora cuando debemos ser felices, mientras vivimos, una vez que la muerte llega ya de nada vale la felicidad. En mi día a día, me despierto con la mentalidad y la actitud de que pase lo que pase yo estaré feliz, de todo lo malo se saca algo bueno. j.PNG
Gracias @carimarking! Digna de un gran aplauso a la valentía de enfrentarse al mundo con la entereza que demostraste, con la muerte de tu padre. No todos vivimos las despedidas de la misma manera, pero estoy absolutamente segura que como lo hiciste es la forma correcta. La vida continua y debemos dar Gracias A Dios de estar vivos y de poder tener alimentos, techo y amor entre otros. El tema es que cada quien vive su propia verdad y tiene una historia marcada gracias a los propios pensamientos. Solo hay algo seguro al nacer la muerte, la felicidad se aprende y se vive. Excelente interpretación del desapego!
¡Gracias @lalechuza! Es así, debemos aprender a enfrentar cada adversidad. Bendiciones.