Yo Quisiera

Ayer me encontraba en momento de debilidad, afrontando el tener que soltar ciertas posturas, situaciones o personas que por cariño duelen; estaba, de nuevo, a mis veinticinco años, encerrada en un baño, mirándome al espejo y reconociendo que, doce años después estaba en el mismo lugar, en la misma postura, en un país diferente, e incluso quizás más sola que cuando tenía trece y estaba en el baño de mi habitación.

Creo que soy coleccionista de mis momentos de quiebre. Perdí la cuenta de cuantas fotografías mentales tengo de mí en un baño, llorando, mirándome al espejo y tratando de definir qué pasaba.

Deprimente no? Por eso se llama depresión, sinónimo de tristeza.

Mostrar o contar mi dolor no me da vergüenza, todo lo contrario, me siento más humana cuando reconozco en voz alta que algo me afecta. Sé que quizás para algunas personas todo esto sea incómodo pero ¿No estamos en esa onda de salir de la zona confort?

Siempre me pregunto cuál es la enseñanza que tiene cada persona en mi vida y, con las más cercanas siempre me pregunto cuál es el reflejo, por qué esa persona está tan cerquita de mí.

Me costó en este momento de mi vida reconocer el reflejo o la unión con algunas personas, a tal punto que algunas salieron y solo entonces pude ver parte de la historia que sé que aún me quedan detalles por ver, pero otras me hicieron llevarme a puntos de fluir porque no supe otra manera de entender qué me pasaba.

Ayer me miraba al espejo y no tuve respuestas. Ayer me atreví a abrazar a alguien y llorar porque era lo que sentía. Ayer hablé en voz alta incontables análisis de mi mente, escuché el crujir de las heridas de alguien más y entonces sucedió la magia que escuchando el ruido de alguien más desde mi corazón, pude ponerle nombre a lo que rasguñó mi ser.

El pasado no es perfecto. No existe el pasado perfecto. No es un tiempo verbal.

Quisiera poder explicarles por qué heridas tan pequeñas hacen brotar tanta sangre, pero no puedo. Lo que sí puedo decirles es que dentro de la oscuridad lo único que se ha mantenido en mi mente es salir adelante, solo pienso en que después de esta ruptura, porque se siente así, cómo sí se hubiese quebrado mi cuerpo por la mitad, solo pueden venir cosas buenas después de una tormenta.

La esperanza es una paleta de colores...

La esperanza es esa pregunta que te haces cinco años después de haber roto un compromiso de matrimonio con el que creías el amor de tu vida sobre sí habrás hecho lo correcto... o mejor aún, sí vas a volver a sentir el amor como la primera vez.

La esperanza es soñar despierta con acciones lindas de personas que tienen miedo de ser lindas, como que venga a tu puerta a buscarte alguien que nunca te buscó.

La esperanza es, en ocasiones, el bálsamo de todas las heridas.

Yo quisiera ser esos "y sí..." que digo mientras sueño despierta.
Yo quisiera..... tantas cosas quisiera.

y tú?

xoxo

M