En el fondo del abismo

- Ven, ¿Por qué no sales a la luz? - En la oscuridad pudo observar unos ojos que reflejaban dolor- ¿Por qué insistes en quedarte en la penumbra de este abismo?

Una figura delicada se paseaba en la oscuridad. Su caminar era una mezcla entre desespero y furia muda.

- ¿Qué tiene para ofrecer la luz? Hace mucho estuve en tu lugar, tantos sueños- hizo una mueca y empezó a reír agriamente- Fui tan estúpida.

Intentó acercarse al lado oscuro del abismo pero simplemente no pudo atravesar aquella línea divisora entre luz y oscuridad. Miró en dirección de aquella cara juvenil, grabó en su memoria cada detalle: Piel canela, sonrisa arrogante, ojeras marcadas por las noches en vela. Pero lo que más le sorprendió fueron las lágrimas que empezaban a caer de aquellos ojos fríos.

- ¡Pero lucha! ¿Qué diablos estás esperando para hacerlo? - gritó con las pocas fuerzas que le quedaban- Por favor, no te rindas. Por favor, para de alejarlos, por favor… Te necesito.

Las lágrimas se asomaron y rápidamente la luz se reflejó en ellas, generando una gama de colores. Fue demasiado para la de piel canela, fue hipnotizada por aquellos mini-arcoíris. Los demonios la persiguieron rápidamente hasta sus recuerdos.

Recostada en la pared del abismo, temblaba, como si recibiera fuertes descargas, con su mirada perdida en lo que alguna vez fue su alma. Pero ahora solo existía inmensidad.

- Prefiero estar en la oscuridad. Acompáñame, guíame, dame las fuerzas que ya no tengo- dijo con voz ronca y tono suplicante.

- No puedo hacerlo- desvió su mirada de manera apenada- No dejaré que destruyas lo que fui, lo que soy y lo que seré. Cruza esta línea y vuelve a mí.

Se levantó. Podía verse el dolor en cada paso dado. Se detuvo justo antes de tocar la claridad, posó sus ojos marrones sobre ella, inspiró profundo y dijo:

- ¿Te das cuenta de que te encuentras al final de este abismo? Tú ya renunciaste, te desenamoraste de tu vida. Soy todo lo que no quieres aceptar. Aférrate a esa mentira, a esa esperanza marchita a la ilusión del reencuentro. La vida seguirá avanzando y al final la penumbra te alcanzará.

Solo un paso más bastó para que la luz diera de lleno en sus ojos marrones y en su semblante cansado.

- A mí no puedes engañarme. De mí no puedes ocultarte. No puedes intentar cerrarte ante mí, por la sencilla maldita razón de que yo… soy tú.

Autor: @bridareiven

Espero que les gustara la lectura de mi humilde historia. La hice en una tarde de frustración.

Historia inspirada en las siguientes canciones:

The black abyss – Black Tide
End of Me – A Day To Remember
Rise above this – Seether
Bullet For My Valentine – The Last Fight

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