🐾🐶TITA 💗: LA HISTORIA DE ADOPCIÓN DE UN PERRO DE LA CALLE🐶🐾

Adoptar una mascota es un acto de 💖 único y con la garantía absoluta de que ese 💖 será un sentimiento recíproco, incondicional y quizá con mayor retribución afectiva.

Esta perrita que ven en la imagen llegó a nuestras vidas a solo 8 días de que una buena muchacha la recogiera de un mercado. Aún me pregunto cómo tuvo la valentía de defenderla de las patadas que le daba en ese momento una niña y cargarla llena de garrapatas y montarla consigo en su moto y llevarla a su casa.

Mis hijos deseaban una mascota y decidimos que adoptaríamos un perrito de la calle. Nuestra sorpresa fue que todos los perritos hermosos y de tamaño pequeños que veíamos en las fotografías eran adoptados casi que automáticamente.

Después de dos meses buscando encontré en Mérida, la ciudad en la que vivía el año pasado, a la Fundación Peludos Protegidos y vi su cuenta de instagram y le escribí como lo había hecho con las otras y la respuesta fue inmediata, pero como siempre... los perritos de raza pequeña ya habían sido adoptados, pero su Directora me dijo que había un poodle hembre que había sido recien rescatada y que me la podían entregar en un mes cuando estuviera mejor de salud y esterilizada. No obstante, en casa teníamos como ansiedad por tener el perrito en casa y le dije que nosotros pasaríamos por el proceso de cuidarla.

Según las palabras de la Directora de la Fundación, era una perrita cariñosa, muy agradecida y de buen comportamiento y aunque le vería la piel muy irritada y roja no tenía sarna en la piel sino una alergia producto de las condiciones en las que vivía, que había sido desparasitada y además me darían los medicamentos y se comprometían a esterilizarla gratuitamente al cumplir su tratamiento.

No crean que no me horroricé cuando me envió imágenes de la perrita, pero la bondad de esta mujer al describirme cómo la chica la había rescatado de aquel mercado, y explicarme que estaba provisionalmente allí porque ella tenía 5 perritos propios, hizo que mi temor desapareciera, pues si alguien se había arriesgado tanto por salvar a una perrita nuestra familia podía adoptarla antes de ese mes y con ello colaborar de alguna manera con la muchacha que la había rescatado y que mis hijos aprendieran a amar a una mascota más allá de su apariencia.

Nuestra 🐶 ya tiene un año con nosotros, se llama Tita Merelo, luego de dos meses descubrimos que sufre de hipotiroidismos y la amamos y cuidamos como un miembro más de nuestra familia, somos "su mamá, papá y hermanos humanos", y le combinamos su alimentación con comida húmeda y seca, de la comercial y otra elaborada en casa. Saben algo curioso que descubrimos... Tita no fue siempre una niña, perdón, una perrita de la calle, ella tuvo una "dueña" porque aunque todos la atendían muy bien, la acariciaban y le hacían mimos, cuando yo salíade casa ella llorabamucho y mostraba mayor cercanía y muestras de afecto conmigo; además, extrañamente no tuvimos que enseñarle nada, pues siempre esperaba que la sacáramos dos veces al día a pasear para hacer sus necesidades, acataba órdenes y entendía muy bien la dinámica de vivir en un apartamento.

🌹Después de todo lo dicho no me queda más darles las gracias por leerme y recomendarles, tal como inicié este texto, que adopten un 🐶 o 🐱 y estarán seguros que su 💗💖💞 les será recompensado con creces.🌹