La vida es un constante proceso, juntas el proceso que transita el pasar de las horas con el de los días y cuando abres los ojos ya eres una adulta que los muchachos ven "mayor" y los mayores aún llaman "muchacha".

Reconozco lo temeraria que he sido cuando pienso en la adversidad y mi actitud ante ella, me he atrevido a casi todo, siempre que mantuviera los parámetro básicos, lo hago si...:

*No daño algo o alguien.
*Va a mejorar algo.
*Sirve para aprender, crear, divertirse, ganar dinero.
*Si es para ganar dinero, vuelvo al primer punto.

Y así ha transcurrido el tiempo, con sus altos y bajos.

Me resbala que hay gente más adinerada que yo, siempre vivo como una gran afortunada. Antes viví enfrentada a las dificultades con actitud retadora, al miedo con los puños en guardia y últimamente, me asombra lo que he cambiado al respecto.

• ¿Desde cuando se le tiene miedo al diablo? -. Me pregunto muy seguido.

Lógicamente, hoy temo por cosas que iban a un ritmo natural mientras yo corría. Las enfermedades y sus consecuencias, el deterioro del cuerpo y sus cambios constantes, las metas no alcanzadas, muchas preguntas con respuestas irrelevantes. Calculo menos el tiempo que me queda para responderlas, simplemente disfruto de la etapa que toca, sin mirar atrás como si perdiera algo, atesoro mis ganancias y me dispongo a aprender un montón de cosas que por falta de "tiempo" posponía.

Si tuviera 15 de nuevo, con todo lo que he aprendido hasta hoy, haría las mismas cosas con mayor atención a los detalles, recordaría los nombres de personas, que por andar de prisa, olvidé. Anotaría las fechas de los cumpleaños cuidando no perder la libreta y disfrutaría más de cada olor y cada color con ánimos de describirlo, para quienes me lean en el tiempo. Argumentaría menos, usaría más el oído, no daría nada por hecho y trataría de encontrar el punto de encuentro con otros con mayor empeño.

Entre tanto, celebro mis canas ahora ilustradas también, en un trabajo que hice mientras reposaba por una gripe que me llevó a la cama, mientras me sentía "de la patada", me reconciliaba con ellas y pensaba que no lucen como unas mechas ni las hizo mi estilista. Tienen más valor y significado que eso y por eso ahora las luzco complacida, sin quejas por un tinte que las oculte y pensando en un nuevo look que las incluya.

Cuéntanos qué harías si tuvieras 15 y si aún no llegas a los 25, dinos qué harás cuando pases de 40.

La mejor recompesa está en compartir, comparte este mensaje con otros y veamos que responden

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Soy Joney Castellanos
@bitcoinroute y en el Podcast "Los cómo de las Cripto", te contamos de las Criptomonedas en las manos de la gente. Escríbenos [email protected]