No se permite caer mucho menos rendirte

Alejandro vivía de un sueldo, dividía todo los gastos y muy poco quedaba para el divertirse, darse gustos, él tiene un mejor amigo, lo considera su hermano, a quien confiarle hasta lo más preciado de su vida, confía en el plenamente. Él le hablo a Alejandro sobre negocios, le propuso que trabajara por cuenta propia, que empezara a emprender desde internet, eso es lo que mueve el mundo ahora, le dijo. Le mostro sus cuentas y lo que cotizaba. Alejandro se entusiasmó y a menos de dos días de haber empezado dejo su trabajo actual y se dedicó de lleno a esto.

Alejandro empezó y en una semana gano una cantidad, no mucho pero era más de su mediocre sueldo, de la vida que él considera miserable, quiere darle lo mejor a sus padres que ya no pueden más, y vio esto como una luz de esperanza en un mundo donde el más fuerte se come al más débil. Trabajo dos semanas arduamente y gano un poco más, su mejor amigo le presento otro miembro al que le habían comentado también y los tres trabajaban juntos.

Alejandro le comento a un amigo lejano sobre esto, por lo cual el también empezó a hacerlo, todos iban bien cada quien haciendo lo suyo por su lado, Alejandro no crecía mas, su negocio se quedó estancado, ganaba lo mismo y en ocasiones menos, mientras los otros tres hacían más y más, y el más reciente empezó a ganar mucho más que Alejandro en muchísimo menos tiempo.

Paso el tiempo y todo era igual, Alejandro se sentía frustrado, todos estaban en un nivel muy por encima, incluyendo el más reciente que no llevaba ni la mitad de tiempo que él; Alejandro se alegraba por el éxito de sus amigos, pero no podía evitar sentir algo de envidia, se notaba mucho, dentro del sentía una gran frustración, tristeza, impotencia, se repite a si mismo siempre: Si ellos pueden porque yo no logro hacerlo, porque no puedo avanzar, me quedo estancado aquí, ¿acaso no puedo servir para algo?.

Alejandro no daba para más, o eso pensaba el, ya que a todos les iba bien y él no lograba ya nada en lo absoluto. Si la vida es una tuerca que gira y gira, cuando será mi turno, ¿acaso nunca podre tener mi oportunidad?, ¿Cuánto más tengo que esperar?.

Poco a poco se está rindiendo, no encuentra que hacer, se queda sin ideas y empieza a creer que esto ya no es lo suyo o eso piensa constantemente, piensa que esto fue otra mala decisión de muchas que ha tomado.

La universidad empieza en unos días, no tiene dinero ya, el tiempo apremia y se lleva a cualquiera por delante, pierde la esperanza en todo. Un amigo lejano lo llama a las 8:25 pm para tomarse unas copas, el baja y charlan durante horas, le confiesa todo lo que siente y hablan sobre eso, él le aconseja que no desista, que no se rinda, la recompensa viene del esfuerzo y cuando menos se lo espere todo dará frutos, no será muy pronto pero si de pronto. El entre lágrimas lo abraza y dice que lo seguirá intentando, y se lo promete así mismo. Sigue intentándolo, no hay peor error que rendirse, muchos lo hacen incluso estando cerca de la meta, quien quita y tu estas cerca y te estas rindiendo porque esperas algo que quizá aún no sea tu turno de tenerlo, le dice.