Hola steemianos, hoy quiero hablar de un libro con un nombre genial “Rueda Libre: Crónicas Inoxidables”, su título es interesante porque es muy venezolano, rueda libre quiere decir al desnudo y cuando califica de inoxidables a las crónicas quiere decir que son atemporales, nunca pasarán de moda.

Según el diccionario hay dos definiciones para una crónica periodística:

La primera se refiere a una narración histórica, expuesta de manera oral o escrita, que cuenta los hechos en orden cronológico, es decir, tal y como sucedieron.

La segunda definición es la que voy a desarrollar y se refiere a un artículo o noticia sobre un asunto de actualidad, que se comenta amplia y detalladamente en publicaciones periódicas (crónica social o de sucesos) o como parte de un libro.

“La reciente visita de Deep Purple a Caracas me hizo caer en cuenta de varias cosas que yo ya había intuido en la vida, pero que exigían de una puesta en escena para darlas por ciertas. Una de ellas (y tal vez la principal) es que siempre nos sentiremos distintos a como nos vemos en el espejo. Esa primera epifanía la tuve en la cola para entrar al concierto del grupo británico: una pareja, espléndida para un spot de Securezza, canturreaba “Smoke on the water” como si estuviera arrullando a un nieto muy querido”. Página 9 del libro Rueda Libre Crónicas Inoxidables de Salvador Fleján

“La otra revelación fue más estética que metafísica, más cercana a Helena Rubinstein que a Inmanuel Kant. Una buena melena es al rock lo que un tupido afro es al funk: algo tan consustancial al rockero de raza como la muñequera de clavos o la sortija de calavera”. Página 10.

Es muy interesante y creativa la metodología que usa el escritor al presentar su experiencia, dice verdades tan universales que provocan la risa del lector. Usa un lenguaje coloquial, muy venezolano que penetra en la mente y hace sentir un acompañamiento inigualable.

La comparación entre rockeros con accesorios de clavos y calaveras y los afros de los funk es simplemente genial, cuando menciona la perfección de la pareja de cantantes para un comercial de Securezza claramente se refiere a que son dos adultos de edad avanzada.

“Otro detalle sospechoso fue la falta de sufrimiento para acceder al show. Acá puede que peque de anacrónico, sobre todo si tomamos en cuenta que mi último concierto visto fue el de Guns n” Roses en el ya lejano y revolucionario año 92. Con todo y ello, no pude evitar echar de menos la peinilla policiaca, la lluvia inoportuna o al vendedor de Doritos”. Página 10.

El autor expone sus vivencias de manera auténtica, sin poses, sin tratar de agradar al lector y paradójicamente logra que el público se conecte con sus emociones. Al igual que el escritor en algún momento seamos jóvenes o no nos hemos sentido fuera de lugar o decepcionados por esperar más de lo que recibimos.

… “ Del Ian Gillan que una vez caracterizara a Jesús de Nazaret en la opera rock Jesucristo Superstar, sólo quedaba un detalle de vestuario: el vocalista permaneció descalzo durante todo el concierto . De la bíblica y negra cabellera, apenas atisbé un promontorio gris y mustio que la brisa nocturna caraqueña no lograba conmover. Gillan tocó la pandereta, sopló dos armónicas rítmicas y bailó. Su danza me recordó a un turista alemán en Choroní al borde de un coma etílico”. Página 12.

También es una creencia universal el pensar que los artistas “no envejecen”, el autor tiene un dominio maravilloso de la descripción que logra en el lector una imagen de la experiencia completa. Hay un toque de humor y es que los latinos tenemos fama de buenos bailarines contraria a la de los europeos y cuando se refiere al alemán quiere decir que no tiene mucho ritmo además de estar borracho, solo imaginarlo es hilarante.

Los invito a leer las demás crónicas presentes en este libro tan venezolano y tan bien escrito sin ser rígido ni aburrido, saludos!