Siguiendo con los acontecimientos narrados en Una Nación desgarrada: Crónica de un turbulento recorrido en la Elección Presidencial del 20 de Mayo - Parte 1, de los cuales puede decirse que representaron un primer bloque de la experiencia vivida ese día, habíamos quedado frente al llamado de un extraño sujeto desde un automóvil. Mi amigo se acercó en primer lugar y el conductor del auto se identificó como el miembro de un colectivo de la zona al cual habían llamado los oficialistas del punto rojo que se situaba en las adyacencias del centro electoral porque se estaba presentando una "situación irregular" respecto a nosotros. Inmediatamente nos preguntó quienes eramos y qué era lo que hacíamos ahí. Le explicamos el trabajo de encuestadores que estábamos desarrollando y que no estábamos causando ningún problema realmente. Él nos miró con desconfianza y nos preguntó quién era el dueño de la empresa a lo que respondimos que no lo conocíamos pero que evidentemente teníamos una acreditación del CNE. "Ustedes están aquí trabajando para un partido político, esa es la verdad", nos dijo. Le mencionamos que las encuestas "exit poll" se realizan en todos los eventos electorales y que estaba permitido. "Están aquí con fines partidistas, así que por su seguridad les voy a pedir que se vayan, no busquen problemas" y de ese modo nos dio un ultimátum el miembro del colectivo.

Sin nada que hacer, tomamos la disposición de dirigirnos a un centro electoral cercano para seguir realizando las encuestas mientras llamábamos al coordinador para que nos diera instrucciones. Mientras nos dirigíamos a otro centro electoral nos encontramos por casualidad con otros jóvenes que, por los materiales y sus credenciales, identificamos como encuestadores. Se dirigieron a nosotros y nos mencionaron que también estaban realizando su trabajo cuando de repente fueron rodeados por los "colectivos" que les solicitaron su retiro de la zona. Así las cosas, sabíamos que aunque nos dirigiéramos a otro centro podría empeorar nuestra situación. Pasamos frente a dos centros más en los que notamos las mismas características: Puntos rojos al frente y poca afluencia de electores .

En el 23 de enero ...

Al comunicarnos con el coordinador, este nos indicó que nos movilizaría a otro centro electoral ubicado en la parroquia 23 de Enero y que nos enviaría un transporte para llegar allá. El 23 de Enero es un "bastión" del oficialismo, el nido en el cual se desenvuelven los principales colectivos del país, es decir, una zona tomada por el régimen a fuerza del terror sobre los ciudadanos que allí habitan. No obstante, el coordinador nos advirtió que no tendríamos problema pues ya se había hablado con las personas correspondientes al "dominio" de la zona en la cual se encontraba el centro al que acudiríamos. Una vez llegó el transporte al mediodía, se nos dió tarde el esperado desayuno y emprendimos camino al 23 de Enero.

En la vía al centro electoral asignado en la zona central del 23 de Enero observamos al menos diez centros más: No habían colas para sufragar, solamente se visualizaban estas en los "puntos rojos" ; se observaban además sujetos de la Milicia Bolivariana en cada uno de los colegios e individuos con camisas que hacían alusión al régimen.

Llegamos al fin al centro electoral en el cual culminariamos nuestra jornada: El Colegio Francisco González Guinán. El supervisor de la encuestadora en el centro nos dió la bienvenida y nos dijo que permaneciéramos tranquilos, que allí no nos reclamarían. El centro permaneció prácticamente vacío el resto de la tarde. Calculamos diez votantes por hora, lo cual resultaba una cifra bastante baja puesto que el centro electoral tenía asignados unos 1500 votantes. La tarde transcurrió en calma, con el sonido lejano de unas canciones oficialistas y algunos fuegos artificiales.

De repente, antes de que llegará el transporte con el correspondiente almuerzo, un señor se nos acercó y de manera amable nos preguntó que hacíamos. Una vez le dimos la respuesta, el empezó a decirnos que siguieramos tranquilos haciendo nuestro trabajo, que nadie debía interrumpirnos y que independientemente de la postura política, el respeto debe ser un factor común. "Aunque yo tenga una posición distinta a la de ustedes, y ustedes lo saben porque lo que se ve a simple vista no se pregunta (El señor tenía una camisa de botones roja, color alusivo al gobierno) " . Luego de eso empezamos a tener un debate acerca de nuestra situación política actual, de la grave crisis y de las fisuras sociales. Hablamos de la "epísteme" y de lo que significa en cualquier contexto, de que él tuvo una experiencia respecto al actual gobierno y nosotros tenemos otra. Hablamos de sistemas políticos e ideología y así, llegamos a un punto cumbre: El señor nos mencionó que entendía que no comulgaramos con el gobierno, que no lo haríamos por todo lo que está pasando, pero que en algún momento tenemos que concertar fuerzas y criterios como ciudadanía, pues más allá de la ideología, se encuentra el respeto y el entendimiento, la articulación de un proyecto nacional en el cual podamos reflejarnos como venezolanos.

"¿Por qué creen ustedes que Jorge Rodríguez actúa con tal odio?" decía el señor, "Asesinaron a su padre cuando el era apenas un niño, y así como a el se lo hicieron también a muchos, era obvio que de llegar al poder todas estas personas actuarían así" . Inmediatamente le dije al señor que a nuestra generación también se le perseguía, se le recriminaba y asesinaba, que nosotros estamos viviendo el oprobio al que nos ha reducido el régimen. "No vamos a olvidar todas las muertes, todas las fisuras, así como por ejemplo Jorge Rodríguez no ha olvidado las suyas, pero hay una diferencia: La responsabilidad acerca de la conducción del poder, el cual no es un mero instrumento para la venganza y el ultraje, sino que es la fuerza reguladora de las relaciones entre los ciudadanos" .

El señor sonrió y prosiguió del siguiente modo: "Me alegra que así sea y espero que en algún momento las personas que lleguen al poder, porque esto va a terminar, comprendan esa responsabilidad"

"Los que hoy gobiernan en el país y la dirigencia que pretende hacer oposición no comprenden esa responsabilidad. Estudien, formense, investiguen. Construyan su propio criterio y espero que algún día ustedes puedan aportar al país. Ustedes son esa nueva generación que necesariamente le dará un impulso a nuestro país" concluyó lapidariamente el señor, que para sorpresa nuestra se identificó como el miembro de un colectivo de la zona.

"Los extremos son perjudiciales" decía, "Yo repudió la violencia y es lamentable que la mayoría de los miembros en los colectivos la practiquen como algo rutinario" . Particularmente, esto amplía una visión que comúnmente se tiene de estos grupos, asociada normalmente a prácticas delictivas.

La jornada concluyó en calma y en esta segunda parte de la experiencia pudimos presenciar la otra cara de la moneda, pudimos constatar que el respeto y la discusión para llegar a concertaciones es posible, pero lo turbio de nuestro sistema institucional y su impacto en el sistema social impiden el desarrollo de una ciudadanía consciente de la esencia de la política. Los resultados emitidos en la noche de ese día solo podía ser un reflejo de nuestra situación, el disgusto, la imposición autoritaria y la apatía serían los protagonistas de un proceso tan fraudulento como la cotidianidad venezolana. La muestra de una Nación desgarrada .