Cuánta exigencia para ti mismo. Admirando primeramente la belleza física que cubre este poema. Me parece estar viendo a Carolina Herrera desfilando en su mejor pasarela, brillando con luz propia, bravo!!! El olor también es muy agradable, huele a fragancia cítrica frutal, vas dejando el exquisito aroma durante el recorrido, un olor que jamás, podremos olvidar. Qué fácil es... juzgar con las palabras, que fácil es destruir en un segundo lo que por siglos de los siglos construyes con amor. ¡Te admiro!
Ja, ja, ja me ha hecho reír con eso de Carolina Herrera, fue demasiado ocurrente. Extrañaba tenerla de visita. Le agradezco por tal apreciación hacia estas letras, es muy amable.
Eso es tan cierto como triste. También admiro lo que hace, lo sabe.
¡Un abrazo!