Lienzo en blanco

Llevaba meses sin crear nada nuevo, nada innovador, nada que dejara a la gente con la boca abierta. Lo sabia bien, lo veía nítidamente, su carrera se había estancado, por decirlo de una manera suave. Sus aduladores se marcharon, las fiestas terminaron, sus ‘amigos’ ya no llamaban y su mujer, cansada de que no le hiciera el menor caso hacia semanas que se había ido. Solo. Solo tenia una opción, pintar con el corazón. Se lanzo a ello y creo algo inmortal, único, su obra maestra. Se sentó en la silla a contemplar su obra. Ya no se levanto.