Un ritmo casi descabellado y tal vez lleno de ironía, pero hermoso y repleto de ese romance de adolescente. Me ha encantado el primer fragmento de tu «de mentiras»:
dejando al viento ser el culpable de llevarse
cada promesa e ilusión que inventábamos
para sobrevivir al cataclismo de la soledad
Excelente poema. Saludos.
Gracias por leerme.