¿Existe la llamada objetividad periodística?; Por @seifiro
En la fotografía: Ryszard Kapuscinski, periodista polaco
Los medios de comunicación se basan en un juego muy sencillo de credibilidad versus no credibilidad. Es obviamente más fácil confiar en un periódico o en un canal de televisión en tanto a la estética de la imagen y del sonido en sus programas de producción propia, como también en sus publicidades, lo mismo sucede con el periódico dentro de sus capacidades. Un medio de comunicación de menores recursos y de menor alcance por lo tanto tiene mucho menor credibilidad. Sin embargo, puede alcanzar una mayor si un medio más grande lo convierte en su aliado informativo. Esto sucede porque se comparten líneas editoriales o intereses comerciales en común, como por ejemplo que el medio más pequeño realice publicidades gratuitas a un producto derivado de las múltiples empresas que el grupo de poder manejan además de la televisora o el periódico. Lo mismo sucede con cierta posicionamiento en la política.
Si se deja de confiar en un medio de comunicación este puede morir. Es algo natural. En la actualidad desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, y las denominadas fake news se ha visto una escalada abismal de las mismas, en específico dentro del periodismo digital, no sólo de medios pequeños sino también de otros más grandes, con periodistas profesionales y formados que, al no poder vender como antes debido a la misma internet, y al fenómeno Trump, en que se demostró que el poder ciudadano está ahora por encima del denominado cuarto poder, a la prensa no poder controlar por completo a la opinión pública como previamente lo hacían antes de la era de las redes sociales, deben optar por otra forma de vender contenidos. Y las fake news ayudan muchísimo. A todo el mundo.
Sólo se trata de crear un anuncio atractivo con un título todavía más llamativo para que alguna persona le dé clic. Y listo. Ya has generado dinero para el medio para el cual trabajas.
Esto hizo molestar el otro día a Elon Musk, (sí, el fundador de Paypal entre muchas otras cosas geniales que han cambiado a la humanidad capitalismo mediante) y propuso cambiar al periodismo para siempre. Para ello crearía una página web en donde se publicarían noticias y serían las personas normales como nosotros quienes darían votos y califaciones para hacer conocer si lo allí publicado es creíble o no.
Podrían argumentarme aquí que cualquiera podría votar positivo, y que son los periodistas los que deben hacerse encargo de estos temas. Y que la masa no debería determinar lo que es verdad. Pero yo les digo que el verdadero problema es que una minoría que conforma el poder determinen qué es verdad.
En Venezuela ocurrió esto, y así fue cómo Globovisión con programas como Aló ciudadano o El radar de los barrios; el medio construyó durante años la narrativa de una oposición al chavismo que resultó ser completamente falsa. Y quienes por cierto, tienen como enemigos a la gente de Twitter que son a su vez quienes los han desmentido durante ya años.
Elon Musk define muy bien a los periodistas como lo que son: unos atorrantes mentirosos a los cuales sólo les interesa vender desinformaciones y "fake news" a las personas.
Ahora propone crear "Pravda", un «sitio de noticias e informaciones» en donde se podrá juzgar la credibilidad de los hechos.
En el periodismo no puede existir una objetividad absoluta. La primera razón es que los medios de comunicación jerarquizan las informaciones y se suma el condicionante de la naturaleza social del individuo, lo que influye en las decisiones que el periodista deba tomar, lo que rompe con la objetividad. Por lo tanto, la división existente entre las clases políticas influye en los criterios de interpretación y transformación de los hechos en la noticia.
En el siglo XIX aparece el término objetividad dentro del periodismo. Esta doctrina vino con la industrialización y comercio de la prensa. Se hace más marcada la separación entre el periodismo objetivo y el de opinión. Este último destinado a los columnistas y editoriales, en la que se destacaba que el medio no se hacía responsable por lo transmitido en ese espacio. Se exigía que los hechos en la noticia se presentaran “puros”, no había lugar para ningún comentario por parte del periodista.
La objetividad surgió por la necesidad de un periodismo que mostrara los diferentes hechos, valiéndose de nuevas tecnologías, pero respetando al individuo como generador de sus propias ideas. El formato que tiene el periodista para plasmar objetivamente una información se llama noticia y está conformada por hechos.
El periodismo objetivo es aquel que sólo transmite los hechos según sucedieron y que posean las siguientes cualidades: “novedad, actualidad, significación social e interés público”. Dicho de otra manera, la objetividad periodística es aquella que se plasma en la información y parte de una realidad exacta. Es una narración de los hechos que son comprobables y sin deformaciones de ningún tipo por parte del periodista. Es decir, que deben estar libres de prejuicios y mentiras. Se debe asumir una responsabilidad por parte del comunicador de obviar su opinión e “informar verazmente”, aunque el periodista se enfrente a hechos que no puede plasmar con objetividad.
La pluralidad de noticias no es sinónimo de objetividad. Los hechos cambian constantemente. Es decir, no son estáticos y pueden ser apreciados desde diversos ángulos por diferentes periodistas y ser narrados verazmente de varias maneras. Adicionalmente, las informaciones se corrigen y actualizan con el paso de las horas. Muchas veces el periodista es protagonista o testigo de los hechos que relata. Sin embargo, esa diversidad de información proporcionada tanto por los nuevos medios como por los tradicionales, le permiten al público escoger la información que desea consumir. Las nuevas cadenas informativas (CNN y TELESUR), los nuevos canales por suscripción y el acceso a Internet, hacen que no haya un solo público sino varios. Se está segmentando a la audiencia. Lo que hace que la parcialidad de algunos medios no influya directamente en la sociedad, ya que ésta tiene la libertad de observarlos o no. Sumado a la pluralidad de informaciones y medios, el conjunto de hechos es cambiante. No se debe olvidar que la estructura de la noticia la establece el periodista, lo que también pondría en duda la objetividad de la información. Pero, en el caso del periodismo, la objetividad debería definirse como la responsabilidad que tiene el comunicador social a la hora de divulgar los hechos.
La objetividad de la informacion es vital, porque la informacion divulgada en medios de comunicacion, no debe estar visiada por opiniones personales o sentimientos.
La objetividad no existe, es una utopía, pues ningún ser humano puede ser realmente objetivo. Desde el momento en el que el periodista toma los datos y los ordena para crear una nota, está siendo subjetivo. Usualmente nos lavan el cerebro diciéndonos que debemos ser objetivos, que la objetividad es la meta cuando nadie lo pone en práctica, mucho menos nuestros profesores, quienes en su mayoría trabajan para el gobierno, y viven de falsear información. Existen maneras de hacer que la noticia contenga la mayor cantidad de veracidad posible, y sin embargo tampoco existe una verdad absoluta, porque incluso la verdad es subjetiva.
¿Qué es el periodista
sin una visión onírica?
¿O sin un halo de malsana cultura?
¿O sin el afán de moldear personas y a la sociedad en sí?
Un simple licenciado.
Entiéndase que el problema del periodismo es que se asume que «todos los periodistas son objetivos» por pertenecer al gremio. Es el pensamiento que la masa posee, y que incluso algunos estudiantes de comunicación como también profesores comparten. Es un paradigma complicado ciertamente. A su vez denota, y me refiero a ese fervor por alcanzar a una no-existente objetividad, a una maña extraña por convertirse en máquina de redactar hechos e informaciones, y no en un investigador y mucho menos un escritor.