En una de mis clases de Psicodrama nos unieron en grupos, a cada grupo se le fue entregando una frase, a mi grupo se le asigno la siguiente “ACTÚA COMO SI FUERA IMPOSIBLE FRACASAR” de ahí debíamos explicar que comprendíamos o que significado le dábamos a la misma, respondiendo que, "debemos vivir el presente, el hoy y el ahora sin miedos" fue un momento de reflexión, ya que a diario yo le temo al fracaso.

Muchas veces nos vemos atados a eventos del pasado, en los que hemos cometido errores y nos atrevemos a juzgarnos a nosotros mismos, es decir nos convertimos en nuestros propios verdugos, flagelándonos a tal punto, que no nos atrevemos a intentarlo nuevamente por temor a equivocarnos sin buscar otra alternativa.

En otros momentos el futuro nos genera incertidumbre, le tememos al cambio, a lo que sucederá, a aquello que es nuevo, ya que de nuestros actos obtendremos resultados que pueden ser positivos o negativos, por lo que nuestra toma de decisión se verá afectada, prefiriendo mantenernos en esa zona de confort, en esa caja de cristal que nos mantienen en una relativa estabilidad.

Dejamos escapar ese regalo que nos da el presente, por ataduras o miedos, no nos damos la oportunidad de crecer y de reconocer en nosotros nuestras capacidades y fortalezas, sin entender que, aunque falles ya has ganado, y obtienes un gran conocimiento que te servirá para más adelante, para volverlo a intentar.
Ese momento fue un momento revelador, en cierta forma entendí que no doy suficiente valor a las cosas que he logrado cuando me atreví a intentarlo.

Es cierto, debemos aprovechar el hoy el ahora, esas oportunidades o aprendizajes que se nos presentan cada día, recordar que el estar vivo ya es una batalla ganada y una nueva oportunidad para seguir adelante.