“Soñar no cuesta nada” un dicho muy común verdad?, vivimos de sueños y nuestra vida está enfocada por lo general en esos sueños tan sentidos y anhelados que nos dan motivo, esperanza y fuerza para mantenernos en pie y seguir adelante. Sin embargo muchas veces esos sueños no logran concretarse, ni hacerse realidad, llevándonos a la desmotivación y perdida, por cierto tiempo pero luego lo superamos y nos volvemos a levantar con nuevas metas y objetivos, pasando todo aquello como una experiencia, vivencia y enseñanza… Es fuerte hablar de ausencia, de perdida e incluso nombrar la palabra muerte porque esas palabras sin querer nos enfocan y nos trasladan a la tristeza, al dolor y la pérdida de lo más querido y deseado de nuestras vidas, quizás sea duro decirlo porque le tememos a esas palabras, pero son etapas que como seres vivientes tenemos que vivir y superar. “Le temes a la muerte, pero la muerte vives”, la vives en cada día cuando ves caer los pétalos de una flor marchitada, cuando el sol se oculta al llegar el anochecer, cuando las aguas claras de un lindo arroyo dejan de fluir, cuando se pierden tantas vidas inocentes sin razón y sin motivo, cuando el otoño llega y deja de florecer. Que irónica es la vida, hay quienes viven viviendo y quienes mueren en vida… Muere en vida quien no busca, no quiere conocer y no sabe de sí mismo, quien se hunde en todo lo que le ocurre sin buscar el sentido del porque ocurrió, quien deja de luchar, quien no tenga un motivo, quien pierde la esperanza, quien no deja ayudarse, quien se olvida del de al lado, quien se olvida caminar en compañía llegando a la impotencia y al olvido convirtiéndose en un muerto viviente…

El vivir o morir depende de nosotros mismos y para ello debemos dominar y equilibrar nuestros pensamientos, deseos, anhelos y sentimientos para conocerse y tener claro los pilares de la vida. Así que cada vez que sientas la desmotivación y el deseo de desmayar y tirar la toalla, levantante y conviértete en esa luz brillante que servirá de guía y ayuda de quien no encuentra su rumbo y se sienta como un muerto viviente y así enseñarles a crecer, a conocer y a vivir viviendo, haciendo que vuelva a recorrer por sus vidas “Los vientos de la Esperanza”… Somos vida, arte y poesía.