Decisión

Entonces ella me dijo –Me voy a suicidar–
Quedé atónito ante lo que escuchaba, yo pensé que la trataba bien, que la hacía feliz, que hacía su vida un poco más pasable, que la hacía olvidar aunque sea por algunas horas los problemas que la aquejaban.
No sé cuál fue mi rostro ante lo que escuché pero no creo que fuera un rostro sereno, porque la expresión de ella se tornó sombrío y después de unos minutos añadió.
–No es tu culpa, tú siempre me trataste muy bien, siempre demostrabas tu amor hacia mí, eres como una luz en medio de la penumbra que es mi vida, pero, lo estuve pensando y creo que lo mejor es me muera, no soporto este mundo y ni siquiera siento que pertenezco a él–
Al continuar escuchando su voz pude salir del shock
–Pero, ¿qué fue lo que te llevó a tal decisión? –
–Todo y nada, simplemente pensaba en todo lo que había pasado en mi vida desde que recuerdo y salvo por conocerte nada ha sido bueno, siempre resultaba lastimada, siempre terminada mal–
–Pero te dije que cambiaría eso, que te podrías apoyar en mí y si no pudiera cambiarlo lo destruiría y comenzaríamos de nuevo-
–Ya te dije que tú no has hecho nada mal, pero es que simplemente llegué a esa conclusión-
En ese momento me quedé callado, no sabía si quería que la apoyarla hasta el final o si en realidad trataba de que la detuviera, aun después de todo el tiempo que tenía conociéndola no la conocía por completo, pero sabía que yo nunca iría en contra de sus deseos pues ella nunca iría en contra de los míos.
Mas el creciente dolor en el pecho que comenzaba a surgir, me hacía pensar en cosas como llevarla a la fuerza a un psiquiatra o encerrarla yo mismo hasta que dejara de pensar de esa manera, sabía que si hiciera eso nunca me volvería a dirigir la palabra e incluso me odiaría, pero tal vez su vida se salvaría.
Mientras divagaba ella me miraba en silencio y lucía como si quisiera llorar, eso me preocupaba más pues era muy raro que ella mostrara alguna emoción. Al final decidí que la apoyaría, me destrozaba el alma el solo pensar en que en poco tiempo ya no la volvería a ver, pero mi amor por ella era más grande que mi egoísmo así que tomé todas las fuerzas que pude y en una voz que pareció más un susurro dije
–Está bien, si ese es tu deseo no te detendré, me duele mucho, me destroza el pensarlo, mas no soy quien para decidir tu destino–
–También a mí me duele, el saber que por mi egoísmo sufrirás, que te dejaré una profunda herida, aunque solo es mi ego hablando más deseo que la herida sea superficial y que llegue alguien mejor que yo para que me olvides. En fin puedo decir con honestidad que el conocerte fue lo mejor que me pasó y que si existe otra vida te esperaré, no importa cuántos años pasen…Hasta luego y que nos volvamos a encontrar–
Ella se levantó y comenzó a caminar pero yo la detuve
– ¡Espera, yo deseo estar contigo hasta el final! –
–No permitiré que mueras conmigo, a diferencia de mi aun te queda mucho por vivir–
–Entonces permíteme al menos verte partir, déjame sentir tu cuerpo mientras tu alma lo abandona y un pedazo de la mía junto con ella–
–No lo soportaría, siento que me arrepentiría en el último momento si estuvieras ahí–
–Si ese es el problema déjame prometerte que si veo el más mínimo titubeo en tu resolución yo mismo te ayudaré–
–No podría pedirte eso–
–No te estoy diciendo que me lo pidas, es más bien un pago por el favor que yo te pido a ti–
–Pero…–
–Por favor, no podría soportar el no saber cuándo has muerto, la desesperación podría llevarme a la tumba antes que a ti–
Se puso pálida ante mis egoístas palabras, pero merecedor de una última petición egoísta, una última para poder dejarla ir en paz.
Se sentó nuevamente a mi lado y pensó durante unos 10 minutos, en algunos momentos parecía que quisiera llorar y yo mismo ya no aguantaba más el detener el llanto, cuando por fin pronunció una palabra sentí como una lagrima bajaba por mi mejilla.
–Sí, lo acepto, pero realmente tú tomarás el control de mi muerte si me llego a arrepentir, no te acobardarás o titubearás–
Hasta el final tenía la esperanza de que en algún momento diría algo como “Todo fue una broma cruel, quería que sufrieras un poco” o incluso que dijera “Era lo que esperaba, sabía que tú me detendrías, ahora viviré para siempre a tu lado” pero con esa última frase quedó sellado su destino, pronto no podría hablar con ella, ni jugar, ni abrazarla o besarla, pronto todo de ella desaparecería para siempre de este mundo. Tenía mucho miedo de preguntar pero me atreví
–Y… ¿Cu…cuando lo harás? –
–Cuando sea el momento adecuado, así que por favor hasta que llegue ese momento actúa como si nada de esto pasó, no quiero que mis progenitores interrumpan o se entrometan–
–Claro, será realmente difícil y será una verdadera prueba a mi templanza pero lo haré lo mejor que pueda…–
Así terminó nuestra conversación y limpiándonos los ojos de las lágrimas que no pudieron salir nos despedimos. Fue la última vez que la vi…viva

Al día siguiente al ir a visitarla como usualmente lo hacía me encontré con una visión grotesca. Tras abrir la puerta que no tenía seguro ya que nadie contestaba entré y me dirigí hacia la cocina pues una luz estaba encendida. Ahí estaban sus dos padres, ambos estaban muertos, apuñalados muchísimas veces, parecía que se habían desangrado hasta morir. Estaba por llamar a la policía cuando de repente se me vinieron a la mente muchas ideas que me helaron la sangre.
– ¡No puede ser, no se adelantó, ya lo habíamos prometido! –
Subí corriendo las escaleras que estaban manchadas con un rastro de sangre el cual terminaba en la entrada a su habitación. Cada vez mi terror aumentaba, no sabía qué hacer si ella ya estaba muerta. Caminé como pude, todo se sentía como si fuera una pesadilla de la que quería despertar, la puerta se sentía tan lejana, quería llegar a ella pero me aterraba lo que pudiera encontrar detrás.
Continué caminando hasta que me encontré de frente a la puerta. Reuní el valor que me quedaba y giré la perilla, al abrir la puerta lo que encontré fue…
A ella cubierta de sangre y temblando mientras sostenía un cuchillo de cocina, le grité para intentar que saliera del shock mientras caminaba lentamente en su dirección. Aunque su estado no era el mejor estaba viva, sentí como si un gran peso fuera removido de mí, pero ella seguía inmersa en un especie de trance y sosteniendo fuertemente el cuchillo sin notar siquiera mi grito o el hecho de que me estuviera acercando a ella, era la primera vez que la veía en ese estado pero sus padres me platicaron de eso cuando intentaron que me alejara de ella, aunque solo provocaron que fuera más allegado a ella y que estuviera con ella por más tiempo.
Cuando finalmente llegué a donde ella estaba y aun sin que ella me notara me senté a su lado y tomé el cuchillo a la fuerza para evitar que se lastimara –o a mí– y después le intenté hablar para que reaccionara, mas todos mis esfuerzos fueron infructuosos, su nervioso temblar no se detuvo hasta muy entrada la noche, Cuando dejó de temblar le intenté hablar pero me di cuenta de que se había quedado inconsciente así que después de revisar que tuviera pulso y respirara la tomé y la puse en su cama, un dolor comenzaba a nacer en mi pecho pues sabía que no importaba que pasara mañana nada sería igual, me recosté a un lado de su cama e intenté dormir, pero no podía, el creciente dolor en el pecho me aquejaba y sentía como provocaría pesadillas si me quedaba dormido.
Cuando ella despertó al siguiente día y me vio con el cuchillo cubierto de sangre en mis manos pareció como que creyó que yo había hecho algo y por un segundo pensé que sería lo mejor, pero debía saber la verdad o por lo menos hasta donde yo la conocía.
–Creo que tengo que decirte algo que no te gustará–
– ¿A quién mataste–
Lo dijo con una voz extrañamente indiferente, como que no le daba mucha importancia o como si ya esperaba que matara a alguien algún día, eso se me hizo algo cómico pero me contuve de reír y proseguí.
–No, yo no maté a nadie…tú–
– ¿Yo? – Volteó a ver sus ropas y sus sabanas totalmente llenas de sangre ahora seca.
–Tu…creo que mataste a tus…padres–
– ¿De qué hablas, es una broma verdad? –
–No, yo…vine ayer para verte y cuando llegué no respondía nadie y fui a la cocina, todo estaba manchado de sangre y cuando subí lleno de terror estabas en una esquina de tu cuarto sosteniendo este cuchillo, temblabas mucho, te intenté hablar pero no reaccionabas y después caíste inconsciente hasta este momento–
–Jeje…estás diciendo que yo…por fin maté a ese par de bastardos…y ni siquiera lo recuerdo…que yo los maté…que me atreví–
–Honestamente no estoy seguro, también pudo ser alguien más y en el pánico pudo terminar todo como yo lo vi-
–No, yo estoy segura de que yo fui, no los amaba como para aterrorizarme de que alguien los estuviera matando–
De repente se levantó e ignorando el hecho de que aún estaba cubierta de sangre bajó las escaleras rápidamente, cuando bajé también ella estaba en la cocina mirando a sus padres, su papá estaba debajo del comedor, tenía al menos una docena de heridas incluso una en el ojo derecho y otra en la mejilla que lo volvía casi irreconocibles. Su madre por otra parte estaba en la base del fregador, tenía al menos el doble de heridas que su padre, su cuero cabelludo estaba casi totalmente desprendido y se podía ver parte del cráneo que estaba incluso fracturado, en mandíbula inferior donde otro corte se extendía desde el labio hasta la barbilla que mostraba parte del hueso y de los dientes. Un cuchillo, como los que usan los carniceros para cortar los huesos de los pollos, se encontraba tirado cercas de ella, al parecer fue utilizado para hacer esos cortes.
–Jaja…jajajaja…¡¡jajajajajajajaja!! –
Ella comenzó a reír insanamente, su cara mostraba una sonrisa distorsionada y después de unos minutos de observarlos se acercó a ellos y tomando el cuchillo que estaba cercas de su madre comenzó a cortarlos nuevamente, mi reacción en ese instante fue intentar detenerla.
– ¿Qué haces?, ya están muertos aunque los cortes hasta volverlos polvo ya no pueden sentir nada–
Tomando su mano y jalándola un poco para que se alejara de sus padres pero ella se soltó así que la rodeé con mi cuerpo y la levanté tratando de inmovilizar sus brazos para que no me lastimara.
–Se fueron, ¿y yo los maté verdad? –
–Eso parece–
De repente su semblante cambió por completo, al parecer siempre había deseado hacer eso, yo estaba feliz por ella, había cumplido uno de sus sueños…ahora solo faltaba uno más y me partía el corazón el solo pensar en eso.
–Con lo que hice…no podré estar más en este mundo, no quiero pasarme el resto de mi vida encerrada, creo que hoy tendremos que despedirnos–
–Lo sé, lo entiendo, pero no puedo aceptarlo, puede que sea egoísta pero por favor piénsalo otra vez antes de hacerlo, no puedo visualizar mi vida sin ti–
No pude controlar mis lágrimas, comencé a llorar como no lloraba desde que tenía memoria, los sentimientos que contenía dentro mío para apoyarla incondicionalmente manaban en cantidad, me sentía débil, tan débil que no pude mantenerme de pie y antes de darme cuenta colapsé, me manché de la sangre de sus padres y caí inconsciente.
Cuando desperté ya no estaba en la cocina de su casa, estaba en la sala y por alguna razón me sentía muy cómodo, cual bebé que descansa en los brazos de su madre, me sentía en una utopía mientras poco a poco el olor a sangre y a cuerpos que ya comenzaban a pudrirse me despertaba por completo. De repente me di cuenta de tal vez había perdido mi oportunidad de detenerla, mi debilidad me había impedido incluso el verla morir, me levanté de golpe asustado pero al instante me di cuenta que el lugar donde había estado reposando mientras estaba inconsciente fueron sus piernas.
Al voltearla a vi en su bello semblante una tristeza muy profunda, incluso parecía que había llorado, y aunque aún lucía tan bella como el primer día que la vi de repente su cara lucía muy…demacrada, como si de repente le hubieran quitado casi toda su fuerza vital.
–Creo que me iré, no te diré a donde y si me intentas seguir créeme que te mataré–
–Pe…pero, ¿a qué te refieres? –
–Sí, me iré de aquí a morir a otro lugar, yo pensaba que tú respetarías mi deseo hasta el final, que aunque pensaras que estuviera mal no tratarías de detenerme, pero creo que me equivoqué, mas no te preocupes no estoy enojada contigo, estoy muy triste sí, pues al parecer siempre he estado sola y solo me engañaba diciendo que tú eras un apoyo, que te amaba y que me amabas pero eso pronto terminará y no tendrás que cargar con nada de esto, simplemente desapareceré y será como si no hubiera existido, oh y sobre mis padres marca a la policía en 12 horas, diles que quedaste en shock y que te desmayaste, así te creerán, y no te preocupes me llevaré el cuchillo pues sé que también tiene tus huellas–
– ¿De verdad crees que siempre estuviste sola? –
–Sí–
–Lo entiendo, me voy entonces, comenzaré a contar las 12 horas en cuanto abra la puerta–
–Me parece bien, fue un placer conocerte y aunque fuera todo una ilusión de mi mente que te involucró y te confundió puedo decir que fui feliz–
Salí de la casa sin mirar atrás, de repente me di cuenta de que no había comido en todo el día y sentí hambre, sentí como si de repente saliera de un sueño, el más feliz y terrible que he tenido. Me fui a mi casa, tomé un baño y comí algo, después salí de mi casa y pasee sin rumbo durante el resto del día tratando de no pensar en ella, cuando me di cuenta las 12 horas ya había pasado, sentía hambre otra vez pero al levantar la mirada me di cuenta que estaba frente a la estación de policía, tomé con fuerza lo que estaba en mi bolsillo, respiré hondo y me dirigí hacia su interior.

30 de junio del 2014
Noticias del día
Pese a que este ha sido siempre una zona tranquila y si más problemas que un par de chiquillos que pelean por un juguete la humanidad ha demostrado que siempre tendrá un lado obscuro, que por más luz que irradie siempre estará presente esa contraparte que nos recordará que el mal está en nosotros.
Una terrible historia se desarrolló en nuestras narices, se los estuvimos reportando conforme las investigaciones avanzaban y ahora le traemos la conclusión pero para los lectores que no tuvieron la oportunidad de leer nuestras anteriores ediciones les traemos la historia completa
En las primeras horas del 15 de junio un joven entró a la estación de policía y le dijo al jefe que quería reportar un asesinato, cuando le preguntaron a quienes habían asesinado él dijo y cito “A los padres de la que aunque yo pensaba que lo era nunca fue mi novia, nunca fui su novio pues nunca pude ser lo que ella esperaba”. Hasta ese momento todo está bien, un joven romántico que reporta el asesinato de su exnovia, pero en este punto todo se torna muy tétrico y obscuro, el jefe de policía le preguntó si sabía quién los había asesinado y el con una voz completamente calma dijo y cito nuevamente “Fui yo, no me pregunten razones simplemente tomé un cuchillo y los apuñale hasta que se desangraron, puedo probarlo tengo mi ropa manchada en sangre y puedo describir con total detalle la posición en la que están pudriéndose en este instante”. Los policías que escucharon lo que decía el joven no daban crédito, muchos pensaban que estaba bromeando, un asesinato múltiple y con la brutalidad como él lo describía era una pena de muerte casi segura, nadie se atrevería a confesar con tal calma, mínimo llegaría con un extremo remordimiento de conciencia, pero ese joven lo hizo y cuando acompaño a los oficiales a la casa de su exnovia ya esposado se comprobó la veracidad de su historia, después fueron a su casa que estaba completamente sucia y llena de pinturas raras y de libros de tinte obscuro y macabro donde encontraron la ropa que el joven había dicho, cuando llevaron todas las piezas de evidencia a la comisaría lo encerraron a la espera de lo que sería el juicio más corto de pena de muerte en la historia del país pues 2 días después de que se entregó se realzó este ya que en una ciudad tan tranquila como esta no había ningún caso pendiente. El joven decidió actuar como abogado para sí mismo, solo para declarar que era culpable y que aceptaría cualquier sentencia, el juez quedó asombrado y declaró su pena de muerte en menos de 20 minutos.
Cuando llegó al pabellón de la muerte este reportero consiguió que se me concediera una entrevista con aquel muchacho tan raro y he aquí lo que resultó
–Buenos días joven–
–Sí, ¿qué quieres? – Dijo con un tono desinteresado.
–Muy bien iré al grano, ¿tu realmente mataste a los padres de la chica? –
–Sí, lo hice–
– ¿Pero por qué, acaso fue por despecho, por qué cuando te abandonó liberaste tu enojo con sus progenitores?
–No señor, no tiene nada que ver con lo que “no” fue nuestra relación, simplemente fui y los maté, nunca me agradaron ni yo ellos pero tampoco fue por ello–
– ¿Y no te arrepientes de que tu vida se acortará extremadamente mucho? –
–Claro que no, siempre supe que moriría joven, esto es solo…que se adelantó y se puede ir por favor tengo mucho sueño–
–Claro no quiero incordiarlo, que tenga mucha suerte en lo que le queda de vida–
–Si claro, ahora déjeme solo–
Sobre la joven exnovia del muchacho había estado desaparecida desde el día en que el joven confesó el asesinato, al principio pensaron que también la había asesinado y que sintiéndose culpable –por qué he de decir que el amor que expresaba por la chica era tanto o más honesta que su confesión– la había ocultado, pero el joven siempre insistió en que no lo había hecho y tenía razón pues fue encontrada días después muerta, desangrada en una bañera de un motel a 20 kilómetros de la ciudad. Cuando se le preguntó al joven sobre ella él dijo no tener nada que ver, que se había ido desde antes de que entrara a la casa y su coartada resulto nuevamente ser cierta por lo que la policía concluyo que el suicidio no tenía nada que ver con el asesinato.
Ahora el joven espera en el pabellón de la muerte y lo que este reportero se pregunta es si realmente existe otra vida, ¿esta pareja tan extraña podrá reunirse en el más allá? Puede que nunca lo sepa pero si les soy honesto siento que están destinados a seguir separados por el resto de la eternidad.

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